China no quiere perder la oportunidad de hacer historia con los Juegos Olímpicos de Invierno y ya ha comenzado a implantar nuevas medidas para frenar cualquier posible aumento de casos de coronavirus. La capital, Pekín, es la principal ciudad a proteger para que el evento no corra peligro entre el 4 y el 20 de febrero. El gobierno asiático, consciente de que puede convertir su capital en la primera que celebra Juegos de verano e invierno, ha apostado por confinar territorios a 90 días del gran inicio.
Los datos aportados por las autoridades no son del todo alarmantes comparados con los que se toman como referencia en Europa, pero la cita olímpica no permite la más mínima calma ante el temor a una nueva expansión del virus. China ha cifrado, teniendo en cuenta que sus datos suelen ir a la baja, cerca de 44 casos de la Covid-19 en las últimas dos semanas. en territorios como Mongolia Interior, Ghizou, Gnasu o Shandong. A finales de octubre, la cifra en Pekín era de unos 20 positivos. Y la media de los últimos siete días, según los datos ofrecidos, ronda los tres casos en
España, por ejemplo, ha confirmado algo más de 3.000 casos en las últimas 24 horas y su incidencia acumulada se queda en algo más de 50 por cada 100.000 habitantes con un contexto de medidas restrictivas mucho menores. En Pekín, por el contrario, ya han tomado cartas en el asunto con la limitación de viajes y la prohibición de entrada en la ciudad si se procede de una zona de riesgo. El rebrote, que hace apenas una semana se cifró en menos de 700 casos en todo el país asiático, espera ser contenido lo antes posible y las autoridades incluso han pedido a la población que se confine y haga acopio de alimentos por posibles nuevas restricciones.
Por delante quedan 90 días para llegar con cero contagios en Pekín. Unos datos que confirmarían la seguridad absoluta en las instalaciones olímpicas y que mejorarían la imagen de China desde el inicio de la pandemia del coronavirus. Superar la organización de Japón, plagada de polémicas y con gran parte de su población en contra, y hasta esquivar el boicot del Parlamento Europeo son dos de los triunfos extra que tiene China con Pekín 2022.
Los rebrotes crean miedo
La gran preocupación del gobierno central es la de que los rebrotes puedan extenderse por todo el territorio hasta alcanzar datos de hace meses. Este aumento de casos comenzó hace algo más de dos semanas, a mediados de octubre, tras una excursión de jubilados que acudieron a zonas turísticas de varias ciudades. Mientras todo Pekín tenía 20 casos activos y 11 provincias detectaban rebrotes de este estilo, se produjo la primera gran decisión en el aspecto deportivo: suspender la maratón.
La maratón de Pekín, una de las referentes con 30.000 personas participantes en esta ocasión, se ha quedado sin fecha fija en el calendario y no se celebrará hasta que no haya seguridad sanitaria total. Teniendo en cuenta que se iba a desarrollar el 31 de octubre y que tras dicha fecha se han anunciado nuevas restricciones, su disputa está más cerca de la cancelación definitiva.
La burbuja de la organización
Pekín y el COI cuentan a su favor con el éxito organizativo que supusieron los Juegos Olímpicos 2020 en Tokio. Tanto a nivel olímpico como paralímpico se pudo controlar sin grandes complicaciones la burbuja y los contagios de deportistas que obligaran a cambiar el cuadro fueron más bien escasos. Sin embargo, fue entre los trabajadores externos donde más se extendió la Covid-19. Ese será justo el aspecto a mejorar por Pekín, que buscará superar a la organización nipona tal y como ya está comprobando en las medidas extendidas por todo el país.
Una de las claves del protocolo presentado entre Pekín y el COI es que no será obligatorio participar vacunado. Una condición en estos Juegos de Invierno que se repite respecto a los anteriores de verano y paralímpicos. Además, aquellos que tengan la pauta completa no deberán guardar ninguna cuarentena una vez estén en territorio chino, lo que supone un 'premio' a aquellos que viajen más seguros. Por el contrario, aquellos que no se hayan vacunado deberán estar 21 días de cuarentena en China.
Además, se tendrán que tomar la temperatura 14 días antes del viaje hacia territorio asiático y presentar dos PCR negativos de 96 horas previas a salir rumbo a Pekín. Una vez llegados a la capital china, a donde deberán ir con vuelos directos evitando escala en otras ciudades del país, entrarán en un circuito cerrado más conocido como 'burbuja'. No habrá contacto con gente del exterior, los deportistas completarán varios datos personales en una aplicación de control y podrán desplazarse en esta 'burbuja' cumpliendo las diferentes medidas impuestas por la organización.
Por último, cabe destacar que China no dejará que haya público extranjero. A diferencia de los Juegos de Tokio, donde no hubo público después de un par de variaciones en las expectativas de la organización, los Juegos Olímpicos de Invierno sí dejarán que los aficionados chinos puedan disfrutar en primera persona de las diferentes disciplinas.