Isaac Rosa
Muchas novelas retratan una realidad de telecomedia
18 septiembre, 2008 02:00Isaac Rosa, por Gusi Bejer
Isaac Rosa (Sevilla, 1974) deslumbró a la crítica con su segunda novela, El vano ayer, y ahora se juega la consagración con El país del miedo (Seix Barral), la historia de un hombre asustado en la que se interpola todo un sucinto catálogo de los temores de las clases medias: a los pobres, a los inmigrantes, a los descampados, a la violencia y al propio miedo.
respuesta: Después de la acogida que tuvo El vano ayer, las buenas críticas y los premios recibidos, uno piensa que las expectativas de los lectores no serán iguales en el siguiente libro. Pero no me he sentido muy presionado mientras escribía.
P:Su abandono de temáticas del pasado reciente (Guerra Civil, Franquismo) ¿señala un cambio de intereses literarios?
R: Con mis tres libros anteriores ya he dicho todo lo que podía decir. Ahora me interesan asuntos más contemporáneos. Aun así, todavía necesitamos buenas novelas sobre aquellos años, especialmente el tardofranquismo y la transición.
P: Utiliza en esta ocasión, a diferencia de sus anteriores obras, una estructura narrativa más clásica. ¿Fue más sencilla de escribir?
R: Nada de eso. Aunque pareciesen complejas, mis novelas anteriores fueron mucho más sencillas de escribir que El país del miedo. Lo fácil ahora habría sido aplicar la misma estructura de aquéllas, como una fórmula.
P: El miedo es el protagonista central de la novela, un miedo de clase media que deviene en mil terrores diferentes. Al leerla es difícil no pensar que esos terrores, tan vívidos, no sean también los del autor. ¿Es así?
R: Cada lector puede reconocerse en algunos de los miedos propuestos. Yo también tengo los míos, no presumo de valiente. Mis miedos son los peores: aquéllos que consigues someter a la razón, y sin embargo no desaparecen.
P: Carlos, su personaje principal, es miedoso y cobarde pero también progresista, y se avergöenza de sus temores a los pobres o inmigrantes. ¿El miedo no tiene ideología?
R: En tanto que emoción primaria, aparentemente no tiene ideología. Otra cosa son los prejuicios, que con frecuencia son el alimento inicial del temor. Lo que sí existe es una ideología del miedo, y es la que nos gobierna hoy.
P: La mayoritaria clase media aparece en su libro como mezquina y acobardada. ¿Así la ve?
R: Acobardada en el sentido de que es atemorizada. No nos asustamos; nos asustan. Me interesa ese miedo de clase media, propio de quienes tienen mucho que perder pero no tienen tanto como para protegerse o reparar lo perdido; a diferencia de la clase alta, que por mucho que pierda siempre puede recuperarse; y la clase baja, que no tiene mucho que perder.
P: Se suele afirmar que el miedo es uno de los riesgos de la libertad, que sólo las sociedades que ceden ésta alcanzan mayor seguridad…
R: Cada promesa de seguridad nos exige una renuncia por nuestra parte, una cesión de libertad. El miedo actual al terrorismo, a la delincuencia o a los pederastas hace que aceptemos ser videovigilados, humillados en el aeropuerto o espiados en nuestras comunicaciones.
P: Su libro se presenta con un fajín con la leyenda en grandes caracteres "¿Qué te asusta? Averígualo en la última novela de Isaac Rosa". Parece anuncio de libro de autoayuda, ¿no?
R: No creo que tenga valor terapéutico. Puede ayudar a identificar algunos miedos, a ver quién se beneficia de ellos. Pero no ofrece muchas soluciones. De hecho, tras leerlo, hay quien se sienten más amenazado, suma nuevos temores.
P: ¿Qué le da más "miedo" de la Literatura española actual?
R: La brecha entre una literatura formalmente realista, y la realidad a la que dice referirse. Muchas novelas retratan una realidad de telecomedia: protagonistas de clase media-alta, acomodados, con preocupaciones sentimentales antes que sociales, económicas o políticas.
P: ¿Y qué autores sigue con atención?
R: Sigo con interés la obra de Marta Sanz, Jorge Carrión o el argentino Martín Kohan. También lo que publican editoriales como 451 o Caballo de Troya.
P: Cuatro años han pasado desde El vano ayer. ¿Esperaremos otros cuatro para su próxima novela?
R: No sigo ningún programa literario, así que carezco de calendario. Tengo algunas ideas, pero tras terminar El país del miedo me he quedado flojo. Siempre tengo la sensación de que cada libro es el último que escribo.
P: Una película basada en El vano ayer y titulada La vida en rojo, esta pendiente de estreno. ¿Está satisfecho del resultado?
R: Los novelistas suelen quejarse de cómo los cineastas traicionan sus textos. Yo celebro la manera en que Andrés Linares ha traicionado mi novela. De hecho, participé en la traición. Y sí, estoy satisfecho.
P: Una duda final, ¿le tiene miedo a la crisis económica?
R: Hay crisis, claro, pero el discurso en torno a ella empieza a parecerse al del cambio climático. Lo llaman crisis cuando empieza a tocar a los de arriba, pero hay quien lleva años en crisis permanente.