Carlos Alcaraz se lleva la mano a la oreja.

Carlos Alcaraz se lleva la mano a la oreja. REUTERS

Tenis

Carlos Alcaraz barre a Griekspoor y le da una vida extra a España y a Rafa Nadal en la Copa Davis

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Quien estaba en la pista era Carlos Alcaraz, pero en realidad el que también estaba jugando era Rafa Nadal. Todo el mundo lo sabía. La última oportunidad de volver a ver a Rafa disfrutando del tenis pasaba por que Alcaraz doblegara a Griekspoor en el segundo partido de la serie ante Países Bajos, así que el murciano lo hizo por él, por Nadal y por España. [Así vivimos la victoria de Carlos Alcaraz ante Griekspoor]

Las cosas se habían puesto feas con lo sucedido en el primer punto de la eliminatoria. Nadal no pudo hacer frente a Van de Zandschulp, así que el equipo español estaba contra las cuerdas y no le quedaba otra que ganar el segundo partido para forzar el desempate en el dobles.

Dicho y hecho, aunque ni mucho menos fue un camino de rosas para Carlos Alcaraz, no al menos en la mitad del partido. El murciano tuvo que pelear muy duro en el primer set e incluso se vio obligado a remontar un break en contra que causó auténtico pavor en el equipo español y en la grada. 

Sin embargo, el número 1 de España acudió al rescate con una perfecta reacción y, sobre todo, con un tiebreak en la primera manga inmaculado con el que consiguió borrar de la pista a Griekspoor. 

El neerlandés entró en barrena en esa muerte súbita y la desconexión le duró también en el segundo set. No hubo rival al otro lado de la pista y esta última manga sí que fue una exhibición de Alcaraz, que pudo permitirse el lujo de reservarse algo para el definitivo partido de dobles. 

La necesidad de ganar

No quedaba otra opción para Carlos Alcaraz que ganar para mantener con vida a España en esta Copa Davis que se juega en casa. Por supuesto, era el favorito a la victoria ante un Griekspoor inferior y por debajo en el ranking, pero muchas veces en esta competición los pronósticos saltan por los aires. 

El partido lo tuvo que roer y trabajar mucho el tenista murciano. Como sucedió en el choque anterior de Nadal, el inicio fue de lo más igualado y nadie dio su brazo a torcer. Es cierto que fue algo más abierto, porque no tardaron en llegar las primeras oportunidades de rotura para ambos, pero ambos tenistas fueron sacando sus servicios adelante.

Alcaraz ejecuta un golpe con su derecha.

Alcaraz ejecuta un golpe con su derecha. REUTERS

Eso, hasta que Griekspoor aprovechó una de esas desconexiones que de vez en cuando tiene Alcaraz para firmar la primera rotura. La hizo además en blanco, como si de repente Carlos hubiera desaparecido de la cancha. Un síntoma muy preocupante que empezaba a dibujar un horizonte incierto para el equipo español en la eliminatoria.

Sin embargo, tan pronto como los fantasmas crecieron, se disiparon minutos después. La reacción de Alcaraz fue perfecta, y en el siguiente juego le devolvió la moneda a Griekspoor. Con puntos espectaculares y llevándose la mano a la oreja, como él siempre celebra sus mejores golpes, el número 3 del mundo puso de nuevo la igualdad. 

Todo se decidió inevitablemente en el tiebreak. Era un cara o cruz, pero parecía que Alcaraz lo tenía todo controlado porque arrasó de una forma impresionante a su rival. Dejó en blanco a Griekspoor en la muerte súbita, así que la primera manga fue a parar a manos de España.

Carlos Alcaraz celebra su victoria ante Griekspoor.

Carlos Alcaraz celebra su victoria ante Griekspoor. REUTERS

Desconectó del partido Griekspoor. Ese cruce de cables le duró también en el segundo set, y eso lo aprovechó rápidamente Alcaraz para ponerse 3-0 arriba y dejar el partido prácticamente visto para sentencia.

A partir de ahí, tan sólo tuvo que aprovechar la corriente, frenar los escasos intentos de reacción de su rival y disfrutar ante el público. Incluso pudo ahorrar fuerzas ante el inminente partido de dobles con Granollers en el que se decidirá el sino de la eliminatoria.