Djokovic, una bestia insaciable que completó su mejor año con 36: tres Grand Slams y un aviso
El serbio se impuso en el Open de Australia, en Roland Garros, en el US Open y en la Copa de Maestros para completar un 2023 memorable.
25 diciembre, 2023 14:00Hay muy pocos tenistas que puedan decir que se encuentran en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva cuando se acerca su ocaso. Entre esos elegidos se encuentra Novak Djokovic. El serbio ha vuelto a demostrar, por enésima vez, porque es el mejor tenista de la historia, al menos en cuanto a números se refiere.
Novak Djokovic ha demostrado a lo largo de 2023 que es una bestia insaciable. El jugador serbio ha vuelto a romper récords sobre la pista y dejado claro que todavía le queda mucha carrera por delante a sus 36 años. Solo unos pocos elegidos son capaces de hacerle cara, pero nadie parece sobreponerse a él.
Tres Grand Slams, Maestro de la ATP, un par de Masters 1000 y numerosos títulos. A esos hay que añadirle una sensación de superioridad brutal, pues es una bestia indomable sobre la pista. Moviéndose de lado a lado como un espadachín y machando a sus rivales sin piedad.
Todo ello le ha llevado a completar una de las mejores temporadas de su carrera deportiva. Ha ganado infinidad de partidos y eso le ha hecho rozar el Grand Slam, puesto que solo Carlos Alcaraz evitó que eso sucediese en una memorable final sobre la hierba de Wimbledon, uno de sus patios de recreo favoritos.
A todo ello, hay que añadirle infinidad de récords. 'Nole' se ha convertido en el tenista más dominador de la historia y el claro ejemplo de ello son las más de 400 semanas que ha estado en lo alto de la ATP. Y las que le faltan, pues todavía parece lejano que alguien pueda arrebatársela, al menos en los dos primeros meses del año, salvo que Alcaraz logre la épica.
Trío de Grand Slams
El 2023 de Novak Djokovic comenzó de manera impecable. Llegó a Australia y en el territorio oceánico hizo estragos al no encontrar oponente. Venció en el ATP 250 de Adelaida y se impuso poco después en el Open de Australia, primer Grand Slam de la temporada. Entre los dos torneos solo cedió dos sets. Era el preludio de lo que estaba por llegar en los meses venideros.
De febrero a mayo, 'Nole' se tomó un pequeño respiro para preparar a conciencia Roland Garros. Participó en hasta cinco torneos previos, incluyendo los Masters 1000 de Roma y Montecarlo, pero sin conseguir los resultados esperados para un tenista que optaba a todo. Fue pisar la tierra batida de la cita francesa y su rendimiento cambió de manera notable.
Novak Djokovic se convirtió en un triturador de rivales. Uno tras otro iban cediendo ante su desempeño sobre la Philippe Chatrier. Tuvo un amago de susto frente a Karen Khachanov y Carlos Alcaraz parecía ser el único que estaba dispuesto a hacerle frente. Sin embargo, su duelo con el español quedó descafeinado por una lesión del joven talento. Y en la final, Casper Ruud fue un mero trámite. Añadía otro Grand Slam y la expectación no hacía más que crecer.
Poco más de un mes después, Djokovic llegó a Wimbledon, uno de sus patios de recreo favoritos. Y lo hizo sin preparación previa, pues declinó participar en los icónicos Halle o Queen's para llegar con las pilas cargadas a la hierba londinense. Nuevamente, al igual que en Roland Garros, fue dejando a los rivales por el camino. Perdió algún que otro set frente a Hurckaz o Rublev, pero nada le impidió llegar a final.
Carlos Alcaraz aparecía en el horizonte de su camino corona para igualar a Roger Federer. Todo hacía indicar que iba a lograrlo tras llevarse el primer set de la final, pero enfrente tenía a un jugador diferente, con espíritu ganador. El español le devolvió la moneda y se alzó con las dos siguientes mangas. Pese a estar contra las cuerdas, 'Nole' sacó fuerzas de flaqueza e igualó el partido, pero acabó claudicando en un épico quinto set.
Tras quedarse con la miel en los labios, Djokovic se tomó casi un mes de vacaciones para volver a la carga en su regreso a los Estados Unidos de América. Tras serle negada la entrada por no vacunarse contra la Covid-19, el de Belgrado disputaba nuevamente partidos en suelo americano. Y triunfó por todo lo alto.
Primero se hizo con el triunfo el Masters 1000 de Cinccinati, uno de sus favoritos, y luego se presentó en el US Open con la intención de realizar su particular hat-trick. Ni siquiera el siempre amenzante Daniil Medvedev le apartó de la gloria en Nueva York. El tercer Grand Slam de la temporada para él y parecía poco para el nivel que estaba mostrando.
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Cerró la temporada con otro Masters 1000 más para sus vitrinas tras imponerse en París. Y, por último, se proclamó campeón de la Copa de Maestros, la séptima vez de su carrera. Y número uno del mundo. Ahí es nada, un triunfo más para cerrar una temporada de ensueño y que no parece tan descabellado que se vuelva a repetir visto su nivel.
Sus retos de 2024
Novak Djokovic ya dejó claro a final de esta temporada que seguirá luchando por estar en lo más alto del tenis. El actual número uno del mundo no está dispuesto a ceder su cetro tan fácilmente, por lo que en 2024 quiere plantar cara a los Carlos Alcaraz, Daniil Medvedev o Jannik Sinner.
El tenista serbio ya tiene en su cabeza la intención de completar su palmarés al más alto nivel. De hecho, ha llegado a plantearse la intención de ganar los cuatro Grand Slam en una temporada y completar el último gran objetivo que le falta, el oro olímpico. Tendrá una oportunidad perfecta en París 2024.
"Siempre se puede ganar los cuatro 'Grand Slam' y el oro olímpico. Yo siempre tengo los objetivos más altos. Mi cuerpo me está aguantando bien y tengo un gran equipo detrás de mí", explicaba Djokovic tras vencer a Sinner en las ATP Finals. "Es uno de mis grandes objetivos junto a los torneos del 'Grand Slam'. El calendario va a ser un reto porque pasaremos de pista lenta a rápida y otra vez lenta. De tierra a hierba, de hierba a tierra y después dura", explicó sobre su intención de ir a por el oro en París.
De conseguir el 'Golden Slam', se equipararía a Rafa Nadal o Andre Agassi, otras dos leyendas del mundo de la raqueta. Un año lleno de retos para el tenista serbio, que sabe que no puede perder oportunidades de este calibre en la recta final de su carrera deportiva.
Hambre de más
Novak Djokovic sigue acumulando récords en su carrera deportiva y tiene pinta de que quiere más el próximo año. El serbio ya rompió hace algo más de un mes una marca histórica que imperaba en el circuito, tanto masculino como femenino. Fue al superar las 400 semanas como líder de la ATP.
Una cifra que nadie ha logrado alcanzar y a la que solo se acerca toda una leyenda como Steffi Graff, que se quedó en tan solo 377 semanas. Además, actualmente está muy cerca de alcanzar los 100 títulos en palmarés, ya que cuenta con 98 en estos momentos. Llegará a las tres cifras la próxima temporada salvo que algo inusual le frene.
También quiere llegar a las 1.100 victorias en el circuito, una cantidad que solo superan dos nombres como Jimmy Connors (1.274) y Roger Federer (1.251). Con 1.082 triunfos, 'Nole' quiere seguir sumando victorias en su carrera deportiva para romper esos registros.
Tampoco hay que descartar que pueda conseguir en suelo oceánico su vigesimoquinto Grand Slam, lo que le permitiría desempatar con la leyenda del circuito femenino Margaret Court. A ello hay que añadirle que es el que mejor se le da.
Es decir, Djokovic es una bestia en todos los sentidos y no hay quién frene esa ambición desmedida que persevera en él. Tiene muchos retos por delante y está dispuesto a aceptarlos. Una batalla contra sí mismo que tendrá que disputar en 2024 y las temporadas venideras. Aún así, el reconocimiento se lo ha ganado de sobra.