Novak Djokovic ha cumplido los pronósticos iniciales y se ha metido en la final del US Open. El jugador serbio se deshizo con suma facilidad de la estrella local Ben Shelton (3-6, 2-6 y 6-7) en semifinales y peleará con añadir su cuarto entorchado en Nueva York.
Acostumbrado a lidiar con la presión, Novak Djokovic saltó con todo a la Arthur Ashe para batirse el cobre con el sorprendente Shelton. El estadounidense, que ha mostrado un excelso nivel en todo el torneo, apenas pudo poner en aprietos al ya número uno del mundo. Ni siquiera fue capaz de pelearle un set.
El serbio pisó el acelerador desde el primer momento y borró de la pista a su rival. Shelton, que dejó varios detalles de calidad, se vio superado desde el primer momento por el vendaval que tenía al otro lado de la red. Djokovic apostó por un juego profundo y agresivo que le llevó a una fácil victoria.
Solo le quedaba esperar para saber a quién se enfrentaría en la final del US Open. Carlos Alcaraz, su gran rival, o Daniil Medvedev. El ruso sorprendería a todos en la noche neoyorquina y privaría a los aficionados de esa final soñada entre el murciano y Djokovic.
'Nole' se ha plantado en la final del US Open sin apenas haber dado muestras de debilidad en el torneo. Solamente el partido frente a su compatriota Laslo Djere le exigió estar más tiempo del habitual en la pista, puesto que tuvo que remontar tras verse dos sets abajo. Más allá de eso, ha barrido a sus rivales para luchar por otro Grand Slam.
Djokovic, con paso firme
Tremendamente firme y con la precisión de un cirujano, Djokovic tomó las riendas de este enfrentamiento entre experiencia y juventud desde el principio y ya no las soltó hasta que se vio con el billete a la final en la mano. Tras unos primeros juegos de tanteo y dominio de los servicios (3-2), Djokovic aprovechó varios errores de Shelton para conseguir el primer 'break' y allanar el camino en el primer set.
Zurdo y con un saque muy potente (esta semana bordó un 'ace' de casi 240 kilómetros por hora), Shelton pasa por ser un tenista impetuoso, agresivo, con un punto descarado y siempre dispuesto a soltar el brazo en busca de golpes ganadores. Esta osada -o temeraria- estrategia le salió cruz en el primer set, en el que se estrelló con 15 errores no forzados (cuatro de Djokovic) por solo seis golpes ganadores (cinco del balcánico).Muy seguro con su saque y convencido de que la paciencia y la solidez eran la clave, Djokovic solo tuvo que salvar una opción de 'break' de Shelton antes de cerrar el set en 35 minutos.
Pero la segunda manga fue un calco de la anterior con numerosas concesiones del joven de Atlanta ante un Djokovic invulnerable y con la confianza por las nubes desde el fondo de la pista.
Shelton, cada vez más frustrado y precipitado con su tenis, cometió 12 errores no forzados en el segundo set y vio cómo Djokovic neutralizaba una de sus armas principales, su saque (solo cinco 'aces' del estadounidense en todo el encuentro).
Como en el primer set, Djokovic rompió el saque de su contrincante a mitad de manga y después lo finiquitó con otro 'break' en el tramo final y se colocó a solo un set de la final tras solo 78 minutos de partido.
Mucho más interesante fue el tercer set, en el que Shelton no se vino abajo tras perder el saque en el primer juego y sumó su primer 'break' de la tarde para mantenerse con vida (4-4).
Tanto cambió la dinámica que Shelton llegó a tener un punto de set al resto. Pero pasado ese tramo de inesperadas turbulencias, Djokovic, que desperdició un punto de partido con 6-5, recuperó la compostura en el 'tie break' para someter a su rival (43 errores no forzados en todo el encuentro) y sellar su pase a la final.