Rafa Nadal nació en Manacor, pero siempre se ha sentido, en parte, madrileño. La capital es el corazón de España y es precisamente eso lo que el jugador balear le ha robado en la noche de este martes 30 de abril a todos los asistentes a la pista central Manolo Santana de la Caja Mágica. Desde el centro de la pista donde tantas derechas ganadoras ha conectado en las últimas dos décadas, el pentacampeón del torneo se ha despedido para siempre del Mutua Madrid Open tras sucumbir ante Jiri Lehecka.
Una noche larga y dura en la que Rafa Nadal escribió su última página en uno de los torneos más especiales de su carrera. Un final un tanto amargo porque el jugador español nunca ha podido rendir a su mujer nivel en este Mutua Madrid Open debido a sus problemas físicos. Pero al mismo tiempo, cargado de emotividad, de recuerdos bonitos y de imágenes felices que se han agolpado tanto en la retina de los espectadores que abarrotaban la central como del propio Rafa, quien por momentos no ha podido contener las lágrimas.
Madrid ha demostrado una vez más su grandeza y se ha rendido ante el ganador de 22 Grand Slam con un homenaje a la altura de una leyenda de tan inmenso calibre. Tras el choque frente a su verdugo Lehecka, Nadal ha podido agradecer a todo el público de la capital de España su apoyo durante las últimas dos décadas: "Es mi última vez en Madrid aunque mi carrera siga. Ha sido un regalo durante estos 21 años. Esto es más importante que haber ganado algún Grand Slam".
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La emoción de Nadal
La noche del 30 de abril de 2024 será recordada para siempre por todos los aficionados al tenis. Fue la primera vez que se constató de verdad que la despedida de Rafa Nadal de las pistas había llegado. Como él mismo ha aclarado, no se trata de un adiós definitivo, pues seguirá compitiendo durante los próximos meses siempre que su cuerpo se lo permita.
Sin embargo, sí ha sido la primera dosis de uno de los adiós más traumáticos de la historia del deporte español. De un último baile en la que durante las últimas dos décadas ha sido una de las pistas más especiales de toda su carrera deportiva.
Rafa Nadal ha vencido en la capital de España hasta en cinco ocasiones. En el año 2005, cuando el torneo todavía se jugaba sobre pista dura, en los años 2010, 2013 y 2014, cuando el balear ya había demostrado ser el mejor jugador de la historia en tierra batida, y en el 2017, cuando mordió por última vez este trofeo tan especial para él.
Sin embargo, Madrid le tenía preparado un último brindis, un último homenaje y un último grito de ¡vamos Rafa! Cinco grandes lonas, una por cada entorchado, han recordado los triunfos del jugador de Manacor en la capital mientras el público que abarrotaba la central de la Caja Mágica no paraba de aplaudir.
Entre tanta emoción, Nadal no ha podido evitar dejarse llevar por los sentimientos e incluso ha tenido que detenerse en su discurso de despedida para no romper a llorar. Sin embargo, el balear ha conseguido rehacerse, como tantas y tantas veces ha hecho durante su brillante carrera deportiva, para agradecer todo el apoyo que ha recibido desde el año de su debut, en 2003, hasta este 2024, el de su despedida.
"Era una broma, el año que viene vuelvo... Viendo las imágenes de todos estos años, algunas parecen de otra vida y es que hemos vivido mucho aquí". Nadal iniciaba su discurso sacando una sonrisa al público entre tanta lágrima y después de visualizar un vídeo con algunos de sus mejores momentos en Madrid.
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"Quiero agradecer esto a todos los que me han ayudado en mi carrera. Es mi última vez en Madrid aunque mi carrera siga. Ha sido un regalo durante estos 21 años. Esto es más importante que haber ganado algún Grand Slam".
Rafa se mostró especialmente abrumado con tanto afecto, ese que se pudo sentir durante todo el partido frente a Lehecka, y es que la Manolo Santana no paró de alentar a Nadal soñando con una remontada que nunca llegó: "Este cariño se quedará conmigo para siempre. He tenido la suerte de hacer de lo que era un hobby mi trabajo. Me siento un súper afortunado por todo lo que he vivido".
El campeón español, además de agradecido, se sintió pleno al considerar que había cumplido con el que siempre ha sido su principal objetivo: "Espero haber sido un ejemplo positivo para las nuevas generaciones que es lo más importante. El deporte genera ilusión y afición, yo lo he vivido como aficionado y espectador y creo que vosotros lo habéis vivido conmigo".
Respecto a su paso por Madrid, ya que su camino continúa con la vista puesta en Roland Garros a pesar de tan magnánimos vítores, Nadal se ha mostrado satisfecho ya que ha cumplido la hoja de ruta pactada con su equipo. Jugar algunos partidos, acumular minutos en pista, aprovechar el rodaje y salir entero. O casi entero. "Contento. Ha sido una semana muy especial en Madrid. He tenido la oportunidad de jugar en una pista que me ha dado mucho a nivel deportivo y a nivel emocional".
Rafa valora mucho lo conseguido en esta semana y media y es que hace tan solo un mes, cuando meditaba si acudir al torneo Conde de Godó, todo era mucho más negro e incierto de lo que es hoy. Aquella derrota frente a De Miñaur supo a retirada. La de hoy, a una última oportunidad de hacer historia en París.
"Cuando salí para Barcelona no sabía si podría volver a jugar a nivel profesional y he pasado aquí unos dias muy especiales". El de Manacor hizo memoria y repasó su camino en estas dos décadas: "Llegué a Madrid cuando era un niño en 2003. La primera vez que fui competitivo fue en 2005 y me acuerdo mucho de esa final". En aquella épica batalla, Rafa derrotó a Ivan Ljubicic tras levantar dos sets. "He recibido un apoyo incondicional siempre".
Para finalizar una noche mágica que ni siquiera el siempre amargo sabor de la derrota afeó, Nadal agradeció una vez más tanto cariño y tanto apoyo durante su camino, el cual ha servido para forjar la mayor leyenda de la historia del deporte español: "Lo único que puedo decir es gracias. Hoy es un día difícil, pero la vida y mi cuerpo me han mandado señales. Es el momento adecuado porque he podido decir adiós en la pista y esto es un sueño". Así fue el último baile de Rafa con la noche de Madrid con trofeo conmemorativo incluido.