Marta Kostyuk ha querido entrar de lleno en uno de los grandes debates que hay abiertos en el mundo del deporte y en especial del tenis. Es el de la supuesta igualdad que debe reinar en los premios que se reparten. En este caso, en aquellos torneos que se celebran en condiciones más o menos similares entre hombres y mujeres.
La joven jugadora ucraniana de solo 19 años ha tomado la palabra en sus redes sociales donde ha mostrado su cara más reivindicativa y luchadora. Una posición que le ha provocado también encontrar importantes críticas respecto a su discurso. Cierto es que existen deportes que están trabajando en ese intento por encontrar un equilibrio entre lo que se llevan los deportistas masculinos y lo que se embolsan las jugadoras femeninas.
Ahora, con motivo de la llegada de la gira de hierba como preparación del tercer Grand Slam de la temporada, Wimbledon, se ha producido un nuevo conflicto. El que ha destapado esta jugadora que no está teniendo una temporada fácil debido a la situación que vive su país, en guerra con Rusia desde la invasión de las tropas de Vladímir Putin.
Kostyuk ha querido comparar los premios que otorgan torneos como Halle, en categoría masculina, y Berlín, del circuito femenino. Ambos son dos eventos que coinciden en el calendario y que tienen la misma categoría, son dos ATP500. Incluso se encuentran en el mismo país, Alemania. Sin embargo, las diferencias en su prize money son bastante notorias.
La crítica de Kostyuk
La joven jugadora ha decidido alzar la voz ante lo que ella considera una importante injusticia y que hace retroceder varios pasos el avance de las mujeres en la lucha por igualdad. La mayor diferencia se encuentra en las gratificaciones económicas que reciben los ganadores de ambos torneos.
En Halle, el jugador que termine levantando el título recibirá un total de 399.170 euros. Sin embargo, la tenista que se proclame ganadora en Berlín solo recibirá 93.000 euros. Es decir, un premio que es cuatro veces menor entre dos torneos que tienen la misma envergadura.
Por si esto fuera poco, la diferencia es tan grande que con llegar en el torneo para hombres a los cuartos de final ya se recibe un premio similar al de la campeona en Berlín. No obstante, la capital germana ha aumentado su prize money para esta temporada y la ganadora casi doblará lo recibido el pasado año, cuando el primer premio era de 55.300 euros.
Marta publicó esta crítica a través de sus redes sociales acompañada del mensaje: "¿De verdad somos tan malas?". Además, añadía una serie de emoticonos que dejaban patente su incredulidad ante una situación que para ella es alarmante. Especialmente en una época en la que el tenis avanza cada vez más hacia la igualdad.
El tenis es un universo que, dentro de las posibles discriminaciones que todavía queden por resolver, mejor trata a las tenistas y a sus estrellas. De hecho, entre las 10 atletas mejor pagadas del mundo se encuentran varias jugadoras del circuito profesional. Galácticas de la talla de Naomi Osaka, Serena Wiliams, Garbiñe Muguruza o la ya retirada Ashleigh Barty, exnúmero uno del mundo y que decidió apartarse de las pistas después de atravesar un mal momento psicológico.
Sueña con la élite
Para Marta, esta situación ha sido merecedora de alzar la voz para criticar una diferencia que, con los números en la mano, es muy grande. Sin embargo, se adentra de lleno en otro debate y es en el de la capacidad para generar de unos deportistas y otros. La mayor defensa que tienen estos premios es que, hoy por hoy, el circuito masculino genera mucho más interés e ingresos de los que consigue el femenino. Por lo tanto, los premios que reparten son mayores.
La tenista ucraniana ya ha dejado patente su carácter con esta reivindicación que se ha viralizado tanto en redes sociales como en todos los medios informativos del mundo. Kostyuk, que está realizando una buena temporada hasta el momento, busca hacerse un hueco entre las mejores del mundo. Actualmente se sitúa la 78 del ránking, aunque ha llegado a colarse entre las 50 mejores con solo 19 años.
Por ahora está buscando situarse y asentarse en los cuadros finales de los torneos más importantes del mundo. En Australia consiguió llegar hasta la tercera ronda donde cayó eliminada en una durísima batalla contra Paula Badosa. El año pasado llegó hasta la cuarta ronda de Roland Garros y en su palmarés acumula ya cinco títulos ITF mientras se prepara para conquistar su primera corona WTA. Un éxito que espera alcanzar este curso y que dedicaría a toda su gente que tanto está sufriendo en este aciago 2022 para Ucrania.