Djokovic, bajo sospecha: de la obsesión destapada por Nadal a los extraños compromisos en Serbia
Nadie entiende lo que está haciendo el serbio en la últimas semanas en las que ha confirmado su baja en Madrid, pero jugará dos torneos en su país.
1 mayo, 2021 00:40Noticias relacionadas
Novak Djokovic está siendo el nombre más comentado en las últimas semanas en el tenis mundial y no precisamente por sus éxitos. El serbio está en boca de todos por diversos temas y ninguno realmente positivo. Sus opiniones con el tema de la Covid-19 son cada vez más controvertidas, sus derrotas cada vez más sorprendentes y su nivel de juego realmente preocupante especialmente si se tiene en cuenta que está decidido a asaltar este año el trono de Rafa en París.
Por ello, sorprende todavía más que no quede ni rastro del Djokovic que arrasó sin piedad en el Open de Australia más complicado de la historia, en el primero que se jugaba en plena pandemia, con cuarentenas extrañas y con aviones y hoteles donde se sucedían los positivos. Ahora, Djokovic no sale de Serbia, no para de repetir que necesita recuperar su mejor nivel y se deja ver poco por las cámaras y los pocos, está como escondido y eso está haciendo a muchos sospechar y preguntar qué le pasa realmente.
Ausente en Madrid
Su último acto realmente sorprendente ha sido su ausencia en el Mutua Madrid Open, torneo en el que debería haber defendido la corona ganada en el año 2019, ya que el torneo madrileño no se disputó la temporada pasada. De hecho, el serbio estaba confirmado y era uno de los cabezas de cartel junto a Rafa Nadal y a la española Garbiñe Muguruza, que tampoco acudirá, en su caso por lesión.
Al serbio le viene como anillo al dedo la medida implantada por la ATP que conversa parte de los puntos ganados en las últimas ediciones jugada de los torneos. En este caso, sin tener que jugar, Djokovic mantendrá 500 puntos ganados en el torneo madrileño a pesar de su extraña ausencia. Haber perdido los mil seguramente le habría supuesto un peaje demasiado caro, pero de esta forma se puede permitir su espantada.
La versión oficial del tenista serbio es que no se encuentra al nivel suficiente para competir contra los mejores y que por eso prefiere no jugar y seguir preparándose, así como descansar para llegar a punto a su gran objetivo de la gira de tierra, ganar Roland Garros. Sin embargo, lo que no se entiende del todo es que después de haber jugado un torneo en Belgrado, o mejor dicho su torneo, de escasa importancia y entidad, haya renunciado al Master 1000 más importante sobre tierra batida para volver, después del torneo de Roma, a jugar de nuevo en Serbia otro torneo sin importancia y acudir sin descanso a París.
Djokovic tiene demasiados compromisos extraños en su país a los que parece que no puede decir que no, pero mientras tanto alega falta de nivel y de descanso para medirse con el resto de tenistas del circuito en competiciones en las que estaba confirmado. Muchos ya empiezan a pensar mal de estas decisiones y a sospechar qué puede estar sucediendo en realidad más allá de compromisos publicitarios e intereses económicos.
Unos resultados extraños
Además de ausencias extrañas y de compromisos bastante raros, en las últimas semanas Djokovic viene mostrando una alarmante caída en su juego. Sin saber el motivo, la realidad es que el serbio no se encuentra, no es el de principio de temporada y este es otro hecho que empieza a ser la comidilla del circuito. La gente empieza a preocuparse porque nadie entiende nada de lo que está sucediendo a su alrededor.
Los últimos compromisos de 'Nole' no son especialmente positivos y es que su gira de tierra batida está siendo para olvidar. En el Master 1000 de Montecarlo venció al joven Jannick Sinner en su primer partido para después caer en octavos de final contra Daniel Evans en dos sets, un resultado que sin duda nadie esperaba, seguramente ni el propio Evans. Después acudió al primero de los dos torneos que jugará en Belgrado. Allí, contra rivales de muy poca entidad terminó cayendo en semifinales contra Karátsev. Otro resultado más que sorprendente.
Djokovic no acudió al torneo Conde de Godó como sí hicieron Rafa Nadal o Tsitsipas que también estuvieron presentes en Montecarlo y ya no volverá a competir hasta el Master 1000 de Roma teniendo en cuenta su ausencia en Madrid. Eso, si en la capital itálica no decide repetir su última función de escapismo en lo que está siendo cuanto menos una gira de tierra batida muy extraña.
Obsesionado con los grandes
Hace unas semanas, Rafa Nadal descubrió en una entrevista la que para él era una gran diferencia entre su carrera y la de Djokovic. El objetivo de Nadal es jugar y seguir jugando el mayor tiempo posible. Y, lógicamente, cuando uno juega y compite siempre lo hace para ganar, pero no siempre en la victoria está la recompensa personal de sentirse bien en la pista, competitivo y de ejecutar un juego positivo.
En cambio, Rafa afirmó que cree que Djokovic está más pendiente de las victorias, de los récords y de los títulos de lo que él lo está. Considera que 'Nole' quiere a toda costa superar el récord de 20 grandes que ahora mismo comparten Nadal y Federer, ser el número 1 del mundo el mayor número de semanas posibles y estar siempre al frente. Djokovic, a pesar de que en primera instancia negó eso, ha asegurado que efectivamente su objetivo a corto plazo es ganar en París y derrocar a Nadal en su terreno.
Para el serbio, que en los últimos tiempos también ha tenido cruces de declaraciones con Toni Nadal, sería muy importante volver a sentirse competitivo y al máximo en París y comenzar su escalada a los 20 grandes dando fin al reinado de Nadal con el propio Nadal presente. El propio Toni ya ha reconocido en las últimas horas que será Djokovic y no otros como Thiem o Tsitsipas el mayor rival de su sobrino en la tierra batida francesa.
Una etapa difícil
Además de sus decisiones extrañas, de sus ausencias, de esa supuesta falta de nivel y de descanso, de sus derrotas y de esos compromisos tan ineludibles en Serbia, Djokovic está viviendo un auténtico calvario desde que llegó al planeta la pandemia de la Covid-19. En tiempos en los que es necesario extremar las medidas de seguridad, a Djokovic no le se ocurrió otra idea mejor que organizar un torneo sin medidas algunas, con eventos masivos y fiestas, lo que se tradujo en un foco de contagios en su región.
Esto le pasó una importante factura tanto a nivel tenístico como a nivel de prestigio, ya que fue señalado por ser el líder de una pésima conducta colectiva en todo el mundo. Después llegaron sus enfrentamientos con la ATP, su papel en el negocio de las condiciones de los jugadores durante la época considerada como de pandemia y su decisión de romper con todo lo establecido e intentar hacer la guerra por su cuenta, con sus propias normas y asociaciones.
Por último, ha vuelto a revivir sus peores fantasmas con la llegada de las diferentes vacunas. Ya en su día Djokovic deslizó que él tenía una filosofía de vida alejada de los fármacos y prácticamente anti vacunas, a pesar de que él mismo y su pareja habían dado positivo tras sus celebraciones en el Adria Tour.
Ahora que las vacunas son protagonistas en el deporte porque muchos deportistas están recibiendo el antídoto, no ha querido mostrarse contrario a ellas de forma abierta, pero ha asegurado que no comunicará si se vacuna o no, algo que hace sospechar a muchos que no se la pondrá.
Por ello, surgen dudas a partir de ahora ya que algunas competiciones están exigiendo a los deportistas que participen en ellas estar vacunados, y eventos como los Juegos Olímpicos ven en la vacunación de los deportistas su única salvación para celebrarse. Podría darse el caso, y la polémica, de que Djokovic no pelease por el oro olímpico por su decisión de no vacunarse, la que sería su enésima polémica del curso para un líder bajo sospecha.
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