El español Rafa Nadal, que perdió 6-2 y 7-5 este sábado en los cuartos de final del torneo de Roma ante el argentino Diego Schwartzman, lamentó no haber jugado a su nivel y felicitó a su rival por disputar "un gran partido".
"Ha sido una mala noche, contra un rival que juega muy bien, así que felicidades y mérito para él y para mí demérito por no haber hecho las cosas lo suficientemente bien", dijo Nadal, nueve veces campeón en Roma, al acabar su partido.
El español entregó su saque tres veces consecutivas en el segundo parcial y sucumbió por primera vez en diez enfrentamientos contra el tenis sólido de Schwartzman, semifinalista por dos veces consecutivas en Roma. "Él ha jugado un gran partido y yo no. Es de los mejores del mundo y cuando juegas contra estos jugadores, si no juegas a tu nivel lo normal es perder y es lo que ha sucedido", consideró Nadal.
"Lo que pasa es que si pierdes tres veces consecutivas el saque a estos niveles es imposible. Las condiciones eran más pesadas que los días previos, la pelota no corría tanto como en los días previos. Yo llevaba muchos meses sin competir, sin tener esa capacidad automática de adaptación a las condiciones. Quizás me haga falta competir y jugar puntos muy largos, son cosas que uno necesita ir cogiendo", agregó.
Schwartzman, eufórico
El argentino Diego Schwartzman, que ganó este sábado por primera vez al español Rafa Nadal en los cuartos de final del Masters 1.000 de Roma y avanzó a semifinales, reconoció que vivió "el mejor partido" de su carrera. "Nadal estaba regresando después de siete meses, y pensé que el tenis es loco y que quizás tendría mis opciones. Pensé en crearme oportunidades y luego en aprovecharlas. Nunca había ganado a los tres grandes del tenis (el suizo Roger Federer, Nadal y el serbio Novak Djokovic), excepto hoy", dijo Schwartzman al acabar el partido.
"Fue mi mejor partido de siempre, estoy muy feliz, pero tengo que descansar porque tengo un partido duro mañana (por el domingo) y quiero alcanzar la final", agregó, al referirse a la semifinal de este domingo ante el canadiense Denis Shapovalov.
El argentino, número 15 del mundo, reconoció que vivió un momento complicado en las últimas semanas, sobre todo en Estados Unidos, pero subrayó que en el tenis "todo puede pasar". "Es algo grande, no estaba jugando bien antes de esta semana. Esta semana me sentía mejor con mi mano izquierda (lesionada en el Abierto de Estados Unidos). Hoy jugué un gran partido. Estaba pensando antes del torneo que tendría que ir a Hamburgo para coger confianza de cara al Roland Garros, pero en el tenis nadie sabe lo que puede pasar", afirmó.
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