De forma agónica, España estará en las semifinales de la Copa Davis, donde se encontrará con Francia (fuera de casa) el próximo mes de septiembre. La victoria de David Ferrer en el quinto punto de la eliminatoria contra Alemania (7-6, 3-6, 7-6, 4-6 y 7-5 a Philipp Kohlschreiber) certificó la remontada de la selección, que antes de comenzar el domingo perdía 1-2 y que se clasificó gracias al triunfo de Rafael Nadal en el cuarto punto (6-1, 6-4 y 6-4 a Alexander Zverev) al y de Ferrer en el encuentro decisivo.
Ferrer apareció en la plaza de toros de Valencia con la eliminatoria empatada tras el triunfo de Nadal, y se encontró en una caldera a presión. Con la gente coreando su nombre, el alicantino mordió el revés a una mano de Kohlschreiber y allanó el camino de España hacia las semifinales, posiblemente sin esperar la batalla que se desató sobre la pista.
Llegadas las cuatro horas, con un terrible vendaval desquiciando a los oponentes, Ferrer tomó ventaja en el parcial decisivo tras romper el saque del alemán. Atrás, un encuentro tensísimo, competido hasta el límite con mil alternativas de cada lado. Si Kohlschreiber perdió la tercera manga cuando la tenía en la mano (5-4 y saque), Ferrer cedió la cuarta cuando todo el mundo daba por hecho que ganaría el duelo.
Así las cosas, Ferrer luchó a cara de perro un quinto parcial tremendo que se llevó con coraje, garra y golpes buenísimos, sin perder nunca los nervios, y mira que hubo ocasiones para perderlos.
Nadal avanzó la remontada
Antes, una pregunta. ¿Qué hay más difícil que ganarle a Nadal un partido sobre tierra batida al mejor de cinco mangas? Como tantos y tantos otros que lo han sufrido en el pasado, Zverev comprobó este domingo en la plaza de toros de Valencia que muy pocas cosas. El número uno del mundo venció al alemán, colocó el 2-2 en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis entre España y Alemania y dejó en manos de Ferrer el pase a las semifinales.
A Nadal, que el pasado vienes jugó su primer partido en 73 días (lesionado en el psoas-ilíaco de la pierna derecha), quizás le llegó el duelo demasiado pronto, pero la respuesta que tuvo para el desafío de Zverev fue impresionante. Protagonizando un arranque imponente (5-1), Nadal se tiró al cuello del alemán y le puso una presión constante que el número cuatro toleró mal, con el gesto torcido y gritando palabras muy feas.
El viernes, Zverev se había deshecho de Ferrer con una facilidad increíble, haciendo en cada punto lo que le vino en gana. Quizás, el alemán pensó que sería lo mismo con Nadal, o que al menos el balear no estaría aún listo para atosigarle en tierra. Si esa idea cruzó su cabeza antes de salir a jugar, si se le pasó por la mente, está claro que se equivocó por completo porque el español mantuvo un nivel de crucero altísimo.
Zverev, que se marchó echando humo, sintió lo que cientos de jugadores que se intentaron meterle a mano a Nadal sobre arcilla a cinco sets: este tenista es prácticamente invencible. Luego, Ferrer y su capacidad para recuperarse después de un viernes doloroso. Y finalmente, el triunfo. España está de vuelta en las semifinales de la Davis.