Carlos Alcaraz sigue dando pasos de gigante en el mundo del tenis. El español consiguió una nueva victoria y volvió a demostrar que no le pesa jugar en una superficie tan diferente como es la hierba. Sebastian Korda no fue rival para él y se deshizo del estadounidense en dos sets corridos (6-3, 6-4) para certificar su presencia en la final de Queen's. [Así vivimos la victoria de Alcaraz frente a Korda]
El número dos del mundo consigue de esta manera disputar la primera final de su carrera en una superficie tan complicada como es la hierba. 'Carlitos' rayó a gran nivel en la semifinal contra Korda y demostró que su preparación para Wimbledon marca por el buen camino, ya que dejó fantásticas sensaciones en su enfrentamiento frente al estadounidense.
Alcaraz dio su mejor versión en Queen's y se adaptó al juego visto habitualmente en este tipo de torneos. No dudó en recurrir al tan afamado saque y volea para sellar su victoria y tratar de seguir el camino de otros tenistas españoles en Londres. En la antesala de Wimbledon, Rafa Nadal y Feliciano López tocaron la gloria. Ahora es 'Carlitos' el que la tiene a solo un paso.
El próximo rival de Alcaraz en la final de Queen's será Alex de Miñaur. El australiano, séptimo favorito, impuso su ley frente a una de las jóvenes promesas del circuito como es Holger Rune, segundo cabeza de serie del torneo, y lo hizo tras batirle en dos sets (6-3, 7-6).
Como un ciclón
Solo unos compases iniciales dubitativos al saque complicaron el andar de Alcaraz. Su primer servicio fue entregado en bandeja a Korda, pero no dejó que el americano construyese a partir de ahí. Le devolvió la rotura de inmediato, ayudado por tres dobles faltas, y aguantó las primeras bofetadas sin precipitarse.
Consciente de la dureza del rival, Alcaraz sacaba el puño, se dirigía a su equipo y también reconocía el buen hacer de Korda cuando este lo merecía.
Porque no fue un paseo, los primeros seis juegos fueron un manejo de nervios con muchas dudas en los servicios de los dos jugadores. Alcaraz tuvo cinco bolas de break y Korda, otras cinco. Pudo caer para cualquier lado, pero lo hizo para el que más grande es en estas situaciones.Con 4-3 y Korda tambaleándose, Alcaraz no perdonó en su séptima bola de rotura e inclinó a su favor un set que desinfló al estadounidense.
En el segundo set, la cosa fue muy diferente, pues Alcaraz sacó su mejor nivel para dominar a Korda. El estadounidense no era capaz de aguantar los envites del español, que incluso se animó con el saque y volea para mimetizarse con este tipo de superficie.
Un break le bastó en la segunda manga para certificar su presencia en su primera final sobre hierba. No necesitó más, tampoco le exigió su rival, que solo pudo nadar contracorriente hasta que no tuvo más remedio que claudicar frente al poderío de Alcaraz con su derecha. Ahora, el número dos del mundo tiene cerca de certificar de manera brillante su preparación para Wimbledon.