La edición de 2023 se presentaba como una edición tranquila en el Open de Australia. Tras haber dejado atrás una serie de convulsos años llenos de polémicas como las extensas cuarentenas de los tenistas, los incendios o el sofocante calor, esta parecía regresar a la normalidad, pero no ha sido así.
Quién iba a decir que con tan solo cinco de días de competición, una nueva iba a saltar cuando menos se lo esperaba la organización. El desencadenante llegó tras el inacabable Andy Murray-Thanasi Kokkinakis y su finalización a las 4.05 de la madrugada. Una hora prácticamente impensable y más en un Grand Slam.
Eso desató las críticas de varios jugadores y alguna leyenda, que clamaron contra la organización y su manera de estructurar el partido. Encabezados por el ganador del partido, Andy Murray, otros también se unieron a sus palabras y pidieron más normalidad a la hora de fijar los horarios.
Sin embargo, no es la primera vez que sucede, pues el Open de Australia tiene la tendencia de acabar sus partidos a altas horas de la madrugada. Una supuesta tradición con la que quiera acabar los jugadores, que se muestran enormemente contrarios a esta práctica porque muchas de sus opciones de seguir avanzando se diluyen y más tras partidos de estas características.
A pesar del clamor general, ya que muchos tenistas se han mostrado contrarios a esta tendencia, desde el torneo no tienen pensado modificar sus horarios para darles el gusto de descansar más y preparar sus partidos con mayor antelación. Consideran que es imposible hacerlo de mejor manera.
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Clamor de los tenistas
Pocos se iban a imaginar la epopeya que realizó Andy Murray en Melbourne iba a traer consigo mucho de lo que hablar más allá de la increíble remontada frente al local Kokkinakis. El tanteo de 4-6, 6-7(4), 7-6(5), 6-3 y 7-5 hizo que el partido se prolongase más allá de las 4.00 de la madrugada en una maratón de más de 5 horas.
Una victoria que se prolongó hasta altas horas de la noche y que hizo que el británico y el australiano abandonasen poco antes del amanecer, ya que allí lo hace a las 6.00. Una situación que causó las críticas del exnúmero 1 del mundo, que se mostró muy contrario a ellas.
"No sé a quién le beneficia. Un partido así y vienes después del partido y la discusión es sobre esto", remarcó el británico poco después de terminar el partido más largo de su carrera como tenista.
"Si mi niño fuera recogepelotas y vuelve a casa a las 5 de la madrugada, como padre gritaría. No es beneficioso para ellos. No es beneficioso para los árbitros. No creo que sea genial para los aficionados y no es bueno para los jugadores", añadió visiblemente enfadado tras el horario.
Un desgaste psicológico, emocional y físico que pondrá a prueba en su próximo partido frente a Roberto Bautista. Además, el escocés lleva dos partidos ya yéndose al quinto set en larguísimos encuentros, lo que añadido a sus problemas, pues lleva prótesis de metal en la cadera, le ha hecho tener un menor periodo de recuperación respecto a su rival.
"Es una falta de respeto que el torneo nos tenga aquí hasta las 3 de la madrugada y no podamos ni ir a mear", agregó. Además, hay que apuntar que el duelo empezó a alrededor de las 23 de la noche, lo que ya de por sí es muy tarde para un partido que se puede prolongar a cinco sets.
El partido también tuvo repercursión en una de las leyendas del tenis como es Martina Navratilova. La ganadora de tres Open de Australia se mostró muy crítica con la organización y horarios nocturnos, a los que no dudó en criticar a través de sus redes sociales.
"Es esencial que creemos mejores reglas en el tenis con respecto al clima (luz y viento) y los tiempos de inicio o corte de los partidos. Murray y Kokkinakis terminarán alrededor de las 4 am. Es de locos, ningún otro deporte hace esto", replicaba Navratilova, dejando entrever su malestar con la decisión del Grand Slam.
Jamie Murray, hermano de Andy, propuso como medida eliminar un partido del turno anterior, sin embargo, fue rápidamente respondido por Craig Tiley, ya que no estaba nada de acuerdo con la idea del doblista y veía inviable que todo eso ocurriese, al menos, en esta edición.
Respuesta de la organización
Craig Tiley, director del torneo, dio la explicación y la razón por la que no pueden eliminar del Open de Australia varios partidos a lo largo del día, pues se quedarían cortos y habría grandes espacios entre unos y otros.
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"Fue un partido épico y cuando organizas un partido así justo antes de las 10 de la noche no esperas que dure cerca de seis horas. Lo hace, y cuando tienes 25 sesiones, dos semanas, cientos de miles de personas entrando a las instalaciones y a los mejores jugadores del mundo en un mismo lugar, es posible que tengas estos momentos", declaró la máxima autoridad del torneo.
No es la primera vez que un partido en el Open de Australia acaba a altas horas de la madrugada. En concreto, acumula tres de los cinco partidos que más tarde han finalizado en la historia del tenis, una cifra que indica lo tarde que empiezan allí las sesiones. El Lleyton Hewitt-Marcos Baghdatis acabó en 2008 a la 4.34 de la madrugada y es el segundo. El otro que también finalizó a una hora similar fue el Seppi-Reynolds en 2007 y terminó a las 3.34 horas.