Novak Djokovic se ha convertido en uno de los propios del tenis en la última semana. El tenista serbio fue vetado hace unos días para jugar en el primer Masters 1000 de la temporada, Indian Wells. Y, ahora, trata de buscar las últimas balas para poder estar en Miami y se ha encontrado unos curiosos aliados en su lucha por estar allí, especialmente en el ámbito.
La figura de Djokovic, sin quererlo, se ha convertido en un elemento más en la política estadounidense. El último en romper una lanzar a favor del serbio ha sido Ron DeSantis, gobernador de Florida y candidato a la presidencia de Estados Unidos en 2024. Una de las máximas autoridades en el estado donde se disputa el Masters 1000 de Miami ha querido defender a ultranza la presencia del número 1 mundial.
Sin embargo, DeSantis ha utilizado la figura de Novak Djokovic para cargar contra las políticas del Gobierno de Joe Biden, a las que considera como un "equivocado y poco científico requisito de vacunación". Dicho requerimiento finaliza el próximo 9 de mayo, provocando que se pierdan estas polémicas y que sea la última vez que 'Nole' se enfrente a las restrictivas. En cierto modo, ha encontrado a través del actual líder de la ATP una manera de allanarse la carrera hacia la Casa Blanca.
[El gobernador de Florida carga contra Joe Biden por la prohibición a Djokovic de jugar en Miami]
Sea como fuere, la prohibición del gobierno de Estados Unidos a Novak Djokovic ha provocado una oleada de críticas. Además, los propios torneos, muy interesados en su presencia, se han mostrado en contra de dicha decisión, pues pierden a uno de los alicientes para que el público acuda a sus gradas.
Leyendas del deporte, la organización de Indian Wells e, incluso, acercamientos con Joe Biden fueron algunos de los métodos a los que recurrió el de Belgrado para recibir esa ansiada exención. No obstante, ni uno otros dieron ese 'OK' que se sigue buscando de manera intensiva antes del 19 de marzo, fecha en la que comienza Miami.
La Casa Blanca como trasfondo
Además, De Santis se ha colocado como uno de los favoritos a la presidencia de Estados Unidos, por lo que ha encontrado un argumento perfecto en Novak Djokovic para opositar su candidatura al gran público. Como adalid de la libertad, como su libro "La Valentía de ser libre" indica, el gobernador de Florida se ha puesto de por medio para defender al serbio.
Una maniobra que le sirve para incomodar a Joe Biden, que debe tramitar o dar el permiso para la exención de Djokovic. Además, el tenista saldría ganando, ya que podría perder el número 1 en caso de que Alcaraz ganase los dos Masters 1000, por lo que si juega lo retendría.
[El caso Djokovic salta a la política de EEUU: si Biden no interviene tampoco podrá jugará en Miami]
El que será uno de los candidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos tiene un perfil altamente polémico. De hecho, tendrá que pelear con Donald Trump por ser el rival de los demócratas. Sin embargo, él ya está dando sus primeros pasos y ha seguido el camino comenzado por los senadores de Florida Marco Rubio y Rick Scott.
Ambos fueron los primeros de la clase política en protestar abiertamente contra Biden por no permitir a Djokovic la entrada al país. Un testigo que recogió de DeSantis a través de las redes sociales con un durísimo texto hacia el actual presidente de los Estados Unidos.
"La prohibición de que los extranjeros no vacunados puedan entrar al país, que parece infundada y en contra del sentido común o cualquier preocupación genuina por la salud y el bienestar del pueblo estadounidense", esgrimió. "Novak, como seguramente sabrás, es el tenista más exitoso de la historia. Su presencia no es un riesgo significativo para la salud pública", añadió en su comunicado.
Aliados para el número 1
Si todo saliese mal en la gira estadounidense sobre la pista rápida, donde se disputan Indian Wells y Miami, Novak Djokovic podría perder el número 1 en favor de Carlos Alcaraz. El español es el único que puede optar a dicho privilegio, especialmente si gana en el torneo californiano.
Por lo tanto, el serbio aspira a volver al torneo después de cuatro años, pues no se disputó en 2020 y no pudo participar en 2021 y 2022 por culpa de la Covid-19. Además, sumaría una cantidad de puntos muy generosa que le ayudarían a reforzar ese primer puesto de la ATP antes del regreso a la gira de tierra.
Pese a intentarlo por sus propios medios o con la ayuda de los torneos, ya que Tommy Haas, director de Indian Wells, se mostró partidario de acogerlo en sus listas, Djokovic ha visto cómo todos sus intentos han resultado infructuosos. Por lo tanto, el serbio se ha encontrado de golpe y porrazo con una inesperada ayuda.
Aunque acudió a la leyenda del tenis estadounidense como Billie Jean King, el apoyo mostrado por el gobernador de Florida, máxima autoridad del Estado, puede ser una de las grandes armas que se encuentre el jugador que más semanas ha estado en lo alto de la clasificación.
Sin embargo, será la última justa de sus batallas, pues el próximo 9 de mayo se terminó cualquier restricción para aquellos extranjeros que quieren entrar en Estados Unidos. Un regreso a una normalidad que se encontrará a final de temporada, puesto que el US Open se disputa a finales de agosto y verá como la entrada de Djokovic se producirá sin ningún problema.
Mientras tanto, Djokovic sigue a la espera de recibir la noticia de si jugará o no en Miami. Una decisión que no depende él y que ha desatado una serie de reproches con dirección a la Casa Blanca, que puede encontrar un nuevo usuario el próximo año y por la que ya comenzado la carrera, al igual que por estar en el torneo de Florida.