Nadal y Alcaraz, distintas dinámicas y mismos objetivos: ganar el US Open y lograr el número 1
El balear llega con un único partido de preparación tras su lesión, mientras que el murciano atraviesa una crisis de confianza y resultados.
30 agosto, 2022 02:15El US Open ya está aquí. El último Grand Slam del año da comienzo este martes para Carlos Alcaraz y lo hará el miércoles para Rafa Nadal, y los dos tenistas quieren que Nueva York sea el escenario en el que recuperen su mejor versión tras unos meses algo convulsos.
Ambos están en la terna de principales candidatos para llevarse el torneo y, además, podrían salir de Flushing Meadows como número 1 del mundo. Ahora mismo Nadal está tercero, mientras que Alcaraz es cuarto.
Precisamente Alcaraz, con tan solo 19 años, ha pasado de promesa a realidad del circuito gracias a su meteórica progresión en los últimos meses. Una progresión que, sin embargo, se ha visto frenada en los últimos torneos, donde no se ha visto su mejor tenis.
Deslumbró a principios de año, especialmente en el Open de Madrid, donde se hizo con el título (también ganó en Río, Miami y Barcelona) contra Zverev después de dejar por el camino al propio Nadal y a Djokovic, nada menos.
Ya venía asomando la cabeza entre los mejores, pero Madrid fue su consagración como uno de los mejores del mundo en un circuito que más allá del Big Three necesita caras nuevas que recojan el testigo. Sin embargo, tras ganar en Madrid llegó Roland Garros.
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Todo el mundo esperaba lo mejor del murciano en una superficie en la que se desenvuelve a las mil maravillas, pero esta vez se cambiaron las tornas. El propio Zverev, al que había ganado en Madrid, fue su verdugo en los cuartos de final del torneo parisino y dejó a Alcaraz lejos de la posibilidad de ganar su primer Grand Slam.
Un golpe duro porque además acabó tocado del codo derecho. Después de la arcilla llegó la hierba, superficie prácticamente desconocida para él. Sin apenas preparación antes de Wimbledon, el español pisaba Londres con mucha ilusión y sin ninguna experiencia.
Sinner, el verdugo
Las tres rondas previas las solventó con facilidad, más allá de un debut que se complicó contra Struff, pero entones llegó Sinner. En un duelo generacional, el italiano se impuso en octavos de final y Alcaraz tuvo que hacer las maletas.
En ese momento empezaron a surgir algunas dudas sobre su juego y su mentalidad en la pista. Dudas que se agrandaron en las semanas posteriores tras perder dos finales consecutivas en Hamburgo y Umag ante Musetti y, de nuevo, Sinner.
Había llegado a las dos finales, sí, pero las había perdido, y todavía se iba a poner peor. El Masters 1.000 de Montreal fue el momento más duro al perder en su debut ante Tommy Paul un partido que tenía prácticamente en sus manos. Después cayó en cuartos de Cincinatti ante Norrie, que ha sido la última preparación antes de un US Open en el que llega en plena crisis de confianza y resultados.
En lo que respecta a Nadal, el ganador de 22 Grand Slam tiene como principal amenaza las lesiones. Su mentalidad está fuera de toda duda, pero los distintos percances físicos que ha tenido este año le han mermado en diferentes ocasiones, lo que no le ha impedido ganar ya dos Grand Slam en lo que va de 2022 (Open de Australia y Roland Garros).
Pero menos de dos meses después de ganar en Melbourne sufrió una fisura en las costillas, lo que le hizo llegar justo a Madrid, donde perdió con Alcaraz. Su participación en Roma tampoco fue la mejor, ya que cayó en octavos ante Shapovalov.
En ese momento saltaron todas las alarmas porque Nadal empezaba a tener dolores cada vez más fuertes en su pie izquierdo debido a una lesión crónica y Roland Garros estaba la vuelta de la esquina.
Triunfo con lesión
A base de analgésicos y pinchazos para soportar el dolor, Nadal llegó a su torneo preferido entre las dudas por su estado físico y su favoritismo por haber ganado trece veces (hasta ese momento) el abierto francés. Sin embargo, Nadal se puso en 'modo Grand Slam' y fue pasando el rodillo en los primeros partidos.
Auger-Aliassime se lo puso muy crudo en la cuarta ronda, pero Nadal pasó para vérselas en cuartos con su archienemigo deportivo, Novak Djokovic. Tras un partido épico en el que Nadal acabó cojo, venció al serbio y accedió a cuartos de final. Una victoria agridulce porque el propio Nadal se mostró preocupado tras el encuentro por las cada vez mayores dolencias en su pie, llegó incluso a poner en duda su futuro.
Pero se recompuso para llegar a semifinales. En otro duelo durísimo ante Zverev, esta vez la suerte le sonrió a él, el alemán tuvo que retirarse del partido con una grave lesión de tobillo y Nadal pasó a la final justo antes de finalizar el segundo set.
La final fue otra historia, Ruud no fue rival y Nadal levantó 'La Decimocuarta' Copa de Los Mosqueteros. Había hecho dos de dos en los grandes del curso y Wimbledon parecía propicio para hacer el tercero.
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Llegó muy justo y casi sin preparación, porque tuvo que someterse a un tratamiento en su pie para poder llegar en condiciones a Londres. Y lo hizo. Fue de menos a más hasta que se encontró con Fritz en cuartos de final.
Tras un sufrimiento mayúsculo en la pista por un dolor abdominal, Nadal consiguió remontar el partido, pero las sensaciones en el abdomen no eran buenas. Tras unas horas de duda, al día siguiente Nadal se retiraba de las semifinales contra Kyrgios por una rotura fibrilar en las abdominales.
Esperanza para el US Open
Así, Djokovic se coronaba por séptima vez en el All England Club y Nadal comenzaba una recuperación que ha durado algo más de lo esperado en un primer momento. Prueba de ello ha sido que solo ha podido disputar un partido antes del US Open, en Cincinatti, donde perdió en su estreno ante Coric.
Un único encuentro parece poco bagaje tras una lesión antes de afrontar un Grand Slam, pero Nadal se ha enfrentado a otras situaciones similares en el pasado y ha conseguido salir a flote.
Así, tanto el balear como Alcaraz esperan que Nueva York les traiga mejores noticias que las últimas semanas, donde las dudas sobre su estado físico y sus resultados han sido constantes.