Djokovic ha vuelto a las andadas. Cuando se encuentra camino de completar la hazaña de ganar los cuatro Grand Slams en una misma temporada, no puede evitar perder los nervios cuando las cosas se le tuercen. Así ha reaccionado una vez más Novak Djokovic, destrozando su raqueta en su partido de la final del US Open contra Daniil Medvedev.
El tenista serbio tuvo un inicio de partido bastante complicado, sin encontrar su mejor nivel y mostrando debilidades tanto en el saque como en el resto, acumulando una importante cantidad de errores no forzados. Esa frustración le llevó a romper su raqueta contra el suelo, un gesto cada vez más característico en el balcánico.
El tenista serbio terminó cediendo el primer set ante Medvedev por 6-4, lo que provocó que su cabreo fuera todavía mayor. Como suele ser habitual en él y en especial en Nueva York, donde ya ha dejado espectáculos realmente desagradables, Djokovic pagó su cabreo con su raqueta, dejando la imagen desagradable del torneo.
El número 1 del mundo agarró su herramienta de trabajo deportiva y la estrelló en repetidas ocasiones contra la pista de la central del complejo de Flushing Meadows de Nueva York donde se ponía en juego el cuarto grande del curso, trofeo que estaba más que complicado para él.
Después de la decepción sufrida en los Juegos Olímpicos donde el serbio se quedó sin medallas a pesar de haber llegado hasta las semifinales tanto en individuales como en dobles, la derrota ante Daniil Medvedev podía suponer un golpe muy importante a pesar de su increíble temporada.
Una imagen demasiado habitual
El balcánico, que no está acostumbrado a perder, no supo digerir su mal inicio de encuentro y lo pagó con una raqueta que quedó completamente destrozada, rota por la mitad y siendo una de las imágenes más impactantes tanto de la final como de las dos semanas de torneo en la ciudad estadounidense.
Al menos, en esta ocasión Djokovic no decidió lanzarla como realizó en el duelo ante Pablo Carreño en los Juegos Olímpicos cuando el español y el serbio se jugaban la medalla de bronce en Tokio. Una imagen que acompañará para siempre a uno de los mejores jugadores de la historia.
Inevitablemente, Djokovic siempre queda marcado por estas acciones que afean su enorme talento como jugador y como deportista, las cuales deberían intentar cambiar a pesar de que se encuentra ya en la recta final de su trayectoria profesional. Hace mucho que 'Nole' dejó de ser un joven talento alocado para ser una persona de la que se espera una cierta madurez y una imagen pública que no garantiza con este tipo de actos.
Lo cierto es que la frustración del serbio en Nueva York estaba siendo muy importante ya que, después de ceder también en la segunda manga por un nuevo 6-4, la posibilidad de completar el Grand Slam en una misma temporada tras sus victorias en Australia, París y Londres, se alejaba muy peligrosamente.
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