Carlos Alcaraz puso Nueva York en pie: todos sus puntos imposibles contra Tiafoe en el US Open

El US Open se rinde ante Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003). A sus 19 años, el tenista español ha alcanzado su primera final de Grand Slam. En Nueva York no veían algo así desde hace más de tres décadas, cuando un joven Pete Sampras reventó el torneo de Flushing Meadows con la misma edad.

La locura se desata con Alcaraz, que ha jugado las tres últimas rondas a cinco sets y cuyos partidos se han alargado hasta la madrugada neoyorquina. Pero a nadie le entra sueño viéndole jugar. Sus puntos imposibles son chutes de adrenalina que despegan a los aficionados de sus asientos.

En las semis contra Frances Tiafoe, el murciano dio un nuevo recital. Creo toda una galería de arte en forma de golpes de raqueta. Un despliegue total de físico, potencia y técnica que encandiló al público, incluida a la allí presente Michelle Obama. Su carrusel de puntazos es ya historia del 'grande' estadounidense.

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Empezó fuerte y en el primer set ya dejó acciones de lujo. Tiafoe, la revelación del torneo que eliminó a Nadal en octavos, planteó una batalla física extrema. Alcaraz tenía que llegar a bolas que parecían imposibles de alcanzar y medir en décimas de segundo la fuerza y dirección de su golpeo.

Uno de los mejores intercambios de ambos tenistas se produjo en el punto que puso el 6-6 del primer set. Tiafoe le movió de lado a lado y Alcaraz llegó a todas. Remató con un derechazo al fondo de la pista. La manga se iba al tie-break y la gente enloquecía.

Tras perder el primer set en la muerte súbita, Tiafoe siguió le llevando al límite en el inicio del segundo. Era el segundo saque de Alcaraz y el norteamericano ya había tenido un punto de break que remontó el español. En el desempate, con ventaja a su favor, Carlos dejó de nuevo un puntazo espectacular.

17 golpes y un vaivén de direcciones en los golpeos de los tenistas. Alcaraz volvió a salvar lo que parecía inviable y no así Tiafoe. Frances cruzaba la red tras perder el punto y no le quedaba más que sonreír ante lo ocurrido.

En el segundo y tercer set, Alcaraz no dio opción a Tiafoe. Pasó por encima de él (6-3 y 6-1) y sacó parte de su arsenal de mayor potencia. Era impresionante ver cómo también el equipo de Carlos formaba parte de ese furor general en la Arthur Ashe: su entrenador Juan Carlos Ferrero, su mánager Albert Molina, su fisio Juanjo Moreno y su médico Juanjo López Martínez.

En la cuarta manga, que acabó en otro tie-break vencido por Tiafoe, la fuerza del golpeo de Alcaraz seguía imponiéndose en la pista central del US Open. Incluso en los peores momentos, cuando su rival salvó un punto de partido y se vino arriba.

El partido duró casi cuatro horas y media y Tiafoe notó en su cuerpo el brutal esfuerzo físico realizado. No así Alcaraz. El español era capaz de todo, daba igual que en cuartos superara las cinco horas. Tenía gas y, sobre todo, hambre de rematar la faena y meterse en su primera final de Grand Slam.

El mejor punto de la manga definitiva fue un globo de Alcaraz. El gesto técnico era espectacular, más aún a medida que la bola se iba acercando a la línea de fondo. Cayó en el límite, mientras Tiafoe miraba desde detrás con impotencia. No había nada que hacer más que reconocer el sobresaliente tenis del español.

El valor de Tiafoe

El Alcaraz - Tiafoe es otro partido histórico del US Open se mire por donde se mire. Ganó y brilló más Carlos, pero hay que dar su parte de reconocimiento a Frances por lo que se vio en la pasada noche neoyorquina.

El tenista nacido en Maryland exigió a Alcaraz en lo físico como nunca nadie lo había hecho. Dejó también puntazos. Para enmarcar fue con el que salvó la primera bola de partido que tuvo el español. Sin esa genialidad, el encuentro hubiera acabado en el tercer set y hubiera durado dos horas menos. Tenis-espectáculo para placer del espectador.