Djokovic, 16 años más que Alcaraz: "Él tiene hambre, yo también tengo hambre; vamos a darnos un festín"

"Es joven. Él Tiene hambre. Yo también tengo hambre, así que vamos a darnos un festín", fueron las premonitorias palabras de Djokovic tras conocer que Alcaraz sería su oponente en su último paso por conquistar su octavo Wimbledon, el quinto consecutivo. Una definición de lo que espera en la final. 23 Grand Slams contra uno, la veteranía contra la juventud indómita.

Ni Alcaraz ni Djokovic son tenistas que se escondan, tanto uno como otro lo dan todo sobre la pista y lo han demostrado en reiteradas ocasiones. "Tengo más experiencia que él jugando muchas más finales de Grand Slam o de Wimbledon. Aun así, está en plena forma. Está muy motivado", insistía 'Nole' sobre su oponente sin esquivar su claro favoritismo.

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Les separan 16 años, pero la edad es solo un número para ellos. Tanto 'Nole' como 'Carlitos' llegan pletóricos a la final del torneo londinense. Los números uno y dos del mundo han mostrado su mejor versión en Londres y han conseguido llegar al último partido de Wimbledon por todo lo alto, exhibiéndose frente a todos y cada uno de sus rivales. 

Los dos han pasado por momentos de dudas a lo largo de su participación en el Grand Slam británico, pero han sabido sobreponerse a ellas e ir cogiendo velocidad de crucero para plantarse en el último y definitivo partido. En las semifinales, ni Daniil Medvedev, exnúmero uno, ni Jannik Sinner, uno de los jóvenes talentos del circuito, pudieron hacerles sombra. Ahora solo queda la gran batalla entre los dos mejores jugadores.

Carlos Alcaraz, en Wimbledon Reuters

Dos generaciones diferentes

Carlos Alcaraz y Novak Djokovic son dos claros ejemplos de la brillantez de sus generaciones. Los 16 años que les separan parecen un abismo, pero su tenis les ha unido sobre la pista, haciendo que se enfrenten en esta final de Wimbledon. Una escena que ya repitieron en Roland Garros una ronda antes.

El español se ha convertido en el líder más prematuro del circuito ATP y ha sido el jugador más joven en ganar un Grand Slam, lográndolo con 19 años en el pasado US Open. Ahora, tras encadenar tres semifinales consecutivas en este tipo de torneos, busca coronarse en Wimbledon. Todos estos datos le hacen ser el número uno de su generación.

Novak Djokovic, en Wimbledon 2023 Reuters

Por otro lado, está Novak Djokovic. El serbio es toda una roca y ha logrado esquivar los problemas físicos que han azotado a Rafa Nadal o Roger Federer para seguir ganando año tras año. Con sus 23 Grand Slams, el de Belgrado es el líder de su generación, estadísticamente hablando, en este tipo de torneos.

Ahora, Alcaraz y Djokovic vuelven a cruzar sus caminos por tercera vez en su carrera para decantar la balanza a favor de uno u otro. En Wimbledon solo puede quedar uno y ese que se lleve la balanza tendrá como recompensa llevarse el liderato de la ATP, que posee el español en estos momentos.

Voraces jugadores

Ambos tenistas han dejado en Londres su mejor versión sobre esta superficie. Y los datos son irrefutables, demostrando el idilio que tienen los dos en la hierba. Novak Djokovic busca igualar en récord de Roger Federer, que cuenta con ocho títulos, y lo quiere hacer levantando su quinto entorchado consecutivo en Wimbledon.

El serbio es uno de los mejores que tenistas que ha existido sobre la hierba. Tal ha sido su dominio en Wimbledon que suma hasta 34 triunfos consecutivos y no pierde en la pista central desde 2013, cuando cayese en la final frente al ídolo local Andy Murray. Cinco ediciones consecutivas sumando todos sus partidos por victorias con la incertidumbre de si mantendrá o no su racha frente al español.

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Tampoco se queda atrás la de Carlos Alcaraz sobre esta superficie. Tras arrancar esta temporada con un bagaje de seis partidos disputados con cuatro ganados y dos perdidos, el actual número uno del mundo ha sabido adaptarse a la perfección y explotar sus características sobre ella.

En apenas un mes, la estadística ha dado un vuelco tremendo a su favor. Se impuso sobre la hierba de Queen's dando un auténtico recital y ha conseguido colarse en la final de Wimbledon, aspirando a ganar su segundo Grand Slam. Es decir, en total suma 11 triunfos consecutivos, una cifra difícilmente alcanzable para cualquier otro jugador. 

Tanto uno como otro están siguen rompiendo récords y su enfrentamiento en Wimbledon no será menos. Los dos están altamente preparados para su duelo y un nuevo desafío se abre ante ellos este domingo.

Carlos Alcaraz observa a Djokovic mientras entrena en Wimbledon Reuters

Igualdad en sus duelos

Carlos Alcaraz y Novak Djokovic ya se han visto dos veces las caras. Y como no hay dos sin tres, Wimbledon volverá a colocarles uno enfrente del otro en un partido donde no habrá red de seguridad. Todo o nada. El título, el número uno y desequilibrar el balance directo son los premios que se llevará el ganador.

Anteriormente, el serbio y el español se han enfrentado sobre tierra batida, donde los dos son especialistas. Su primer duelo se produjo hace poco más de un año, en mayo de 2022. El Mutua Madrid Open les reunió en las semifinales del torneo y la pista Manolo Santana fue testigo de un partido único.

Un épico, igualado y maratoniano duelo fue el que dejaron Carlos Alcaraz y Novak Djokovic para deleite de los espectadores. La moneda cayó del lado del español en aquella ocasión, alzándose con la victoria en tres titánicos sets. Una cita que tardó más de un año en repetir.

Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, en Roland Garros 2023 Reuters

En este 2023, el destino quiso que 'Nole' y 'Carlitos' quedasen obligados a enfrentarse en las semifinales de Roland Garros. Ninguno de los dos falló en su camino y la penúltima ronda les acogía en París. Sin embargo, la mala fortuna hizo que Alcaraz cayese lesionado en el tercer set y Djokovic se hiciese con un fácil triunfo en cuatro mangas.

Ahora Wimbledon será testigo de un nuevo enfrentamiento de los dos jugadores más dominantes del circuito, de un duelo entre los dos tenistas más hambrientos. Un festín espera en Londres con Alcaraz y Djokovic como protagonistas indiscutibles.