El tenis marcha definitivamente a la deriva. En plena discusión abierta acerca de lo cargado que está el calendario y de la normativa de las bolas nuevas en cada torneo que vienen provocando lesiones en los tenistas, lo que está sucediendo en la presente edición del Masters 1.000 de París viene a confirmar que los organizadores están yendo contra los intereses de los propios jugadores.
La gota que ha colmado el vaso la ha sufrido Jannik Sinner. El italiano se convirtió en la última víctima de los horarios disparatados que cada vez implantan más torneos y que se han llevado hasta el extremo en este Masters 1.000 de París. Y es que después de jugar de madrugada su partido de segunda ronda, el torneo quería obligarle a jugar apenas 14 horas más tarde el encuentro de la siguiente eliminatoria.
Ante esta circunstancia que el italiano consideraba disparatada, ni siquiera se presentó para disputar el choque de los octavos de final. Sinner, que era uno de los grandes favoritos para hacerse con la victoria especialmente tras las eliminaciones de Medvedev y Carlos Alcaraz, debía enfrentarse a Álex de Miñaur, pero el australiano consiguió el pase a cuartos de final sin ni siquiera saltar a la pista.
Jannik Sinner justificó su ausencia en el partido ante De Miñaur por motivos de fatiga. Y es que tras acabar su partido anterior de madrugada, pasadas las 2:30 horas, apenas había tenido tiempo para recuperar su cuerpo adecuadamente y su nuevo choque debía empezar a las 17:00 horas de la tarde de este jueves.
De madrugada y sin descanso
La polémica comenzó durante la pasada noche del miércoles. Los encuentros del Masters 1.000 de París se fueron dilatando y el último turno previsto, el del partido que enfrentaba a Jannik Sinner con Mackenzie McDonald comenzó mucho más tarde de lo esperado.
Este torneo tan sólo tiene una pista central en la que la organización distribuye todos los encuentros, pero su saturación provoca que los horarios de algunos de los envites se vayan a horas intempestivas. Pasadas ya las 0:00 de la madrugada saltaron a la pista Sinner y McDonald para disputar un encuentro nocturno donde además el seguimiento cae bajo mínimos.
Por si fuera poco, el choque fue igualado y se prolongó durante casi 2 horas y 20 minutos, el tiempo que empleó Sinner para hacerse con la victoria en tres sets (6-7, 7-5, 6-1). Esto hizo que el partido terminara a las 2:37 de la madrugada, una hora que le pareció a todo el mundo disparatada.
Pese a ello, la organización fijó el nuevo partido de Sinner, correspondiente a los octavos de final ante De Miñaur, a las 17:00 horas de la tarde de este jueves, esto es, poco más de 14 horas después de la paliza que se había metido el italiano en el encuentro precedente. "Contentos por la victoria, pero están cero preocupados por la salud de los jugadores con el horario en París", llegó a decir el entrenador de Sinner, advirtiendo que podían tomar medidas.
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Efectivamente, el tenista italiano anunció que este jueves no saltaría a la pista alegando síntomas de agotamiento. Un abandono que supone otro duro revés para la organización del torneo, que ya se ha quedado sin Carlos Alcaraz y sin Daniil Medvedev, eliminados. Sinner, número 4 del mundo, era uno de los grandes favoritos a la victoria.
Tras su abandono, varios compañeros del gremio, algunos de ellos también compitiendo en este Masters 1.000 de París se solidarizaron con él y criticaron al torneo: "Es una locura, al torneo le da igual y la ATP sólo sigue lo que le interesa. Es la misma historia de siempre", llegó a comentar Wawrinka. "Bravo. Gran forma de ayudar a uno de los mejores del mundo para recuperarse lo antes posible. Piden que esté cuando acabó a las 2:37, vaya broma", sentenció Casper Ruud.