El mundo del tenis ha recibido en las últimas horas una noticia realmente difícil de gestionar y de digerir. Tiene que ver con la situación que está atravesando la Federación de Hungría y con su última participación en la Copa Davis. El combinado húngaro se clasificó para la fase final y tuvo que viajar a Turín, una de las sedes elegidas, para disputar los partidos correspondientes de su grupo.
Sin embargo, todo hace indicar que se produjo bajo ciertas irregularidades. Así al menos lo cree la comisión que ha abierto una investigación para esclarecer las condiciones sanitarias en las que llegó el equipo a la ciudad italiana. En las últimas horas ha cogido fuerza la versión que apunta a que pudieron ser falsificadas varias pruebas PCR para acelerar todo el proceso de entrada en el país sin sufrir percances de última hora.
En estos momentos, la MTSZ investiga si su cuerpo médico emitió el pasado mes de noviembre pruebas falsas para que los jugadores y el cuerpo técnico pudieran llegar hasta Turín y enfrentarse a Croacia y Australia sin tener que esperar a dar los pertinentes negativos. Con ello eliminaban el riesgo a tener bajas por contagios.
A pesar de que Hungría sí jugó la fase final en Italia, el resultado no fue para nada positivo. Cedió en las dos eliminatorias que disputó frente a croatas y australianos. Solo consiguió ganar dos partidos y perdió cuatro, por lo que su aventura en la fase final de la Copa Davis duró realmente poco. Aun así, no ha quedado exenta de polémica.
La MTSZ, en investigación
La Federación de Tenis de Hungría ha abierto procedimientos disciplinarios tal y como han reconocido a través de un comunicado oficial. El objetivo es descubrir qué ha sucedido con esas famosas pruebas PCR que se apuntan como falsas y que eran claves para poder garantizar su entrada en el país itálico.
Todo ha surgido a raíz de unas informaciones publicadas por el diario Nepszava y que han obligado a la Federación a abordar este peligroso frente. Además, la MTSZ ha indicado también que iniciará acciones legales contra aquellos que hayan cometido las diferentes irregularidades médicas en caso de que así se demostrase. En caso contrario, los señalados serán los creadores de esas informaciones que han revolucionado la tranquilidad del tenis húngaro.
"La Federación cooperará plenamente con las autoridades investigadoras e informará al público de los resultados de la investigación". Así lo anunció la propia MTSZ que está en contacto continuo con las fuerzas de seguridad y del orden, quienes se han puesto al frente del caso para intentar esclarecer cuanto antes lo sucedido.
El delito en cuestión habría sido la emisión de pruebas falsas para jugadores tanto profesionales como juveniles y para miembros del cuerpo técnico. El equipo húngaro de Copa Davis estuvo formado por Marton Fucsovics, Attila Balazs, Fabian Marozsan, Zsombor Piros y Peter Nagy.
El médico, gran señalado
El diario Nepszava, que se ha encargado de destapar esta posible trama de corrupción deportiva y sanitaria, apunta al envío de un correo electrónico como la base de todo. Este mensaje habría sido lanzado desde la propia federación e iba dirigido a los padres de unos niños que iban a disputar una competición infantil en Austria, país que exigía una prueba PCR negativa para poder entrar. Mismo caso que en Italia.
Sin embargo, les pedían una serie de datos un tanto sospechosos con el objetivo de resolver el asunto de una forma rápida e intentando que los jugadores tuvieran que ahorrarse el hecho de pasar la prueba por miedo a inoportunos negativos. Este habría sido el origen de una trama que habría terminado llegando incluso al equipo nacional de Copa Davis y a su cuerpo técnico.
La investigación se acentúa después de que la conocida universidad de medicina de Semmelweis decidiera romper su colaboración con la Federación tras tener sospechas fundadas de otro posible escándalo. Ellos mismos descubrieron a través de una investigación que se habían emitido resultados negativos de pruebas PCR a miembros de la Federación húngara en nombre del centro. Sin embargo, esas mismas pruebas nunca se habían realizado en su laboratorio.
Después de hallar esta importante irregularidad decidieron dar por finalizada su relación con el médico que había sido el encargado de firmar estas pruebas y, por tanto, el responsable de que esos test falsificados llegaran hasta la Federación. Habían partido supuestamente desde la Universidad, lo que les incluía de lleno en la trama de falsificaciones.
Ahora, quien se encuentra en esa fase de investigación, junto con las autoridades, es la propia Federación. El principal señalado del caso es el responsable máximo del equipo médico, quien de momento queda como el posible cabecilla de la supuesta emisión de esas pruebas falsas para evitar que los jugadores y el cuerpo técnico tuvieran problemas a su llegada a Turín. Hay que recordar que muchos jugadores dieron positivo antes de que arrancaran la competición y no pudieron ayudar a sus países. España sufrió el caso de Carlos Alcaraz en primera persona.
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