Fue una noche de fiesta capitalizada por un tenista que llevó capa y espada. Ya de madrugada, Hugo Gaston acabó con la andadura de Carlos Alcaraz en el torneo de París-Bercy (6-4, 7-5) y accedió así a los cuartos de final del último Masters 1000 de la temporada, donde ahora le espera Daniil Medvedev (4-6, 6-1, 6-3 a Sebastian Korda). El francés le regaló a una grada enfervorizada un partido rebosante de magia y clase para despedir al español, que llegaba al cruce subido a una ola de confianza de la que se bajó súbitamente: tras perder el primer set, Alcaraz mandaba 5-0 en el segundo… que dejó escapar incomprensiblemente encajando un doloroso 7-0 de parcial mientras los aficionados cantaban, gritaban y bailaban sin límites.  

Cerca de las 11 de la noche, la hora a la que dio comienzo el encuentro tras pagar el retraso acumulado de la jornada, más de 10.000 personas poblaban las gradas del antiguo Palacio de los Deportes de París pidiendo diversión, espectáculo, marcha de la buena. Y Gaston, que al ganar a Pablo Carreño el miércoles se aseguró entrar al top-100 con 21 años, le regaló al gentío una actuación formidable durante casi dos horas, el tiempo que duró el mal trago de Alcaraz.

A palo limpio, sin respirar medianías, el español asaltó el duelo asombrado por el ambiente, clásico de un partido de la antigua Copa Davis. Dos veces se colocó Alcaraz por delante (3-1, 4-2), pero ninguna fue capaz de consolidar esa ventaja ganando su saque (3-2, 4-3). En consecuencia, se metió en un buen problema. Gaston, que se había estado defendiendo con instinto felino, nutriéndose de la fuerza de su contrario para lanzarse al contraataque, empezó a gustarse y terminó descubriendo el repertorio de un virtuoso: una dejada por aquí, un ángulo corto por allá, un botepronto camino de la red… hasta que amarró el primer parcial viniendo desde atrás (llevándose cuatro juegos consecutivos, de 2-4 a 6-4) para encaminarse hacia la victoria.

Entonces, el español volvió a empezar y recuperó la calma para jugar con valentía y puntería. En un parpadeo, apenas 20 minutos, estaba 5-0. Con todo de cara para empatar el partido, Alcaraz se derrumbó. Primero, perdió dos oportunidades de cerrar con su saque el parcial (5-1, 5-3). Segundo, vio cómo Gaston ponía el 5-5 y se desataba otra vez. Tercero, perdió 17 puntos seguidos para acabar encajando un parcial de 0-7. Su final en París, un buen aprendizaje para lo que tiene por delante en su carrera.