Rafael Nadal está acostumbrado a lidiar con los problemas. Los físicos, que le han dejado en más de una ocasión fuera de la competición en primera ronda o que en las últimas semanas le llevaron a ausentarse en algún torneo. Y los extradeportivos, que le acusan de diferentes cosas, entre ellas el dopaje. Ese detalle, nunca probado y que ha llegado hasta los tribunales, ha vuelto a renacer en Francia, el país que tanto ama un Nadal rey en Roland Garros, pero que tantos momentos tensos le ha hecho vivir.
La guerra del país galo contra el manacorí parecía ya enterrada. Los años más duros acabaron firmando la paz en la pista de París. Sin embargo, las sombras han resurgido. Sin pruebas y con mucha seguridad jurídica para evitar alguna futura demanda, el que liderada la Agencia Antidopaje del país ha lanzado duras acusaciones sobre Rafael Nadal, al que ha vinculado con un posible dopaje hasta el punto de criticar la actitud de su tío, y por entonces entrenador, Toni Nadal.
La voz de la discordia en cuestión es Jean-Pierre Verdy. Tomó las riendas del organismo antidopaje tras su creación en 2006. Dejó el puesto en 2015. Y seis años después, Verdy ha publicado un libro donde relata experiencias y expone posibles casos de dopaje que nunca se han probado. Es ahí donde se encuentra Nadal, aunque no escapan de sus páginas otros nombres de relevancia como Lance Armstrong, referente en el ciclismo y cuyas prácticas irregularidades sí han quedado probadas con el tiempo.
A Nadal, aunque no le acusa directamente de doparse consciente de las consecuencias legales que podría tener, sí que le sitúa como uno de los tenistas que más problemas ponía en los análisis médicos. "Controlarle era un crimen", ha llegado a señalar en una entrevista para L'Equipe, medio deportivo por excelencia en Francia. "En 2009 fue la única vez que nos permitimos hacer controles por sorpresa. En Bercy los pudimos hacer a siete tenistas", relata. "Tres franceses, tres alemanes..." y Nadal. Ninguno tuvo "problema" en pasar los análisis, según Verdy, pero con el balear fue diferente.
Tanto el español como su entorno fueron "muy hostiles" y Toni Nadal tuvo sus más y sus menos con el entonces líder de la Agencia Antidopaje de Francia. Verdy llega a insinuar que, justo después de pasar un control, Nadal perdió contra Djokovic o contra Soderling. Resultados que, según sus palabras, estuvieron ligadas a los controles de dopaje. Marcándose un Eufemiano Fuentes, cuyas últimas declaraciones revolucionaron el deporte nacional, Verdy no acompañó su entrevista de pruebas.
El antecedente político
Las palabras de Jean-Pierre Verdy reabren una herida que ya estaba cerrada. Nadal no se ha pronunciado. De hecho, sorprendería que lo hiciera cuando está plenamente concentrado en un calendario ya de por sí complicado. Sin embargo, suponen recuperar una habladuría que llegó hasta las élites políticas de Francia y que, esta vez sí, se saldaron con la intervención de la justicia.
Roselyne Bachelot fue la que pagó, literalmente, las consecuencias. Exministra de Deportes de Francia bajo el gobierno de Sarkozy, acusó a Nadal de Dopaje en una tertulia en 2016. "Sabemos que la famosa lesión de Rafa Nadal, que le tuvo siete meses fuera de la competición, es debido a un control positivo", llegó a asegurar en el canal D8 sin aportar prueba alguna. El manacorí reaccionó y demandó a la política. En 2017, la exministra tuvo que pagar 10.000 euros por difamar a Nadal. En 2020, pese a sus acusaciones, volvió al gobierno galo como ministra de Cultura.
La batalla del guiñol
Francia tiró de humor para menospreciar al deporte español. Un programa de guiñoles se empleó para atacar al país vecino señalando a algunos de los rostros más apreciados por la población. Deportistas de éxito, que extendían la 'Marca España', y que eran puestos en duda por posible dopaje. Acusaciones que, como la de la ministra, no tenían ninguna confirmación con pruebas. Una sanción a Contador desató la maquinaria gala y jugadores como Pau Gasol, Iker Casillas o el propio Nadal acabaron saliendo perjudicados. Tal fue el enfado en España que la Federación de Tenis interpuso una demanda contra el programa.
También contra Armstrong
Jean-Pierre Verdy, en ese mismo libro, carga contra Armstrong. La gran diferencia, cabe recordar, es que el ciclista sí que ha reconocido en diversas ocasiones que a lo largo de su carrera ha acudido al dopaje para obtener mejores resultados. Verdy, sin embargo, ha ido más allá desvelando un posible 'dopaje tecnológico' que ha puesto contra las cuerdas al exciclista.
"Creo que tenía un motor en la bicicleta", ha reconocido sobre el que considera la gran "estafa" del deporte. Su relato se produjo tras una etapa de montaña: "Al final de la etapa, llamo a todos los especialistas que conozco y no entienden cómo es posible su rendimiento, incluso con EPO. Algo andaba mal y todos los especialistas me decían lo mismo. Sin embargo, eran personas del medio quienes conocían bien la carrera. No fue la EPO la que marcó la diferencia", sino la tecnología. Un nuevo frente a analizar, pero sin consecuencias para un deportista completamente repudiado en el sector. Nadal, años después y tras ganar hace meses un nuevo Roland Garros y buscar repetir, vuelve a recibir las mismas acusaciones que ya costaron una multa.
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