Aún no hay confirmación oficial de que Rafa Nadal vaya a competir en este Roland Garros, que arranca el domingo 26 de mayo. Quiere tener garantías de que puede luchar por el título, aunque se inclina por jugarlo: "Si hay un 0,01% de posibilidades, lo quiero explotar", decía la pasada semana. Este lunes, Nadal y su equipo llegan a París.
Tras entrenarse en su academia de Manacor, practicando con el neerlandés Tallon Griekspoor, Nadal pasa a la siguiente fase de su plan. Se entrenará toda la semana en las instalaciones de Roland Garros, que no pisaba desde su participación en la edición de 2022, en la que se alzó con su decimocuarta corona, y empezará con el trabajo desde esta misma tarde (tiene previsto entrenar a las 17.00 horas).
Nadal vuelve a la tierra de Roland Garros con la ilusión de poder jugar su torneo favorito. A priori, sería la última vez que lo haga y no quiere no estar a la altura de lo que significa su figura para la Philippe Chatrier y todo el entorno tenístico parisino. Estos días pasará la prueba definitiva para saber a ciencia cierta si está preparado.
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Hace unos días, su tío Toni Nadal, que le entrenó hasta 2017, habló sobre el plan de Rafa: "No se va a arrastrar, él sigue teniendo confianza por su mentalidad y manera de ser. No irá a Roland-Garros para perder en segunda ronda, solo si cree que puede ganar el torneo. Su final soñado sería ganar Roland-Garros y retirarse, pero creo que, si lo hace, querrá seguir. No se retira", dijo Toni en el programa Diarios de Bicicleta.
El tío de Rafa comparó la situación actual de su sobrino con la que vivió en el Abierto de Australia de 2022: "Tuvo Covid-19 tres días antes de viajar, pero luego dio negativo y aún no sabía si viajar. Al final decidió ir, partiendo con una escasa preparación, y ganó el torneo".
La gira de tierra batida
Nadal ha tenido una gira europea de tierra batida con altibajos. Se perdió Montecarlo y reapareció en Barcelona para jugar el Conde de Godó, cayendo en segunda ronda contra Alex de Miñaur. Si siguiente parada fue Madrid, donde llegó con dudas y rindió muy por encima de lo que esperaba: jugó cuatro partidos hasta que perdió en octavos, ante Lehecka.
Por último, Nadal se presentó en Roma. Sin embargo, en Italia volvió a dar un paso atrás a la hora de jugar. Los entrenamientos fueron bien, pero en pista pasó mucho apuros. En su debut no lució bien ante el desconocido Zizou Bergs y en el segundo partido perdió ante Hurkacz, siendo capaz de sólo sumar cuatro juegos en los dos sets que se jugaron.
Roland Garros es la última parada, aunque Nadal nunca ha dicho que vaya a retirarse tras el torneo. Por delante tiene citas como los Juegos Olímpicos, la Laver Cup y hasta la Copa Davis que podría jugar. Además, si bien sí recibió una despedida a la altura en Madrid, no fue igual en Barcelona y Roma.