Djokovic ha tenido al alcance de su mano hacer historia en el mundo del tenis masculino. Nadie hasta el momento había sido capaz de ganar los cuatro grandes y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos, solo Steffi Graf en el cuadro femenino en el año 1988. El serbio tenía la oportunidad de conseguirlo después de haber vencido en los tres primeros Grand Slams del curso, pero le han terminado fallado las fuerzas.
En los Juegos Olímpicos de Tokio se quedó a las puertas de las medallas después de una gira veraniega apoteósica con triunfos en Roland Garros y Wimbledon. Sin embargo, llegó a Japón sin gasolina y se quedó sin final y sin bronce en individuales y sin poder disputar la final de consolación en dobles tras quedar exhausto.
Sin embargo, su ilusión era al menos ganar los cuatro grandes en una misma temporada y con ese propósito llegó a Nueva York donde se ha vuelto a quedar a las puertas del éxito. El tenista ruso Daniil Medvedev no le dio opción en una gran final en Flushing Meadows en la que jugó a placer con su rival.
Djokovic, que no parecía Djokovic, admitió tras el encuentro no sentirse con la misma frescura de piernas que en otras grandes finales, como por ejemplo en su remontada ante Tsitsipas en Roland Garros. Además, asumió que esta es una de las derrotas más duras de su carrera porque de vencer se habría quedado en solitario en la lista de los mayores ganadores de Grand Slams con 21 entorchados. Ese récord sí tendrá que esperar.
El análisis de Djokovic
Así definió 'Nole' cómo fue el encuentro: "Él ha estado a su mejor nivel, tanto en el apartado tenístico como en sus piernas y yo no me he notado bien de piernas. No tuve la chispa que sí tuve en París con Tsitsipas para darle la vuelta a un marcador tan adverso. Estuve cerca de romperle en el décimo juego, quién sabe lo que hubiera pasado con la ayuda del público".
El tenista serbio, que no pudo evitar romper a llorar en pleno partido por la tensión y por la rabia de la oportunidad perdida, se castigaba con una derrota que le ha hecho mucho daño: "Estoy decepcionado. Sé que podía y debía haberlo hecho mejor. Es una derrota muy dura. Pero estoy contento por Daniil porque es un buen chico".
Además, Novak cree que su rival en el US Open puede ser el que encabece la caída del Big Three, un hecho que por el mero paso del tiempo cada vez está más cerca: "Es inevitable que va a llegar, pero, de momento, estamos aquí. Quiero seguir ganando títulos de Grand Slam y jugar para mi país. Eso es lo que más me motiva a estas alturas de mi carrera".
"Hoy no me ha dado para más, pero tengo que estar satisfecho del año que he hecho. He aprendido a superar este tipo de derrotas, las que más duelen. Intentaré ser más fuerte la próxima vez y aprender la lección".
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