Ana María Matute: "La gente piensa que la fantasía es dulce. ¡Qué idiotez!"
Pregunta: El mes que viene cumplirá 80 años. ¿Cómo lo celebrará, leyendo?
Respuesta: Leo todo el tiempo, ¡sería una celebración diaria! Bueno, ahora no: cuando estoy escribiendo no leo, no sea que me entusiasme y deje de escribir.
P: Trabaja en nueva novela, Paraíso inhabitado. ¿Por qué inhabitado?
R: Nadie estuvo en él: cuando llegamos deja de ser el paraíso.
P: ¿Qué le hizo irse por primera vez tan lejos como a la Edad Media?
R: Los cuentos que leía de niña estaban siempre ambientados en la Edad Media. Es una época larguísima, de la que se sabe muy poco. Es muy misteriosa y por eso muy atractiva. En ella el hombre sale de la oscuridad y vuelve a ponerse en pie. Europa se llena de castillos, de catedrales...
P: ¿Eran estas las historias que inventaba de niña cuando la encerraban en el cuarto oscuro?
R: Todo arranca en la infancia, ¡pero mis historias son para adultos adúlteros!
P: ¿Tienen más sentido las tres novelas así juntas?
R: Las tres están ambientadas en la Edad Media, pero no hay ninguna continuidad entre ellas: salvo que se trata de una Edad Media muy matutiana...
P: ¿Es usted más de la cosa caballeresca o de los Lais de María de Francia?
R: De los Lais. Me gusta el Amadis, el Tirant Lo Blanc, pero sobre todo el Quijote, aunque me gustó cuando lo leí de mayor: de niña me obligaron a leerlo y no entendí nada.
P: Olvidado Rey Gudú ¿demuestra que el único reino habitable es el de la fantasía?
R: La fantasía es funda-mental, pero mis libros no son literatura fantástica, sino mágica. La vida es mágica, química, el amor es química, el hombre es química, y la química es magia.
P: Pero en su mundo hay mucha crueldad.
R: La gente piensa que la fantasía es dulce, soñadora, ¡qué idiotez! La torre vigía es de una crueldad tremenda. La fantasía es cruel, feroz.
P: ¿En qué mundos reales se basó para crear ese suyo?
R: Soy una apasionada de la Historia, siempre he leído muchísimo ensayo, sobre todo sobre la Edad Media. Sigo leyendo, mi hijo me avisa cuando sale algo...
P: ¿Y en qué otros mundos de ficción se ha basado?
R: Sobre todo en documentos, en libros históricos, códices... En la Biblioteca de Oxford, por ejemplo, o en la parte de El Escorial que no es accesible habitualmente, se conservan cosas maravillosas.
P: ¿En qué época le hubiera gustado vivir a Ana María Matute?
R: En ésta. ¡En la Edad Media no!
P: Y en ésta ¿cómo se encuentra?
R: Yo no me encuentro a gusto en ninguna parte y en todas estoy a gusto. Siempre me he sentido espectadora: dentro de las angustias del ser humano pero incapaz de solucionarlas. Así que hago lo que sé, relatarlas, comunicar esta rebeldía que tengo dentro desde niña.
P: ¿Todos tenemos algo de mágico, como Aranmanoth?
R: Sí, todos. Bueno, todos los que tenemos sensibilidad. Los burros no cuentan.
P: ¿Y qué tiene de mágico Ana María Matute?
R: ¡Ya no me acuerdo! Haber vivido tanto y no haber perecido en el empeño.
P: ¿Qué magia le gustaría poseer?
R: La capacidad de que el mundo se comprendiera, de que el amor triunfase sobre el odio, al contrario de lo que ha ocurrido hasta ahora.
P: ¿Y qué magia aprecia más en los otros?
R: La capacidad de comprensión, de abandonar el ego y de ver más allá de nosotros mismos. En plan doméstico, de darnos cuenta de que detrás del tallo de cada flor existe el mal, como dijo Andersen, pero también el bien, como digo yo.
P: Seguro que ha conocido al rey Arturo. ¿Qué recuerda de él?
R: Yo fui la primera en amar al rey Arturo, lo mismo que a Peter Pan, y me miraban como a “esa pobre autora para niños”... Y ahora está de moda.
P: ¿Y de Galahad?
R: Es mi favorito: él encontró el grial que todos buscamos sin saber si- quiera lo que es, sólo que está dentro de ese paraíso inhabitado.
P: La tierra prometida ¿siempre está dentro de nosotros mismos?
R: Sí, un poco por lo menos, una islita.
P: ¿Cuál es su trovador?
R: A mí el amor cortés me da repelús.
P: Es usted muy buena cocinera.
R: ¡Magnífica!
P: ¿Cuál es el plato típico de Olar?
R: ¡Los grandes asados! Las piezas de caza dando vueltas sobre las cenizas ardiendo.
P: Alguna vez ha dicho que se siente como un lobo estepario. ¿A qué luna aúlla?
R: A la luna llena. Yo, o todo o nada, nada de trocitos.
P: Ya que estamos en el año que estamos, ¿qué caminos haría el curioso caballero don Quijote por el reino de Olar?
R: O se sentiría muy confundido o le parecería maravilloso, según le diera la ventolera.
P: ¿Y el mago Harry Potter?
R: Gracias a él los niños han vuelto a leer, porque se escribe para niños tanta... ¡Iba a decir una palabrota!