De título en título y tira porque le toca. Así es como marcha la temporada de Carlos Alcaraz en este 2023. El curso, lesiones que le han mermado al margen, es sencillamente espectacular y para muestra lo que ha sucedido durante esta pasada semana en las pistas de Barcelona. El Conde de Godó repite el mismo ganador del año pasado, ese niño prodigio del tenis que con tan sólo 19 años es capaz de dejar con la boca abierta al mundo entero.
Con decir que su peor resultado en estos ya casi cinco meses de competición han sido unas semifinales, sobran el resto de palabras. Se hizo con el triunfo en Buenos Aires, en Indian Wells y ahora en el Conde de Godó, pero las veces que no llegó a levantar el trofeo se quedó a las puertas de hacerlo.
Sus registros arrojan victorias de prestigio esta temporada, entre ellas algunas ante varios top 10 del ranking como Daniil Medvedev, Taylor Fritz o Stefanos Tsitsipas, pero también contra integrantes del top 20 como es el caso de Tommy Paul, Jack Sinner, Felix Auger-Aliassime o Cameron Norrie. Momentos más o menos brillantes en la pista, partidos más o menos consistentes, pero un balance de 23 victorias por tan sólo 2 derrotas que al fin y al cabo es lo que cuenta.
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Pese a que todo esto suena a cuento de hadas, detrás hay sacrificio gigantesco y un esfuerzo sobrehumano. Nada es fruto de la casualidad, y tan sólo con trabajo se alcanzan estas cotas. Pero no todo es de color de rosa y por el camino también ha habido malos momentos.
Carlos Alcaraz todavía tiene una espina clavada porque se perdió el primer Grand Slam de la temporada por lesión. No pudo jugar el Abierto de Australia, así que tiene muy claro que quiere ser protagonista en el segundo grande del curso. Todavía queda casi un mes, pero en el horizonte ya aparece Roland Garros y el glamour de ganar en la Philippe-Chatrier, así que toda la preparación del murciano se dirige hacia ese torneo que sigue siendo territorio de Rafa Nadal.
El camino
Hay serios motivos para pensar que Carlos Alcaraz va a ser uno de los grandes animadores de Roland Garros. El tenista murciano ya ha demostrado que vuela cuando se juega sobre tierra batida y que es prácticamente imposible ganarle cuando la pelota bota sobre la arcilla.
Alcaraz suma ya tres títulos en lo que va de temporada y dos de ellos han sido sobre tierra batida. Es cierto que Indian Wells brilla por encima del resto y este se juega sobre pista dura, pero en todos y cada uno de los torneos que el español ha jugado en tierra batida esta temporada ha llegado al menos a la final.
En su primera aparición del año en Buenos Aires, Alcaraz se llevó el título. Es cierto que se trataba de un ATP 250, pero el plan era regresar de la lesión poco a poco y lo hizo con sensaciones inmejorables. Acto seguido se marchó a jugar también en tierra a Río de Janeiro, un ATP 500, y allí tan sólo Cameron Norrie consiguió pararle en la final forzando el tercer set.
Después de ganar Indian Wells y ser semifinalista en Miami, sus dos primeros Masters 1000 del año que demostraron que estaba en plena forma, aterrizó en Barcelona para comenzar su gira de tierra batida plenamente enfocado en Roland Garros. Su preparación no pudo ser mejor porque se llevó el Conde de Godó, un ATP 500, sin ceder ni un solo set y eliminando a rivales como Roberto Bautista, Alejandro Davidovich o sobre todo Stefanos Tsitsipas en la final.
Lo que viene
Ahora en el calendario de Carlos Alcaraz aparecen dos fechas señaladas antes de que a finales del mes de mayo llegue de forma definitiva Roland Garros. La primera de ellas es el Mutua Madrid Open, un torneo muy especial y en el que tendrá una gran presión. Con la ausencia de Rafa Nadal, todo el favoritismo nacional caerá de su lado y además Novak Djokovic también confirmó su baja, por lo que todo el mundo coincide en señalar al murciano como gran candidato.
Después llegará el Masters 1000 de Roma, otra de esas pruebas prestigiosas del calendario que sirven para palpar cuáles son las sensaciones antes del torneo de París. El torneo romano se juega en la semana previa y es una cita a la que no quieren faltar las mejores raquetas para probarse antes de la hora de la verdad.
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Más tarde, con todos los datos y sensaciones acumuladas, llegará Roland Garros. París acoge desde el 28 de mayo hasta el 11 de junio una nueva edición de este histórico torneo donde Rafa Nadal lleva años marcando el camino de los españoles. Precisamente el balear apura sus opciones para recuperarse de su lesión y estar en Francia, así que una batalla entre ellos dos a la que se uniría Novak Djokovic sería un escenario de ensueño.
El número 1
Para entonces, Carlos Alcaraz podría llegar de nuevo como el número 1 del mundo. Aparecer en el cuadro de Roland Garros siendo el mejor del ranking es otro pequeño gran sueño que tiene el de El Palmar y, aunque no es ni mucho menos una tarea sencilla, las matemáticas dicen que lo tiene a su alcance.
Su principal rival en esta carrera no es otro que Novak Djokovic. El serbio ocupa actualmente el lugar más alto en el ranking ATP pero Alcaraz le pisa los talones y más que lo va a hacer en las siguientes fechas. Defendió sus puntos en el Godó y ahora tiene la oportunidad de seguir reduciendo las diferencias.
Djokovic, que esta semana seguirá como número 1, restará 360 puntos al estar lesionado y no poder jugar el Mutua Madrid Open, donde el curso anterior llegó hasta las semifinales. Es ahí donde Alcaraz tendría que volver a ganar por segundo año consecutivo para defender los puntos de su victoria del año pasado. Si eso sucede, se quedaría a tan sólo 5 tantos del serbio justo antes del Masters 1000 de Roma.
En el torneo italiano Djokovic defiende su victoria de 2022 así que tendría que ganar el título y ni siquiera le serviría para sumar, mientras que a Carlos Alcaraz, que no jugó el año pasado, le bastaría con ganar un solo partido para alcanzar el número 1 en Roma. Sólo así se daría el escenario perfecto y el culmen al plan de llegar como el mejor del mundo a Roland Garros.