Otra decepción para Garbiñe Muguruza en un año que se ha empezado a convertir en una especie de pesadilla. Y eso que prometía ser todo lo contrario después de acabar 2021 con uno de los mayores logros de su carrera: ganar las WTA Finals (o torneo de 'Maestras'). En Roma, este miércoles, se despidió en su debut.
Muguruza volvió a caer a las primeras de cambio, ahora en el Foro Itálico. Cayó contra la kazaja Yúliya Putintseva, número 40 del mundo, a la que llegó a tener por debajo con 6-3 y 5-3. Pero ese juego que le faltaba a la española para ganar el partido no se materializó y acabó cediendo los dos últimos sets 6(4)-7 y 1-6.
Una de las derrotas más duras de Muguruza ponen en alerta sobre el momento que atraviesa. Lo de Roma confirma lo visto en Indian Wells y en Madrid, los últimos torneos que ha disputado la tenista hispano-venezolana hasta el Masters 1.000 que se celebra esta semana.
Y eso que su inicio de partido este miércoles fue prometedor, con buenas derechas y buenos servicios. Pero en el momento en el que se dejó llevar, al final del segundo set, su rival lo aprovechó para resaltar los males que han acompañado a Garbiñe en otros puntos de su trayectoria deportiva.
Estaba jugado bien, segura. Pero pequeños detalles empezaron a derrumbar en el segundo envite lo conseguido en el primero. Y eso que lo encarriló bien en el comienzo, con un break con el que puso dos juegos de por medio, pero que rápidamente Putintseva recuperó. El set se fue al tie-break, Garbiñe sólo miraba su raqueta entre punto y punto, como si supiera lo que iba a pasar. El desempate fue para la kazaja, aún quedaba un tercer set. Pero Garbiñe ya estaba sumida en su propia lucha.
El drama sobrevoló el Grand Stand Arena, donde se disputó el choque, tras dos horas y veinte minutos. La española fue incapaz de parar las acometidas de su rival y vio cómo se le escapaba, en media hora, un partido que en el primer set nadie hubiera dicho que podría perder.
Muguruza ha perdido más partidos de los que ha ganado en 2022: 7 a 6. Sídney, Open de Australia, Dubái, Doha, Indian Wells, Madrid y ahora Roma. Solo en Doha ganó dos partidos, siendo eliminada en segunda ronda o en su debut en el resto de sus participaciones.
Todo empezó en Australia
El año arrancó torcido en la gira australiana. Muguruza se plantó en el país oceánico con la motivación de volver a luchar por un Grand Slam. Pese a perder en Sídney, era la tercera cabeza de serie en el Open de Australia. No pasó de segunda ronda, lo cual pudo estar justificado por el hecho de que todos los miembros de su equipo contrajeron el Covid excepto ella: "Ha sido un inicio de año estresante", analizaba en enero.
Tras pasar por Emiratos Árabes Unidos y Catar, su siguiente gran reto era Indian Wells. Perdió en su estreno ante Riske (0-6, 6-3 y 6-1) y luego reveló que padecía una lesión de hombro. Su problema físico le apartó de Miami, Charleston y el Países Bajos - España de la Billie Jean King.
Y reapareció con muchas ganas en el Mutua Madrid Open, un torneo que reconocía que cada año le generaba cierto estrés. Y volvió a decepcionar al perder en segunda ronda contra Kalinina (6-3 y 6-0). "No sé exactamente lo que ha fallado. Este torneo me cuesta. Cada vez digo, a ver si este año...", decía tras el partido en el que cayó eliminada.
Causas externas, desconexiones en la pista y una lesión han esfumado el efecto generado por Muguruza tras ganar las WTA Finals en Guadalajara el 18 de noviembre de 2021. 176 días han pasado y la diferencia entre ese punto y el actual es radical. Garbiñe vuelve a batallar contra ella misma y tiene que vencer para estar arriba.