En una época marcada por la pandemia, se ha hecho más necesaria que nunca la implicación de los rostros reconocidos por la sociedad para acabar con el virus. Lo era durante el confinamiento general (con el famoso lema 'quédate en casa'), lo ha sido y sigue siendo con el cumplimiento de las medidas sanitarias y lo es con la vacunación. Se podría decir que Novak Djokovic es el ejemplo de todo lo contrario.
El número 1 del tenis mundial se ha convertido en enemigo público durante la pandemia. Las críticas le llueven desde hace más de un año por su postura frente al coronavirus y actitudes varias que ha tenido en este tiempo. Vuelve a ser noticia ahora porque podría quedarse sin disputar el Open de Australia, que se disputa en enero, por las fuertes restricciones que se han establecido en la zona de Melbourne, en el estado de Victoria.
El Gobierno australiano ha instaurado la obligatoriedad a una cuarentena estricta en caso de no estar vacunado. Daniel Andrews, primer ministro del estado de Victoria, ha ido más allá haciendo referencia al Open de Australia: "No creo que ningún tenista no vacunado obtenga una visa para entrar a este país". Eso deja en el aire la presencia del último campeón del Grand Slam, habiéndolo conquistado hasta en nueve ocasiones.
No se puede discriminar a alguien si quiere decidir por sí mismo si quiere vacunarse o no
La respuesta de Djokovic no se ha hecho esperar, mostrando su contrariedad: "No se puede discriminar a alguien si quiere decidir por sí mismo si quiere vacunarse o no. Estoy muy decepcionado con la sociedad mundial en este momento y la forma en que los medios de comunicación transmiten y presionan a todas las personas". Se niega a decir si está vacunado o no y pone en peligro su presencia en el Abierto.
A pocos sorprenderá la postura de Djokovic. El pasado mes de abril ya guardó silencio sobre si se iba a vacunar contra la Covid-19: "Creo que es una decisión privada e íntima, y no quiero entrar en el juego de en pro o en contra de las vacunas que los medios están creando", decía.
Personalmente estoy contra la vacunación
Y puestos a recordar, hay que hacerlo con las declaraciones que dejó también en abril, pero del 2020. Entonces sí que era rotundo al mostrar su opinión 'antivacuna': "Personalmente estoy contra la vacunación, y no me gustaría que alguien me obligue a vacunarme para poder viajar. Pero si esto se convierte en una obligación, ¿qué va a pasar entonces? Entonces tendré que tomar una decisión", decía.
Desde su posición privilegiada, dado que sirve como altavoz para la sociedad y más en su país, Serbia, los mensajes de Nole siempre han ido contracorriente durante la pandemia. Líder de la nueva asociación sindical PTPA, también tiene un rol importante en dentro del circuito del tenis, donde algo más del 40% de los tenistas, tanto ATP como WTA, siguen sin vacunarse por diferentes razones.
Un epidemiólogo serbio, Predrag Kon, en 2020 echó un rapapolvo público a Novak: "Me gustaría haber tenido la oportunidad de acercarle la importancia y la enorme contribución de la inmunización a la salud de la población", dijo cuando el tenista se mostró contrario a la vacunación. Desde entonces, el único cambio del nº1 ha sido llamar a la "libertad de elección" sobre las vacunas.
El Adria Tour, el foco inicial
A esto hay que sumar las otras polémicas protagonizadas por Djokovic durante la pandemia, siendo el núcleo de todo el famoso Adria Tour que organizó en 2020 como adelanto del regreso del tenis y que acabó formando un caos vírico, un brote con todo el sentido de la palabra, por Serbia o Croacia.
De aquello, sucedido apenas tres meses después del estallido de la pandemia, se recuerdan las gradas abarrotadas de fans sin cumplir las medidas en Belgrado, un baño de masas en una plaza de Zadar y una indignante fiesta de la que formaron parte el propio Djokovic y colegas de profesión como Dominic Thiem, Alexander Zverev o Grigor Dimitrov. El resultado, en lo que respecta al tenis, fueron varios positivos, entre ellos el de Nole.
Es la otra cara de Djokovic, que desde que empezara la pandemia ha alcanzado a Rafa Nadal y Roger Federer en Grand Slams (20) y a su vez ha ido acumulando escándalos que van más allá del Covid. Un problema que persiste. Ahora, el serbio se encuentra en una tesitura complicada: seguir adelante con sus ideas y renunciar al tenis (Roland Garros y Wimbledon podrían seguir los pasos del Open de Australia) o vacunarse y 'traicionarse' a sí mismo.
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