La edición de 2021 de Wimbledon, primera desde el estallido de la pandemia de la Covid-19 en marzo del pasado año, ya conoce a su primer finalista. Se trata de Matteo Berrettini, el jugador italiano que ha doblegado en la primera semifinal a Hubert Hurkacz en un partido que se fue hasta el cuarto set tras el intento de remontada del polaco [Así hemos vivido el Berrettini 3-1 Hurkacz de la semifinal de Wimbledon].
Berrettini realizó un partido muy completo donde casi no dio opción a su rival y con esta victoria certifica su pase a la gran final del torneo londinense, la que será su primera presencia en una final de Grand Slam. El nivel mostrado durante las últimas dos semanas por uno de los jugadores más en forma del año le ha llevado hasta este éxito rotundo, pase lo que pase en el duelo del domingo.
Imponente puesta en escena de Matteo Berrettini en la primera semifinal de Wimbledon, un partido en el que Hubert Hurkacz casi no ha tenido opción alguna salvo los problemas del italiano en la recta final del tercer set. Sin embargo, el jugador transalpino dominó desde un potente servicio que le permitió sacar más de una veintena de puntos directos.
De hecho, los primeros compases del encuentro se desarrollaron con velocidad y a un gran ritmo, sin que ninguno de los jugadores cediera con su servicio. Además, los primeros problemas al servicio los tuvo Berrettini, quien tuvo que defender una bola de break con el 3-2 para su rival. Sin embargo, a raiz de ese punto, comenzó la exhibición del italiano. Ya con empate en el marcador parcial del set, se revolvió tras los apuros sufridos y consiguió poner la directa para apuntarse tres juegos más de forma consecutiva y cerrar la primera manga con victoria por 6-3.
Con el primer set en el bolsillo, Berrettini jugó mucho más suelto, dando mayor protagonismo a su derecha y gustándose más desde el fondo de pista. La potencia de los golpes de Matteo podía con la fragilidad del jugador polaco de 24 años, cuya temporada hasta su presencia en Wimbledon estaba siendo desastrosa. No obstante, esa victoria frente a Roger Federer, con rosco incluido, le dio una gran moral. Sin embargo, recibió su propia medicina en la segunda manga.
Berrettini puso la directa en el comienzo del segundo set apuntándose el primer juego y rompiendo a las primeras de cambio para abrir una diferencia de tres juegos en los primeros minutos. Casi sin despeinarse, fue sumando un punto tras otro a su tanteador particular hasta colocarse con una diferencia insalvable. En un set en el que Hurkacz solo ganó 8 puntos, Berrettini terminó cerrando con un imperial 6-0 que encarrilaba el partido.
Hurkacz lo intenta
Cuando todo parecía visto para sentencia, quedaba ver qué podía ofrecer un Hurkacz contra las cuerdas y sin nada que perder. Y su reacción fue convincente. Mantuvo el tipo en el inicio del tercer set y propuso un partido mucho más igualado. De hecho, tras superar unas pequeñas dudas iniciales, llegó al ecuador con marcador parejo de 3-3. A partir de ahí, Berrettini hizo su intento por cerrar la situación y con 5-4 presentó dificultades al resto, pero Hurkacz no se entregó y consiguió dar la cara, salvar la situación y llevar el partido hasta el tie-break mientras Berrettini ganaba sus saques en blanco.
Su inicio de muerte súbita fue realmente prometedor, lo que le permitió abrir un hueco de 4-0 con el que manejar una renta suficiente para apuntarse la tercera manga y seguir vivo en el partido. Finalmente, 7-6 para el polaco que seguía dándole partido a la pista central del All England Club.
Sin embargo, cuando algunos soñaban con su remontada y con un empate en el cuarto set, Matteo Berrettini no estuvo por la labor y decidió volver a presentar un partido agresivo, buscando mucha potencia en sus golpes desde el fondo de pista. Hurkacz cedió su saque a las primeras de cambio y el italiano puso la directa hacia el triunfo. De hecho, la fiesta pudo terminarse mucho antes, ya que con 5-3 para el italiano, Hubert salvó una bola de partido, algo que no pudo hacer en el saque posterior de Berrettini que cerró el partido por 6-3, 6-0, 6-7 y 6-4 para jugar su primera final de Grand Slam en la hierba de Wimbledon.
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