La organización de Roland Garros ha confirmado que Novak Djokovic podría jugar el torneo según las actuales medidas sanitarias. Sin embargo, ha recordado que todo puede cambiar de un mes a otro metiendo presión al tenista serbio. El torneo de tenis francés, cabe recordar, fue uno de los primeros que prohibieron su participación al no haber recibido ninguna pauta de la vacuna contra la Covid-19.
Durante la presentación de la próxima edición del abierto de tierra batida, los principales rostros de la cúpula de Roland Garros han detallado cómo será esta nueva edición. Una de las novedades estará en que los tenistas rusos y bielorrusos solo podrán competir si lo hacen como jugadores neutrales, sin ningún símbolo característico de su país. La otra es que Novak Djokovic podrá jugar, al menos de momento.
La directora de Roland Garros, la extenista Amélie Mauresmo, ha celebrado que el serbio vaya a estar en un gran cartel. Sin embargo, sus palabras han sido matizadas rápidamente por cargos superiores. La secetaria general de la Federación, sin ir más lejos, ha subrayado que han "aprendido a ser extremadamente prudentes" y que "de mes en mes las cosas pueden cambiar".
De igual manera, el presidente de la Federación Gilles Moretton ha indicado que "todavía hay un virus circulando" y que hay "que tener cautela". "Si volviesen a ocurrir cosas y el gobierno decidiese tomar nuevas medidas, nosotros no podríamos desmarcarnos de ellas", han defendido los altos cargos del ente federativo.
Una manera de advertir a un Novak Djokovic que pasó de ver Roland Garros como uno de los torneos impulsores de su veto a un Grand Slam que competir para seguir en lo más alto de la clasificación. "Por el momento", como reconocen desde la organización, tanto no vacunados como rusos y bielorrusos podrán competir. Cualquier cambio, eso sí, es posible de aquí a que comience el torneo el 22 de mayo. Europa sigue siendo el escenario en el que Djokovic puede continuar con su carrera.
Francia, de la nada a todo
El país galo actualizó su normativa contra la Covid-19 al poco tiempo de que Australia deportara a Novak Djokovic. El país expulsó al tenista serbio no por no estar vacunado, sino por verle como un peligro para la sociedad por impulsar teorias contra la vacunación. Una crisis que ya forma parte de la historia de tenis y que cambió por completola planificación del serbio.
Tras ese varapalo, Roland Garros anunció que Djokovic no podría competir. Francia instauró el pasaporte Covid obligatorio para acceder a diferentes instalaciones, entre ellas las deportivas, y dejó sin opción alguna de competir al jugador serbio. Esa medida restrictiva, sin embargo, no ha durado demasiado y apenas dos meses después ha desaparecido.
Recuperarla, como indican, dependerá de los resultados de contagios que haya en el país. Novak Djokovic espera atento esas medidas. Y, mientras tanto, reafirma su postura: "Mi cuerpo es más importante que cualquier título".
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