Pocas personas pueden quedar ya en España que no sepan quién es Carlos Alcaraz. Ese ha sido el gran premio que ha obtenido el jugador murciano tras su paso por el Mutua Madrid Open. Es el 'precio que ha tenido que pagar' por jugar contra toda una estrella mundial como Rafa Nadal. Carlos ha tenido su presentación más importante y más espectacular ante el gran público, incluso por encima de sus presencias en Grand Slams, a medida que dos generaciones se fundían en la pista central madrileña
La expectación generada para ese partido que medía al presente y al futuro del tenis nacional le jugó una mala pasada a Carlos, pero también ha supuesto un momento clave en su carrera deportiva. Ese duelo ante Rafa marca un antes y un después en su trayectoria, en su popularidad y en su vida, ya que por primera vez tuvo los ojos de un país puestos sobre él. Se podría decir que por ello que este Mutua Madrid Open ha sido su bautismo en el tenis mundial con Nadal como padrino y el principio de su camino hacia la élite.
La presentación soñada
Es difícil saber hasta dónde llegará Carlos, por no decir imposible. Nadie sabe si habrá problemas, si habrá lesiones, si habrá contratiempos o si habrá mucha competencia. Lo que sí se puede saber ya es que Alcaraz, para su edad, es una estrella que empieza a brillar con fuerza y que amenaza con eclipsar en unos años a los grandes astros del tenis mundial.
Mucho se ha hablado sobre él en los últimos meses y casi años ya que su progresión ha sido meteórica desde muy pequeño. Siempre ha demostrado unas cualidades y un talento por encima de la media, lo que ha provocado que siempre haya tenido sobre él algunos focos y algunas miradas. Sin embargo, en su duelo ante Nadal ha quedado marcado como el elegido del tenis español.
Su duelo ante Rafa fue la presentación soñada ante España y ante el mundo contra uno de los mejores de la historia y contra el absoluto dominador de la tierra batida. Él mismo sabía que no iba a ser un partido fácil para él, ya no por el nivel del rival, sino porque nunca es fácil jugar contra un ídolo y menos cuando tienes 18 años y ante los ojos de tanta gente. Por ello, Alcaraz pagó esa 'novatada' con muchos nervios y con una ansiedad que se palpaba en la pista. Tanto fue el estrés que sentía que hasta en un punto al comienzo del partido se hizo daño en el abdominal, lo que le hizo jugar todavía más tenso y contraído durante muchos minutos.
Ser el centro de atención sin saber muy bien todavía qué es eso le pasó factura. Sin embargo, cuando consiguió soltarse, dejó la prueba de que es un jugador diferente. Alcaraz consiguió aguantarle algunos puntos a Rafa de tú a tú, llevarle al extremo y demostrar por qué se tienen tantas esperanzas puestas en él.
Mostró su potente saque y su poderoso juego desde el fondo de la pista a palo limpio, sin muchas especulaciones e imprimiéndole gran velocidad a sus golpes ganadores, algunos de ellos por encima de los 160 kilómetros por hora. Alcaraz en nada recuerda a lo que han sido los jugadores españoles tradicionalmente. Es más directo, más versátil y con un cañón en sus brazos. En su duelo ante Nadal, en el que pudo mostrar en sociedad no solo su nombre si no también su juego, recordó por momento incluso a Novak Djokovic en la capacidad de golpear plana a la bola y de ejecutar con su temible revés a dos manos.
España le espera
Quizás sea difícil de asumir ahora mismo, pero la realidad es que toda España, la España apasionada del deporte y en especial del tenis, está esperando a Carlos Alcaraz como agua de mayo. La excelencia de Rafa Nadal durante tantos años ha provocado que algunos tenistas nacionales no hayan dejado tanta huella en el aficionado. Pueden ser los casos de David Ferrer, Feliciano López, Fernando Verdasco o Roberto Bautista. Sin embargo, todos ellos han estado y están ahí con sus brillantes carreras y sus títulos.
Sin embargo, tras todos ellos parece haber un pequeño vacío en la élite absoluta y muchos esperan que Carlos Alcaraz sea quien ocupe ese puesto hasta las últimas consecuencias, hasta convertirse en el nuevo Nadal. No por juego, ni por pensamiento, ni por parecido, sino por convertirse en esa gran referencia que vuelva a poner al tenis español a la vanguardia.
Madrid le hizo saber el otro día a Carlos Alcaraz que, por suerte o por desgracia, no es uno más. Se le tiene en cuenta y se espera mucho de él. Por ello, el Mutua Madrid Open, su gran trampolín, quiso tener con él un gesto muy bonito felicitándole de forma masiva en su 18 cumpleaños e incluso 'Feli', director del torneo, le llevó una tarta hasta la pista. Era la clara demostración de que todos esperan que en unos años, no muchos, Alcaraz pueda volver a esa pista para celebrar el título y recordar el gran detalle que tuvieron con él cuando celebraba su mayoría de edad ante Nadal.
Además, para darle todavía más simbolismo a la tarde, Alcaraz formó parte de una foto histórica con los otros tres números 1 oficiales del tenis español. Nadal que estaba al otro lado de la red, el técnico del balear Carlos Moyá y el técnico del murciano, Juan Carlos Ferrero. Y entre ellos, el niño del tenis español y casi del tenis mundial, la esperanza. Una vez más, el elegido. Y todo ello a pesar de haber caído en segunda ronda.
La confirmación de Nadal
Por si todo esto fuera poco, Alcaraz no solo recibió el calor y la admiración del público y no solo despertó la atención de todos los aficionados del tenis en un partido que generó mucha expectación y que le sirvió para dejar detalles de su juego, sino que le permitió tener también un impulso que ni él mismo podía esperar. Sin embargo, es lo que tiene que Rafa Nadal pase a formar parte del argumento de la película que cuenta tu vida.
Tras el partido en el que el manacorí venció con bastante superioridad como estaba previsto, a Rafa le tocó responder lógicamente preguntas ante la prensa que estaban relacionadas con su rival. Lo más sorprendente y llamativo fue, no solo que Nadal no respondiera la cuestión con algún tópico para salir del paso, sino que diera la clave del éxito que puede llegar con el murciano.
Rafa, que no tiene ninguna vinculación alguna con Alcaraz, no dudó en valorar todo lo bueno que tiene Carlos reconociendo que él no tiene la necesidad de ensalzar a nadie. Sin embargo, destacó su buena actitud en las derrotas, su predisposición a aprender, su humildad, su capacidad de esfuerzo y su sacrificio y que ve en él a un jugador que puede lidiar con esa presión que se necesita para ser el gran referente del tenis español.
Nadal cree además que es así, siendo primero una buena persona antes que un buen tenista, como se queman las etapas en el deporte y se llega antes hasta la élite. Si uno está preparado para perder y para aprender, para trabajar y para intentar mejorar, el talento termina llevándote hasta lo más alto. Y para Rafa, que algo sabe de ser buen tenista y de ser buena persona, Alcaraz lo tiene todo. Y gracias a este momento mágico que se ha producido en el Mutua Madrid Open, el resto del mundo también lo sabe.
El despegue de Carlos
Alcaraz, que ya estaba emocionado y agradecido a la vida por poder medirse ante su ídolo en la previa, reiteró su agradecimiento a Nadal por unas palabras que significaban mucho para él. No es ni mucho menos el final de la temporada, pero Madrid bien podría ser la guinda a un 2021 que está siendo el de su despegue definitivo.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero está dando sus primeros pasos en la élite y antes de medirse a Rafa ya ganó su primer partido en el torneo de casa, la que ha sido también su primera victoria en un torneo Master 1000. Fue ante Adrian Mannarino por un resultado de 6-4 y 6-0. Por todo ello, Madrid es un antes y un después y será para siempre inolvidable. Además, este año también ha llegado su primera victoria en un Grand Slam. Fue en Australia y después de tener que hacer cuarentena en su habitación de hotel durante 15 días. Sin embargo, y como destacaba Nadal, ni una queja, salió y venció. Y todo con 17 años, ahora ya 18 recién cumplidos.
Todos empiezan a hablar de Alcaraz con fuerza porque la expectación generada es muy grande. La presión puede caer sobre él, pero los grandes están obligados a saber lidiar con ella. Aún así, sus éxitos parecen cuestión de tiempo y algunas estrellas del momento como Zverev esperan que en solo un par de años o tres, cuando apenas tengan los 20, ya podrá estar peleando por entrar en el Top10. En tan solo dos años como profesional, el tenista de El Palmar ya ha conseguido colarse dentro de las 120 mejores raquetas del mundo, pero se espera que esto sea solo el principio de una vida en la élite, porque Alcaraz está destinado a dominar y a pelear con los mejores.
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