133 días después, Rafa Nadal volverá a las pistas de tenis este viernes. Lo hará en el Mubadala World Tennis Championship, un torneo de exhibición que se celebra tradicionalmente en Abu Dabi y sirve como pistoletazo de salida para la pretemporada de 2022. El tenista balear se despidió en agosto del curso 2021 por una lesión de pie y regresa ahora con ganas de demostrar que sigue estando entre los mejores.
El foco está puesto en el Open de Australia, que comenzará el próximo 17 de enero, pero antes hay que prepararse para el primer Grand Slam del año. En caso de Nadal será importante cómo regresa a la competición, sin dejar escapar este tramo final del año para empezar a coger sensaciones.
Nadal quiere dar portazo a un 2021 que está entre los peores años de su carrera. Por títulos y por las sensaciones. En los últimos doce meses ha estado perseguido por los problemas físicos, empezando con molestias en la espalda y acabando por la reaparición de una lesión pasada en el pie que le forzó a parar. Aquella lesión le obligó a renunciar a Wimbledon y los Juegos Olímpicos, en verano, y no ha querido forzar para llegar a la Copa de Maestros de la ATP y la Copa Davis.
En el Mubadala WTC tendrá rivales de categoría. Siendo cabeza de serie, está exento de jugar la primera ronda que se disputa este jueves. En el lado opuesto del cuadro se miden Taylor Fritz y Denis Shapovalov para obtener un billete a semis donde espera Rublev y en el otro habrá un enfrentamiento entre Daniel Evans y Andy Murray para definir el rival de Nadal.
El regreso de Nadal no se dará antes de este viernes a las 16:00 horas. Será una prueba al mejor de tres sets y con supertiebreak en caso de empate a una manga. Sin demasiadas exigencias, será una gran primera toma de contacto de Nadal para evaluar la recuperación de su pie.
Nadal busca llegar al Open de Australia con su movilidad de siempre. Álex Corretja lo explicaba así en Eurosport esta semana: "Lo que más me preocupa de la recuperación de Rafa son sus movimientos. Su movilidad sobre la pista, su intensidad, cómo se desplazará y cómo hará el apoyo cuando golpee la bola. Cuando se mueve bien, está apoyado con su revés y puede golpear bien el cruzado, cambiar el paralelo y llega para cambiar especialmente su derecha paralela y dominar, Rafa es casi imposible de batir. El problema es cómo llega a esa pelota para poder apoyarse y golpear bien. Ese medio segundo extra que necesitaría hoy es lo que más me preocupa. Lo demás, creo que es un tema de tiempo antes de que coja algo más de ritmo".
La verdadera prueba
Pero el torneo de exhibición no será la única prueba de Nadal de cara al Grand Slam. De hecho, el tenista español pisará antes tierras autralianas para disputar un torneo oficial en Melbourne. El pupilo de Carlos Moyá cambia su plan ya que desde 2017 no pisaba un torneo ATP 250 antes del Open de Australia. Lo más parecido fue su presencia en la ATP Cup de 2020. Y para encontrar la última vez que jugó, encima en el país aussie, hay que retroceder hasta 2007, cuando jugó el ATP 250 de Sidney.
Hay que decir que la prueba del ATP 250 tampoco será exigente a la altura de lo que habrá en el Open de Australia, puesto que los otros grandes nombres serán Grigor Dimitrov o Reilly Opelka, por ejemplo. Por tanto, Nadal no se verá con los Novak Djokovic, Daniil Medvedev o Alexander Zverev hasta la gran cita que puede suponer un hito en caso de victoria del Big Three en el Grand Slam.
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