Jessica Pegula está viviendo una semana de ensueño en este Mutua Madrid Open 2022. Siempre le han acusado de haberlo tenido demasiado fácil, pero en la Caja Mágica ha encontrado el lugar donde hacer desaparecer los mitos y dejar de ser una niña de papá. Disputa la final del cuadro WTA ante Ons Jabeur en el que podría conseguir su primer título de categoría 1000. La estadounidense dice haber llegado "a base de trabajo y determinación", aunque su condición de familia no dice lo mismo.
Según informes de Forbes, el patrimonio neto de Jessica es de más de tres millones de euros, algo muy subjetivo teniendo en cuenta a qué familia pertenece. Terrence Pegula hizo su fortuna en el negocio del fracking antes de vender la mayor parte de su compañía de petróleo y gas East Resources por más de 4.000 millones de euros. Usó 1.400 para comprar los Buffalo Bills de la NFL y 189 para hacerse con el equipo de la NHL de la misma ciudad, los Sabres.
Pero Pegula, que tuvo todo tipo de facilidades para comenzar su carrera con solo siete años, también tuvo que superar una importante cirugía de rodilla y cadera al final de su adolescencia y principios de los 20 que requirió una extensa rehabilitación antes de finalmente ingresar a la élite. Ya se conoce lo costoso que es iniciar una carrera para un joven tenista. Jessica lo tenía todo en su mano. Ahora tiene la oportunidad de responder a todos aquellos que la ven como la tenista que tuvo un simple capricho.
Su humildad
Pegula ha explicado en varias ocasiones que se ha sentido cohibida por la riqueza de su familia, preocupada de que pueda incomodar a otros. "Tal vez estaba tratando de ocultarlo un poco. Creo que lo fui aceptando, pero hasta que me sentí más cómoda y supe que estaba haciendo el trabajo duro, no me fue todo lo bien que podía. Tengo una historia diferente, pero tal vez sea una gran historia. No me gusta alardear y creo que es por eso por lo que también he podido tener éxito", exponía la tenista hace un tiempo.
Terry y su esposa, Kim Pegula, que nació en Seúl y creció en Fairport, Nueva York, compraron los Buffalo Sabres de la NHL en 2011 cuando Jessica cumplía 17 años. Poco después comprarían los Bills, en 2014. No fue hasta entonces que Jessica se dio cuenta de la fortuna de su familia, pero eso no cambió lo que sentía por el tenis. "Siempre he estado súper motivada, antes de los Bills y el dinero", aseguraba la tenista.
"Me han dado esta increíble oportunidad. ¿Por qué querría sabotear eso si realmente amo lo que hago? No rehuyo el hecho de que la gente no tenga tantas oportunidades, y creo que la gente se está dando cuenta de que es importante darles a todos las mismas oportunidades. Pero no elegí la vida que se suponía que debía tener. Naciste en eso, y creo que a todos se les reparte una mano diferente", reflexiona en una entrevista para The New York Times.
Jessica podría dar una vuelta en el superyate de su padre de 16 millones de euros. Es más rica que Roger Federer, Serena Williams y Maria Sharapova juntos. Hubiera sido fácil para Pegula haberse retirado tras su crisis de lesiones. Lo pensó, pero no se rindió. Así lo explica su antiguo entrenador Michael Joyce: "Podría haber tirado la toalla y el hecho de que siguiera regresando fue especial. Mucha gente habría dicho: Al diablo con esto, ya terminé. Especialmente en su posición".
Las lesiones
La tenista de 28 años se ha hecho un nombre como tenista profesional desde 2011. Solo ha conseguido ganar en el Citi Open de Washington DC en 2019, superando a Camila Giorgi en la final. Ha llegado a finales en Quebec en 2018 y Auckland en 2020, donde perdió ante Serena Williams. Hasta llegar al punto de alcanzar esta final de Masters 1000, Pegula tuvo que superar varios baches en el camino en forma de problemas físicos.
Tuvo que enfrentarse a una cirugía de rodilla en 2014, una lesión en la pierna en 2016 y una cirugía de cadera en 2017. Dadas las lesiones, las decepciones en finales anteriores y todo el tiempo perdido en la cancha, Pegula comenzó a preguntarse si podría ganar algo importante en algún momento. Comenzó a trabajar con un nuevo entrenador en David Witt, quien anteriormente trabajó con Venus Williams, y ganó cinco partidos en siete días en Washington, donde terminaría ganando.
En 2016, el anuncio de la retirada de Jessica Pegula parecía inevitable. En el US Open, ganó su partido de primera ronda desde que una lesión en la rodilla la había hecho descarrilar su progresión tres años antes. Pero apareció su problema en la pierna derecha y en la cadera que le obligaría a parar casi durante un año. "Ni siquiera sabía si quería volver", explicaba sobre su situación durante esos meses. Incluso la familia de Pegula se preguntaba cuánto tiempo más podría aguantar.
Seis años después, Pegula tiene la posibilidad de conseguir su primer Masters 1000 en Madrid. Una vez ha aceptado su posición familiar, se ha acercado más a los negocios familiares y también ha arrancado los suyos propios, Jessica ha alcanzado el grado de madurez necesario para ser la tenista que siempre quiso. La confirmación puede llegar si sale ganadora de la Caja Mágica.
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