Rafa Nadal intentará buscar aún más épica en Wimbledon. El jugador de tenis español se clasificó para la semifinal del Grand Slam derrotando a Taylor Fritz después de sufrir una lesión en su abdomen. Sabía que tenía una rotura desde el momento en el que la sintió, pero no conocía su alcance. Los médicos han corroborado tras las pruebas a las que se ha sometido en la mañana de este jueves que sufre una rotura de siete milímetros en uno de los músculos. El manacorí quiere disputar el partido ante Nick Kyrgios este viernes.
"Estoy preocupado", repitió Nadal varias veces durante la rueda de prensa. "Estoy acostumbrado a jugar con dolor, pero cuando siento algo como lo de hoy, sé que algo no está bien. Lo arrastro desde hace una semana, pero lo de hoy ha sido bastante peor", explicó. No es la primera vez que le golpea duro el abdominal. Hace tres años, un desgarro ya le obligó a retirase en las semifinales de Paris-Bercy y condicionó luego su actuación en las ATP Finals. En 2009 tuvo otra rotura de seis milímetros (que se convirtieron en 26) en el US Open, Del Potro le barrió y estuvo fuera de las pistas un mes.
En cualquier caso, Nadal se ejercitó desde las 14:00 horas junto a Marc López. Las sensaciones que extraiga de esta sesión serán definitivas para tomar una decisión, aunque su intención en todo momento es jugar. Tenía programado un entrenamiento en la Pista 10 del All England Tennis Club, pero que han preferido irse a las canchas del Aorangi Park para tener más privacidad. El balear también reveló este miércoles que lleva toda la semana sin entrenar el saque porque arrastraba molestias.
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El espejo donde mejor podría mirarse Rafa es en Novak Djokovic, que terminó ganando el Open de Australia 2021 con una rotura en el abdominal de 2,5 milímetros. A lo que se expone Nadal es que se agrave, como al serbio, ya que la inicial, en su caso, fue de 1,7. "Debo tener la información correcta para tomar decisiones. Pero si hay algo más importante que ganar Wimbledon es la salud", remarcó en la rueda de prensa. Eso es lo que está haciendo este jueves.
Nadal movió cielo y tierra para darse la oportunidad de volver a jugar en Wimbledon por primera vez desde 2019. Así, 48 horas después de hacerse con la victoria en Roland Garros, el español se sometió en Barcelona a dos sesiones de radiofrecuencia pulsada para combatir la enfermedad de Müller-Weiss, una displasia del escafoides tarsiano que sufre desde 2005 en su pie izquierdo, y que se ha vuelto intolerable tras la pandemia de la Covid-19.
Como demostró ante Fritz en cuartos, Nadal puede entrar a discutir los peloteos perfectamente porque con la pelota en juego no tiene dolor ni limitaciones. Eso, claro, no será suficiente para vencer a Kyrgios: el español necesita el saque. Es el golpe al que más le afecta esta lesión. Habrá que ver qué decisión termina tomando, aunque por ahora no piensa cambiar. Tendría que sentir un dolor muy fuerte para cambiar de opinión.