No pudo ser. Rafa Nadal ha quedado apeado del Mutua Madrid Open en los cuartos de final tras caer derrotado ante un Alexander Zverev inspiradísimo y en un estado de forma sublime. El tenista alemán fue muy superior al jugador español, especialmente en un segundo set que casi no tuvo historia y en el que se jugó a lo que el bávaro quiso.
Nadal, que empezó bien el encuentro, comenzó a tener dudas muy preocupantes tras un punto muy polémico con 4-4 en el marcador. Antes, había cedido su servicio justo después de conseguir la primera rotura del partido. El español había conseguido ponerse 4-2 y después recibió un parcial de 0-4 para decir adiós al primer set y casi al partido. Zverev se mete en las semifinales donde se medirá a Dominic Thiem, que venció a John Isner [Rafael Nadal 0-2 Zverev (4-6 y 4-6): Narración y estadísticas].
La participación del joven jugador alemán en el torneo de la capital de España está siendo muy positiva y haber terminado con el gran favorito para el triunfo final sin duda le dará alas para atacar el partido contra Thiem con mucha más confianza y ambición. Por su parte, Nadal se queda sin otro Master 1000 de la temporada de tierra tras el ya perdido en Montecarlo.
Pocos podían esperar que el encuentro entre Nadal y Zverev terminase como ha terminado después de ver el prometedor inicio del español, aguantando el nivel del joven Alexander y trazando un plan maestro para castigar su derecha y protegerse de su revés. Sin embargo, cuando peor tenía las cosas, Zverev ha sabido rehacerse para crecer en el encuentro a base de golpes ganadores y de buenas defensas.
Tras ganar los últimos tres partidos contra el alemán sobre polvo de ladrillo, Nadal comenzó motivadísimo, celebrando puntos a priori sin mucha importancia con bastante efusividad. El plan de ambos estaba claro. El manacorí alargaba todos los puntos hasta el extremo mientras Zverev intentaba sacar partido de su potente saque. Sin embargo, los primeros juegos transcurrieron sin grandes noticias.
Todo se mantuvo pareja hasta el 3-2 con saque de Zverev cuando Nadal dio el primer golpe y el que parecía el gran aviso para llevarse el primer set. Se puso con tres bolas de rotura y tras una doble falta del alemán se colocaba con 4-2 y saque. Parecía el momento perfecto para asestar un golpe definitivo después de haber sacado grandes ventajas con su derecha invertida, pero no fue el caso.
Zverev no se fue del partido y cimentó su remontada una moral a prueba de bombas. Consiguió devolverle el break a Rafa en el siguiento juego y consolidó la rotura para poner el 4-4 en un juego que tuvo mucha polémica. Un punto dudoso y unas protestas de Zverev al árbitro sacaron a Nadal del partido hasta el punto que casi no se le volvió a ver. Con el español fuera, Zverev puso la directa, hizo un break más y se apunto el primer set por 4-6.
Zverev pone la directa
Desde ese momento Nadal no volvió a ser el mismo del que había empezado el partido. Sacó adelante su primer saque del segundo set, pero ya nada era igual. Dudas, golpes imprecisos, gestos a su banquillo y Zverev dominando en todos los puntos. Daba igual fondo de pista, red, puntos cortos o intercambios. No había mucha historia lamentablemente.
Ya con 1-1 en el marcador y saque para el español, Zverev volvió a tener opción de rotura, pero Rafa sobrevivió con dos derechas marca de la casa y una dejada mágica. Parecía un punto de fe por la celebración del balear, pero nada más lejos de la realidad. Nadal también tuvo sus opciones de rotura, pero su intentisidad no era la misma, su bola no corría igual, faltaba intención y creérselo de verdad.
El alemán estaba consiguiendo proteger muy bien su derecha en los mejores momentos de Nadal y hacer daño con un revés a dos manos que en defensa es portentoso, capaz de sacar bolas donde pocos llegan. Con 2-2 en el electrónico, Zverev se fue con todo a buscar a su rival y consiguió la rotura defintiva. Saque a su favor al bolsillo y 4-2 para poner tierra de por medio.
Nadal fue poco a poco perdiendo la concentración, sintiéndose impotente con sus golpes y dando muestras con su lenguaje corporal que no sería un día de épicas remontadas. Zverev estaba lanzado e intentó romper el partido por la vía rápida, pero Rafa a duras penas aguantó su saque y se puso 3-4, aunque el partido no tenía ya historia. Las imprecisiones del español, incapaz de mantener dos bolas apuradas dentro de la pista, pintaron un final de partido bastante plácido. Dos derechas poderosas de Zverev pusieron el punto y final a la participación de Nadal en Madrid. El alemán buscará la gran final ante Thiem.
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