Hole 7..., 2007
Desde el inicio de su actividad artística, Aldo Iacobelli (Nápoles, 1950) no ha dejado de darle vueltas a la pintura. Su identidad, su fisonomía, su corporeidad y su piel son tratadas por el artista a conciencia. Preocupado por los problemas de fondo y superficie de la pintura, dentro y fuera del lienzo, pone una vez más de relieve su interés por el ornamento y sus efectos perturbadores, que así es como llama a equívocos y falsas percepciones, en tanto adecua sus lienzos a su decorosa función en instalaciones en las que la pintura se adueña del espacio. Resulta revelador encontrar aquí obras como
Manises railways station, una instalación de pequeños lienzos que, a modo de azulejos, se acomodan a la pared como un zócalo; o el magnífico e incisivo lienzo
My mother does not speak English, en el que introduce ese mensaje en un texto corrido sobre la filigrana de un patrón textil. Mirando de reojo las más pulcras formalidades de la pintura abstracta, en estas obras Iacobelli vuelve a cuestionar la práctica artística de la alta cultura exhibiendo sus fecundas relaciones con las artes menores. De otra parte, el verde que lo invade todo ocupa
Hole 7,
455 metres par five with a small amount of difficulty, instalación en la que enmarca un
green en la pared, dejando la bola a los pies del espectador y desplazando el hoyo, del que salen gusanos, a una esquina. Un guiño surrealista que asoma en otras piezas de la muestra. Una exposición para ver.