El final del 2021 dejó claro que Carlos Alcaraz es un caballo ganador para España en el mundo del tenis desde ya. El número 33 del circuito ATP empieza su temporada debutando en el primer grande del año, el Open de Australia que seguirá marcado por la polémica con Novak Djokovic durante todo el torneo. El murciano precisamente se ha quitado su amenaza ya que estaba por su mismo lado del cuadro y aspira a derribar una nueva puerta.
No obstante, la inactividad del joven tenista nacional es evidente. Antes del choque de este domingo por la noche, no jugaba un partido oficial desde el pasado 13 de noviembre ante Korda en las Next Gen Finals. Los problemas físicos le obligaron a abandonar en el US Open y no pudo participar con España en la Copa Davis por dar positivo en coronavirus. Es una bestia competitiva y con eso supera cualquier duda.
Alcaraz es consciente de la dificultad de ponerse una expectativas demasiado altas, por lo que el mismo se marca una meta terrenal, estar en tercera ronda del Open de Australia y por tanto mejorar su resultado del curso pasado. Pese a ello, el murciano es ambicioso y "desea acabar la temporada en el Top 15 y, si se puede, clasificado para las ATP Finals", aseguró en declaraciones a Eurosport. Su figura sigue creciendo tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo.
La eclosión definitiva del jugador murciano durante el pasado año dibujó un horizonte tan alentador como ilusionante. Su meteórico ascenso en el ranking, no tan inesperado dadas sus enormes cualidades, vino aparejado de un estilo reconocible y espectacular, que convoca a todos los aficionados del tenis y acapara elogios por su rotundidad y valentía. Alcaraz está llamado, entre otros jugadores, a ser el relevo natural del Big Three que siguen conformando Roger Federer, Rafa Nadal y Novak Djokovic.
De promesa a realidad
Promesa. Esperanza. Embajador. Prodigio. Relevo. Elegido. Talento. Campeón. Futuro. Presente. Son términos que se han usado en los últimos meses para referirse a Carlos Alcaraz, un tenista que está llamado a marcar una época en este deporte. Esa línea que marca el éxito del fracaso es aún más delgada en esto del tenis. La madurez psicológica con la que afronte el murciano esta campaña en la que todo el mundo espera su asentamiento en la élite será clave.
Alcaraz, que retrasó su llegada a Australia para preparar a conciencia en Villena, con Juan Carlos Ferrero, el torneo y la temporada, se entrenó estos días en Melbourne con dos top como Rublev y Zverev, y espera mejorar su resultado de 2021. Las expectativas reales están más allá de esa tercera ronda que se ha marcado, aunque eso habla muy bien de su madurez porque quizá es el lugar que debería ocupar a sus 18 años.
En el camino de Carlos, si avanza, por ranking estarían Fucsovics en segunda ronda, Berrettini, a quien ganó el año pasado, en tercera, Norrie o Carreño en octavos, Garín en cuartos y Zverev o Nadal en semifinales antes de una final, que sería increíble para él, ante Medvedev. Es una utopía pensar que el joven tenista puede llegar a este punto. Pero su talento invita a soñar con todas las posibilidades.
La temporada
Alcaraz cerró 2021 con 32 triunfos y 17 derrotas, registro que le convirtió en el tenista más joven en ganar más de 30 partidos desde que lo hiciera a la misma edad Andrei Medvedev, con un balance de 32-11 en 1992. Por agrandar el contexto, Nadal acabó con 30-17 en 2004, su primer año en la élite. La firmeza de los números refiere a la singularidad de Alcaraz. Nada en él es normal. Tampoco su tenis. Esos números le marcarán en este 2022 para tratar de mejorarlos.
Pero hay varios aspectos en los que todavía tiene que progresar. El más importante quizá sea el físico. Ya no es un niño y se nota: está más fuerte y musculado que hace unos años. Esa es la base, pero lo que le hace ser un tenista diferencial es el aspecto psicológico.
Lo sucedido en Paris-Bercy ha sido trascendental. Con 5-0 arriba, Hugo Gastón descompuso al español que se vio bloqueado mentalmente al tener al público en contra y al no encajar buenos puntos. Esa experiencia será un punto de inflexión para el resto de su carrera.
Detrás de un fenómeno como el jugador de El Palmar hay un gran equipo de trabajo con Ferrero, su agente Albert Molina, los fisioterapeutas Juanjo Moreno, Sergio Hernández y Fran Rubio, el médico Juanjo López, los preparadores físicos Álex Sánchez y Alberto Lledó, y una Academia Equelite que se vuelca día a día en darle todas las facilidades. Además, la figura de Juan Carlos se antoja fundamental para que el paso adelante en esta temporada 2022 vaya por buen camino.
Alcaraz ya ha comenzado su nuevo año y lo ha hecho con victoria; la primera de las muchas que se esperan. La misma nación que un día vibró, y ojalá siga vibrando, con cada final de Rafa Nadal, se está preparando para hacerlo con este joven murciano que rompe todos los récords de precocidad.
[Más información: Carlos Alcaraz, el maestro con piel de niño: el 2021 confirma al relevo de Rafa Nadal en el tenis español]