El deporte sigue viéndose afectado por la guerra entre Rusia y Ucrania. Cada semana nuevos casos siguen apareciendo que afectan tanto a un bando como a otro. Un reguero de situaciones incontenible que hace que los atletas sean perjudicados una y otra vez por un conflicto que ya perdura más de un año y que no tiene visos de finalizar pronto.
La jugadora Vitalia Diatchenko vivió en sus propias carnes las secuelas de la guerra que hay entre Rusia y Ucrania. La tenista, afincada en el puesto 250 de la WTA, vio cómo se le negó la oportunidad de jugar un torneo debido al veto que sufrió parte de una aerolínea a la hora de viajar.
Diatchenko intentó volar con la compañía polaca LOT desde El Cairo a Córcega, previo paso por Varsovia y Niza, para disputar un torneo. Sin embargo, aerolínea no la dejó subirse al avión por su condición de rusa. Debido a ello, ha estallado en sus redes sociales. "Hoy me han negado volar a un torneo en Córcega por parte de la compañía Lott, solo porque soy dueña de un pasaporte ruso", explicaba para contar su historia.
Esto ha hecho que una nueva polémica se reabra. Sin embargo, la compañía se mostró partidaria de la prohibición y apuntó que "las normas introducen restricciones al cruzar ciertas fronteras y aeropuertos en relación con los ciudadanos rusos que viajan desde fuera del espacio Schengen".
Una nueva polémica que salpica al deporte y al tenis por la guerra de Ucrania y Rusia. Un nuevo episodio que florece debido a las altas tensiones entre los dos países, como el veto a los Juegos Olímpicos por parte de los de Volodímir Zelenski o los ataques entre jugadoras en el circuito femenino.
Vetada por su nacionalidad
Uno de los grandes problemas a los que se han enfrentado los deportistas rusos y bielorrusos en los últimos tiempos es al veto de los países o torneos. Pese a que el tenis ha sido de las pocas modalidades que han permitido que los soviéticos jueguen de manera neutral, los problemas salen a luz habitualmente.
Es el caso de Vitalia Diatchenko. La situación de la jugadora rusa se ha convertido en crítica pues por su nacionalidad ha visto cómo las normas de la Unión Europea y de las aerolíneas no le permitían viajar con normalidad para disputar un torneo en la isla de Córcega.
Para la afincada en el puesto 252 de la WTA, sumar puntos en este tipo de torneos es crucial para no desplomarse en el ranking. Por ello, tras ser obligar a quedarse en tierra por orden de la aerolínea, decidió descargar toda su ira a través de las redes sociales. Y lo hizo escudándose en el veto que están sufriendo los deportistas de su país.
Diatchenko iba a realizar un largo trayecto para acudir hasta Córcega, lugar donde se jugaba el torneo en el que estaba inscrita. Para llegar hasta la isla francesa iba a recurrir a la ruta El Cairo-Varsovia-Niza-Córcega. Sin embargo, le fue imposible llegar hasta su primera parada debido a las grandes restricciones que hay en Polonia para los rusos y bielorrusos.
Entonces el problema de la tenista rusa residió en que para entrar a la Unión Europea tenía que haber entrado a través de España, que había sido el que le había entregado la visa. Un duro varapalo para ella, puesto que se tuvo que invertir más de 2.000 euros en poder regresar y encima sin poder disputar el torneo.
Palabras de la jugadora
Uno de los principales argumentos que utilizó para denunciar fue que tenía cartas de su padre, nacido en Ucrania y trabajador de Naciones Unidas, como principal reclamo para poder viajar con libertad en Europa. Sin embargo, eso no le valió para coger el avión que llevaba a Varsovia.
"Si vamos más lejos, tengo cartas de apoyo de mi padre, que nació en Ucrania y que trabaja para Naciones Unidas. Esta carta demuestra que soy su hija, y la política de las aerolíneas permite volar a los familiares de la gente que tiene un pasaporte de diplomático, pero de repente todas las aerolíneas te rechazan estos documentos por tu país de nacimiento", explicaba a través de un texto publicado en su Instagram.
También hizo especial hincapié en los problemas que ha recibido por su nacionalidad. Al ser rusa, ha visto cómo se ha reducido los convenios para darle la visa, ya que se la redujeron drásticamente. Además, se quejó amargamente de los enormes gastos que se han derivado de su prolongada estancia en El Cairo.
"Al viajar como rusa por Europa, ¡solo he recibido un visado por 14 días cuando los visados para deportistas son de 2-3 años. Además, este visado tenía que ser vía España, porque es el único país que me lo permitía. El vuelo tenía que pasar por España porque no podía volar por otras fronteras. En realidad, ¡eso me hacía coger cuatro vuelos en vez de dos! Para terminar la historia, dormí en el aeropuerto, donde me trataron como una ciudadana de tercera clase, gastando cerca de 2.000 euros, para que ahora no pudiera ir al torneo porque no tengo ruta ya que no pueden llevar a rusos por la situación de los visados limitados", desarrolló la jugadora tras el frustrado intento de llegar hasta Córcega.
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Además, Diatchenko lanzó una reflexión tras mostrar su situación. Tras llevar jugando más de un año como neutral, ha señalado a la clase política como la principal culpable de todo lo que está sucediendo.
"Como deportista profesional que está jugando sin bandera y sin representar a ningún país, que intenta seguir adelante con su vida y una carrera que he amado toda mi vida, ¿esto es justo para los deportistas que no tenemos nada que ver con esta desafortunada situación? Espero librarme de líos políticos, del racismo y del nazismo. ¡Haya paz y déjennos volar, por favor!", sentenció.
Problemas deportivos por la guerra
La situación en el tenis por la guerra entre Rusia y Ucrania ha desembocado en una altísima tensión entre las jugadoras. Los últimos episodios han estado marcados por las provocaciones de deportistas como Potapova, que provocó en Indian Wells una gran polémica al salir con la camiseta del Spartak de Moscú.
Sin embargo, las jugadoras ucranianas, representadas por Marta Kostyuk, Lesia Tsurenko o Elina Svitolina, tuvieron una reunión con la dirección de la WTA tras las altas tensiones que se habían reproducido en el circuito en los últimos meses.
Sin embargo, las tenistas no salieron con grandes expectativas de esa reunión de emergencia con la WTA debido a la falta de contundencia para castigar lo sucedido. El motivo de su desazón fue "porque no hubo respuesta a la discriminación que sentimos por lo que hace referencia a nuestro derechos humanos".