La organización del Open de Australia ha mostrado su respeto a "la decisión del Ministro de Inmigración y la conclusión del Tribunal Federal de Australia" de deportar a Novak Djokovic, número uno del mundo, por no estar vacunado contra la Covid-19. En un comunicado oficial, lamentan "profundamente el impacto" que ha supuesto toda la polémica en el resto de jugadores y piden centrar la atención en la competición.
La junta directiva de Tennis Australia, en la nota emitida en alusión a Novak Djokovic, no cita en ningún momento al jugador serbio. El organismo subraya que "respetan la decisión del Ministro de Inmigración y la conclusión del Tribunal Federal de Australia" de expulsar a 'Nole' y que su "prioridad siempre ha sido organizar uno de los mayores eventos deportivos del mundo" asegurando "la mejor experiencia posible" a todas las partes.
El torneo confirma que "los recientes acontecimientos -en relación a la expulsión de Djokovic- han supuesto una importante distracción para todos" y lamentan "profundamente el impacto que han tenido en todos los jugadores". "Siempre hay lecciones que aprender", han reafirmado sobre la polémica generada entre los tenistas y la propia organización.
Esas palabras, que se pueden entender como una ligera autocrítica, han ido acompañadas del anuncio de que revisarán "todos los aspectos" de su "preparación y ejecución para informar" de la planificación de la manera correcta en la próxima edición. Pese a este reconocimiento de algún fallo, "la Junta Directiva y las asociaciones miembro elogian al Director General de Tennis Australia" por su gestión.
"El Open de Australia es un escaparate de Melbourne y de Australia y es muy querido por los jugadores de todo el mundo", han reconocido desde la organización. Por esta razón, "durante el último año" se ha trabajado "estrechamente con el gobierno federal y el de Victoria" con el objetivo de ofrecer un torneo "seguro", algo que en situación de pandemia es "profundamente exigente".
"Australia tiene una fuerte y orgullosa tradición tenística, y ha sido fantástico ver al público animar a los mejores jugadores del mundo en los días previos y durante la apertura del Open de Australia". Tras la deportación de Djokovic, el único objetivo de la organización es que toda la atención "se centre ahora en el juego que tanto" apasiona.
Un caso mundial
La deportación de Novak Djokovic se ha convertido en tema principal desde que estallara el caso. El tenista pasó de dejar en el aire su participación ante su rechazo a la vacuna obligatoria a poder jugar gracias a una exención. Ese subterfugio generó cierto enfado entre la ciudadanía australiana y algunos tenistas. Y, al aterrizar en suelo australiano, las autoridades denegaron la entrada al serbio.
Djokovic, que en un primer momento estuvo aislado en un hotel, ganó la primera vista con el juez Kelly y pudo entrenar al aire libre. Después de ser incluido en el cuadro del torneo, el Gobierno continuó con su plan para deportarle y defendió su postura alertando de que, en caso de que Djokovic participara, podría extenderse una actitud de incumplimiento de las medidas contra la Covid. Finalmente, Djokovic fue expulsado y recibido en su Serbia natal como un héroe nacional.
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