El público cuenta ya los minutos que restan para volver a ver a Rafa Nadal volando sobre una pista de tenis. El tenista balear vuelve a la competición prácticamente un año después de su último partido oficial en el Abierto de Australia y lo hace en un ATP 250 de Brisbane que ha tomado una dimensión mayúscula por este reestreno del español tras sus problemas físicos.

Todos los ojos están puestos sobre Rafa, que ya conoce cómo va a ser su camino en este torneo australiano que le va a servir para medir su nivel actual. El sorteo fue amable con el ahora 672 del mundo porque evitará a un cabeza de serie en su debut, algo que podría haber sido demasiado duro de superar, así que se enfrentará a un rival procedente de la fase previa.

Es cierto, no obstante, que en esta ronda preliminar hay hombres peligrosos que pueden amenazar un debut plácido de Nadal en Brisbane. Gente como Schwartzman o Dominic Thiem amenazan de cara al partido de primera ronda que se disputará el próximo 2 de enero. 

En el caso de que avance rondas, el 14 veces campeón de Roland Garros podrá además ir evitando a los 'cocos' del cuadro prácticamente hasta las semifinales. De hecho, tan sólo se mediría al primer cabeza de serie del torneo, Holger Rune, en la final, así que aunque llegar tan lejos no es la primera meta del balear tal y como él mismo ha dicho, lo cierto es que sí hay ciertos motivos para la esperanza en este ATP 250 de Brisbane.

La primera ronda

El bombo deparó que Rafa Nadal se tendrá que enfrentar a un rival procedente de la fase previa en la primera ronda. Esto supone una ventaja por un lado, ya que se trata de tenistas con un ranking más bajo que el resto, pero también es cierto que el contrincante de turno llegará más rodado al haber jugado dos partidos ya en el torneo. 

Por ranking, la principal figura a evitar es la de Tomas Machac, número 78 del mundo que en uno de sus últimos torneos del año en Viena ya le plantó cara a Tsitsipas y que viene de ganar un partido en la Copa Davis con su país. El francés Barrere se presenta como un rival de cierta enjundia, como Duckworth, a quien se mide en la final de la fase previa.

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Sin embargo, por nombre y por trayectoria quienes más pueden asustar a Rafa Nadal son dos viejos conocidos con los que se ha batido ya el cobre a lo largo de su carrera en innumerables ocasiones. El más peligroso parece Dominic Thiem. Con el austriaco se cruzó en la final de Roland Garros en los años 2018 y 2019, hace no tanto, y ahora las lesiones pueden llevar a un enfrentamiento bien distinto.

Otro con el que ha jugado en varias ocasiones es Diego Schwartzman. El argentino, un jugador menudo y rápido sobre la pista, podría poner en aprietos a Rafa si está al 100% de su condición física porque es un jugador muy intenso.

Rafa Nadal firma autógrafos en Brisbane Europa Press

Después puede saltar alguna sorpresa y el sorteo puede deparar a cualquiera del resto de los rivales: Kovacevic, Galán, Li Tu, Michelsen, Zeppieri, Klein y Cressy.

La segunda eliminatoria

Si Rafa Nadal consigue superar con éxito la primera ronda ante un rival de la fase previa, se cruzaría con el ganador del encuentro que disputarán Aslan Karatsev y Jason Kubler. En este partido, la teoría dice que el favoritismo es todo para el tenista ruso en condiciones normales.

Karatsev es el número 35 del mundo y cuenta con un juego potente dentro de la pista. Sin embargo, no es alguien que se caracterice por aguantar largos peloteos, por lo que si Rafa hace los puntos tal y como le gustan a él, tendría muchas opciones de pasar por encima.

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Kubler, por su parte, llega con una invitación, al igual que el español, pero si consigue superar la primera ronda no parece un escollo demasiado complicado de solventar, así que esta segunda fase parece asequible para el español.

La tercera ronda

Si Rafa llega a esta tercera ronda, lo más lógico es que se enfrente al francés Ugo Humbert. El francés tiene un camino sencillo, porque debutará ante un rival de la previa y posteriormente se mediría al ganador del partido entre Jordan Thompson y Aleksandar Vukic, ambos locales, por lo que la normalidad dicta que debería avanzar hasta este punto.

Esta ya sí que sería una prueba mucho más seria para Rafa Nadal, que se mediría al número 20 del mundo y el cuarto cabeza de serie del torneo. Pese a que el estilo de juego del galo se adaptaría bien a lo que propone Rafa, ya una tercera victoria consecutiva comienza a parecer una misión complicada para él.

Semifinales

Parece utópico, pero si Rafa Nadal se cuela a las puertas de la final sí que debería emplearse a fondo y quizás pueda poner su tope en el torneo. Aquí, la lógica dice que se mediría a Grigor Dimitrov, el segundo cabeza de serie del torneo que la temporada pasada resurgió de sus cenizas con buenas actuaciones.

El búlgaro se mide en la primera ronda a Andy Murray, así que parece que quien consiga salir vivo de este encuentro tendría vía libre para llegar hasta las semifinales. Altmaier, Kokkinakis, Hijikata, o Etcheverry no parecen rivales que puedan poner en demasiados apuros a estos dos. 

La final

Si llega al último partido de este ATP 250 de Brisbane, Rafa Nadal se cruzaría con el otro lado del cuadro, donde el más fuerte de todos es, sin lugar a dudas, Holger Rune. El danés es el cabeza de serie número 1 de la competición y está varios peldaños por encima del resto de esa zona alta del cuadro.

Debutará contra Max Purcell, que tendrá el apoyo del público, pero por el camino debería ir eliminando a gente como Van Assche, Korda o Ben Shelton hasta llegar a la final. 

En el caso de que se cruzara con Rafa, aparte de un choque de generaciones sería un enfrentamiento muy duro para el balear teniendo en cuenta que el danés es actualmente el número 8 del mundo y uno de los tenistas habituados a pelear por los títulos más importantes durante la pasada temporada.