Aliona Bolsova ha destacado desde su aparición en el circuito de tenis profesional por sus aficiones lejos de las pistas, tales como la escultura clásica o la escritura. Su popularidad fue en aumento cuando la temporada pasada alcanzó los octavos de final en Roland Garros cuando era la número 137 del Ranking WTA. Pero este miércoles ha sorprendido a los aficionados al mundo de la raqueta con una reflexión que ha compartido en sus redes sociales.
La tenista española ha querido poner el grito en el cielo contra los prejuicios por el aspecto físico de una persona. Bolsova cuenta lo que vivió cuando tomó la decisión de cortarse el pelo "a lo chico" y cuando colgó las faldas para empezar a jugar con ropa más ancha y en pantalón. "La gente de mi alrededor empezó a preguntar a mis amigos si me había vuelto bisexual u homosexual, que si mi mejor amiga de toda la vida era mi novia", desvela la jugadora nacida en Chisinau, Moldavia.
"Hace tiempo que quiero poner en orden ciertas experiencias que me han sucedido durante los últimos años. Me he dado cuenta de que todas las actitudes que tenemos naturalizadas son las que con más ímpetu tenemos que cuestionar. Y que, ahí donde parece que no hay machismo, lo hay. Concretando un poco quiero explicar lo que viví con mi cambio de look", comenzaba su relato Bolsova.
"Parece mentira que una acción a primera vista tan banal me haya hecho cuestionarme ciertas cosas. La mayor cuestión fue la feminidad y la masculinidad. ¿Qué mierda es eso?", reflexiona la jugadora que ahora vuelve a tener el pelo algo más largo, una cuestión que ha vuelto a provocar reacciones en su alrededor que tampoco le han hecho sentir cómoda.
"Me encuentro con hombres que me dicen: ahora estás más guapa, te queda mucho mejor... Pero, ¿y a mí que me importa que esté más guapa? Es que todo, absolutamente todo, lo que hacemos las mujeres tiene que estar predestinado a estar más bellas", explicó Bolsova visiblemente molesta por estos comentarios de gente a la que no le ha pedido opinión.
"No es justo que las mujeres siempre tengamos que estar aceptables de cara al público. Que siempre tengamos que gustar a los demás. Yo puedo vestir como un chico y no por eso soy menos mujer", sentencia la jugadora que llegó a Palafrugell, Girona, con dos años.
Superó bulimia
Bolsova abandonó España para pasar dos años estudiando en los Estados Unidos. Allí cambió todos sus hábitos y, sobre todo, superó unos episodios de bulimia que reconoció en una entrevista en MARCA. "Me fui siendo una niña súper frágil y ahora soy una mujer segura de mí misma. Antes de irme era muy autodestructiva, tenía problemas de autoestima y sufrí episodios de bulimia por no estar sana mentalmente. Mi padre era de la escuela rusa que te machaca", desveló tras su éxito en Roland Garros.
Ya se mostraba por aquel entonces como una referente del feminismo, razón de su tatuaje de una leona en su brazo derecho. "Es la que caza y la que cuida a la familia y quería lanzar el mensaje de que las mujeres podemos valernos por nosotras mismas, no necesitamos depender de un hombre", señalaba la tenista española.
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