El tenis profesional está a punto de volver, y el circuito WTA lo hará el próximo lunes con la celebración del torneo de Palermo, una competición que está dejando muchas dudas en su organización y que ha provocado el miedo en las jugadores, que se sienten inseguras por el descontrol que viven en el hotel de concentración.

La ciudad ha intentado reforzar las medidas sanitarias, pero la realidad es muy distinta. Las jugadoras que se han desplazado hasta el municipio italiano tienen que convivir con turistas que se encuentran allí por ocio y que no llevan mascarilla, ya que no están obligados, ni tienen ningún cuidado por los demás, lo que está provocando situaciones de pánico. 

Tal y como informa MARCA, la permanencia allí está siendo realmente difícil porque el hotel en el que se alojan las jugadores no es exclusivo para ellas, si no que es compartido con turistas. La convivencia es compartida con personas locales y se producen situaciones dramáticas en la zonas comunes y en los desayunos, donde los riesgos de contagios aumentan. 

El protocolo de seguridad

Los protocolos de seguridad, respetados en todo momento a la llegada de las jugadoras, no se respetan una vez llegan al hotel donde comienza el verdadero caos. Tras aterrizar en Palermo, un coche oficial recoge a las jugadores donde permanecen aisladas tras una pantalla. Se les suministra una bolsa que trae, en otras cosas, gel desinfectante y un termómetro, y son alojadas en el hotel del que no pueden salir al menos en 24 horas.

Final de un partido en el torneo WTA de Palermo Instagram (mexxifab)

 

A su llegada, se les realizan análisis de sangre y test PCR, y no pueden moverse de su habitación hasta recibir su negativo. Antes incluso de eso, las jugadoras tienen que presentar un certificado en el que acreditan que pasaron las pruebas pertinentes en sus países de origen, de manera que estas nuevas comprobaciones multiplican la seguridad de los resultados obtenidos. 

Aún así, estas pruebas han tenido ya algún sobresalto, como la información de que una jugadora del cuadro de dobles había dado positivo en anticuerpos, aunque tras realizársele más pruebas dio negativo en los tests del Covid-19, por lo que el torneo siguió con su hoja de ruta habitual. 

Las ausencias

El torneo que comenzará el próximo lunes, ha recibido la negativa de muchas jugadoras que todavía no se sentía seguras a viajar y participar en un evento multitudinario, y más teniendo en cuenta lo castigado que ha estado un país como Italia. Algunas de estas tenistas fueron Simona Halep, Johanna Konta, Karolina Muchova, Iga Swiatek y Anastasija Sevastova.

Halep se proclama campeona de Wimbledon EFE

Sin duda, unas ausencias que han restado nivel al cartel del primer torneo del calendario WTA, suspendido desde el mes de marzo justo antes del Master 1000 de Indian Wells, primera gran cita cancelada justo antes del estallido de la pandemia mundial del coronavirus.

Este torneo de Palermo se presenta como la primera gran prueba que tendrá que superar el tenis mundial, y en especial el tenis femenino, para poder llevar de una forma ordenada la celebración del resto del calendario previsto para esta atípica temporada. 

[Más información: El US Open sigue a pesar del Covid: una ‘burbuja’, un nuevo protocolo y muchas dudas en el aire]

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