El día después de anunciar que padece linfoma de Hodgkin, Carla Suárez (Las Palmas de Gran Canaria, España, 31 años) atiende a EL ESPAÑOL por llamada telefónica desde el hospital de Barcelona en el que lleva ingresada varios días. Su voz suena tranquila y relajada, pese a todo...
¿Cómo se enteró?
Me lo dijeron el viernes pasado. Es verdad que una o dos semanas antes ya me habían advertido que era una posibilidad, pero como me estaban haciendo pruebas y todavía no sabían exactamente lo que era… hasta hace unos días no me lo confirmaron.
Y su primera reacción al escuchar el diagnóstico…
Es lo que le digo. Como podía ser una posibilidad… Es una noticia que nunca quieres escuchar, pero al final son cosas que pasan y tienes que afrontarlo, sin más. No le di muchas más vueltas.
¿Qué le pasaba?
Tenía náuseas, arcadas. Era bastante raro. A mí, a veces me solía pasar, pero por nervios o por calor, en lugares con temperaturas muy altas. Me siguió pasando días tras día durante casi dos semanas. Visité a varios médicos, me hicieron pruebas…
¿Qué le han dicho los médicos?
Me han informado un poco. Hay que esperar unas semanas para empezar el tratamiento, que estará dividido en varios ciclos. Van a hacerme un seguimiento y todo dependerá un poco de la evolución que tenga en los primeros meses.
¿Cómo están los suyos?
Bien, de momento bien. Ellos estaban en Las Palmas cuando llamé para decírselo. Al conocer la noticia, mi madre y mi hermano se vinieron conmigo a Barcelona.
¿Ha tenido algún momento más bajo en estos días?
No me he desanimado. Soy una persona muy tranquila, probablemente eso haya tenido que ver. Es más, la semana pasada ingresé el lunes en el hospital porque me hacían una prueba y el martes me daban de alta. Y sigo aquí… No sé cuántos días son, pero me lo he tomado bien. El tiempo pasa lento, pero lo he relativizado bastante.
¿Y qué hace para pasar las horas ingresada en el hospital en tiempos de covid-19?
Hago de todo un poco. Tengo libros y el iPad. Los primeros días, con los medicamentos que me dieron iba un poco drogada, por decirlo de alguna manera. Ahora que ha empezado el US Open, estoy viendo bastante tenis por las tardes.
Su anuncio ha tenido una repercusión descomunal en las redes sociales: miles y miles de mensajes… ¿Sorprendida?
Sí, me ha sorprendido un poco. Al final, me lo podía imaginar, pero igualmente se agradece. Me han enviado mensajes personas de muchos ámbitos distintos, no solo del mundo del deporte. Además, me han escrito muchas compañeras de vestuario. Son muchos años juntas y nos conocemos bastante. Recibir ese cariño reconforta.
Me han enviado mensajes personas de muchos ámbitos distintos, no solo del mundo del deporte
Garbiñe Muguruza le dedicó su victoria en la primera ronda del US Open.
Hablé con Garbiñe, sobre todo porque sabía que el anuncio se podía juntar con el US Open y quería avisarla. Además, ayer lo comunicamos cuando ella estaba jugando, así que le escribí para decirle que probablemente al terminar el partido le preguntarían por ello, que no le cogiese desprevenida. Se agradece ese cariño.
Dani Rovira superó hace unas semanas un linfoma de Hodgkin. ¿Le gustaría hablar con alguien que ya haya pasado por eso?
Probablemente sí, sobre todo para despejar algunas dudas que tengo o para conocer la evolución que tuvieron. De momento no, quizás más adelante. Por ahora, los médicos me han ido informando bastante bien y de forma muy amplia. Estoy tranquila.
Él ha optado por contar el día a día de la enfermedad. ¿Ha pesando cómo lo quiere hacerlo en su caso?
Sinceramente, no. Lo de ayer lo hicimos con toda la naturalidad del mundo y así seguirá siendo, pero probablemente ese no sea mi caso. No puedo responderle a algo que ahora mismo no sé, pero actuaré de manera muy natural.
Usted tenía planeado retirarse en 2020... Aunque eso ahora es la la última prioridad, ¿le gustaría volver a jugar?
Sí que me gustaría, pero es algo que no me planteo ahora mismo. Voy día a día, tengo muchísimos meses por delante y no sé cómo va a ser mi evolución. Es algo que está ahí y puede ser una posibilidad.