Alcaraz grita para celebrar un punto ante Tsitsipas.

Alcaraz grita para celebrar un punto ante Tsitsipas. REUTERS

Tenis ROLAND GARROS

Alcaraz no tiene piedad de Tsitsipas y vuelve a alcanzar las semifinales de Roland Garros

El tenista murciano se deshizo por la vía rápida del griego y demostró tener un nivel excelso camino del título (6-3, 7-6, 6-4).

4 junio, 2024 22:47

Carlos Alcaraz vuelve a estar en las semifinales de Roland Garros por segundo año consecutivo. El tenista español está convencido de que puede hacer algo grande en este torneo y desbancó a Stefanos Tsitsipas en los cuartos de final por la vía rápida y sin ceder ni un solo set (6-3, 7-6 y 6-4). [Así vivimos la victoria de Carlos Alcaraz ante Tsitsipas]

El murciano firmó un partido soberbio. Serio, concentrado y sin caer en la distracción de ningún elemento externo, puso desde el primer momento la directa hacia la victoria y fue imposible pararle. Muy pronto empezó a desquiciar a Tsitsipas, y eso allanó el camino en los primeros compases. 

Tras un primer set sencillo en el que dio la sensación de que 'Carlitos' ni siquiera tuvo que apretar el acelerador a medio gas, el segundo fue otra historia muy distinta. El griego dio muestras de estar desquiciado antes de tiempo y aunque cedió un break nada más arrancar, poco a poco se fue centrando.

Alcaraz, en el partido ante Tsitsipas.

Alcaraz, en el partido ante Tsitsipas. REUTERS

La consecuencia de todo esto fue que esta segunda manga tuvo que decidirse en el tiebreak. La muerte súbita fue una extensión del resto del partido y Alcaraz tiró de tranquilidad y de tablas para ganar.

El tercer y último set fue una muestra de que Carlos Alcaraz parece un jugador inquebrantable. Tsitsipas elevó un poco más todavía su nivel y se centró más que nunca en el partido. Planteó mucha batalla y la manga avanzó con una igualdad máxima, pero en el momento crítico rompió Carlitos para poner el 4-3. Ahí no tuvo nada que hacer ya el griego, que terminó cediendo ante el empuje del español.

Saca el rodillo

Tenía muy claro Carlos Alcaraz el plan que tenía que seguir durante el partido para alcanzar las semifinales de Roland Garros por segundo año consecutivo. Lo tenía trazado en la mente y lo complicado era llevarlo a la práctica en la pista, pero la ejecución fue perfecta.

Todo fue rodado desde el inicio y el ejemplo de ello fue el break que consiguió el español en el primer juego del partido. Desde el inicio sometió a Tsitsipas, que se vio obligado a ir a contracorriente en todo momento, y eso fue un lastre demasiado pesado para Stefanos.

Fue casi coser y cantar la primera manga para el murciano, que sin alterarse y sin casi despeinarse puso el 6-3 en el marcador. Para entonces Tsitsipas ya había dado alguna muestra de desesperación, pero todo fue a mayores en el arranque de la segunda manga. 

Alcaraz celebra con intensidad en el partido ante Tsitsipas.

Alcaraz celebra con intensidad en el partido ante Tsitsipas. REUTERS

Al griego se le pudo ver hablando consigo mismo y dando gritos, una muestra de que por momentos se había ido del partido. Cedió de hecho un break también en el arranque de esta segunda manga con varios errores no forzados, y el partido parecía encaminado irremediablemente a caer del lado del español.

Sin embargo, en un torneo de estas características nadie puede relajarse ni un solo segundo. A la mínima que vio la puerta abierta, Tsitsipas logró su primer y único break del partido para poner el 4-3 que ratificó posteriormente con su saque. 

El choque entró en un momento de igualdad máxima, con momentos de buen tenis por parte de ambos, así que todo se decidió en el tiebreak. Ahí fue el tenista más sereno y con menos presión en ese momento del partido el que se llevó el gato al agua. Con autoridad, Alcaraz se llevó el segundo set.

Alcaraz y Tsitsipas se abrazan al final del partido.

Alcaraz y Tsitsipas se abrazan al final del partido. REUTERS

Tsitsipas se quedó sin margen de error y en el tercer parcial lo cierto es que lejos de acusar la presión se enchufó más que nunca. El partido avanzó en un intercambio de servicios sin que nadie atisbara la posibilidad de hacer break hasta que Alcaraz puso el break definitivo con el 4-3. Aprovechó el momento crítico y no dejó pasar la oportunidad.

El griego se quedó ya sin margen de error y Carlos Alcaraz se permitió incluso la licencia de divertirse y sonreír con la grada mientras el público hacía la ola. Ya está en las semifinales de Roland Garros por segundo año consecutivo y ahora la amenaza se llama Jannik Sinner.