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David Solar
"Los países democráticos pudieron parar a Hitler muchas veces"
2 septiembre, 2009 02:00David Solar. Foto: Archivo
El historiador y ex director de La aventura de la Historia presenta hoy su libro "1939. La venganza de Hitler"
Setenta años después de la invasión nazi de Polonia, David Solar presenta hoy 1939. La venganza de Hitler (La Esfera de los Libros), el trepidante relato de cómo la derrota de Alemania en la Gran Guerra y las humillantes reparaciones que se le impusieron en Versalles hicieron mella en un joven pintor fracasado que rumió incesablemente su venganza hasta que, 20 años después, despeñó al planeta por el más devastador conflicto conocido, la II Guerra Mundial. David Solar, periodista e historiador, director hasta su reciente jubilación de la revista La Aventura de la Historia, la más vendida de nuestro país en su género, continúa aquí con sus estudios centrados en la guerra entre los Aliados y el Eje a la que ya dedicó obras como Un mundo en ruinas, La caída de los dioses y El último día de Adolf Hitler.
PREGUNTA.- ¿Fue la obsesión de Hitler la principal desencadenante de la Guerra?
RESPUESTA.- Yo así lo creo y la documentación no deja lugar a dudas. Hitler no trató sólo de recuperar las pérdidas alemanas tras la Gran Guerra. él quería mucho más, lo quería todo, el lebensraum del que habla en Mein Kapf y, sobre todo, la venganza.
P.- ¿Cuánta culpa tienen los gobiernos democráticos europeos por no haberle parado los pies a Hitler cuando todavía estaban a tiempo?
R.- Los países democráticos pudieron haberle parado los pies muchas veces. Remilitarizando Renania, por ejemplo. O plantando cara al Anschluss (la anexión de Austria por Alemania en la primavera de 1938). O en Múnich si hubieran apoyado a Checoslovaquia, tal vez los nazis no se hubieran atrevido con las buenísimas fortificaciones checas y sus fábricas de armamento. Pero no lo hicieron. Por el miedo cerval que sentían ante Hitler y por pensar que ya se habían quedado atrás en la carrera de armamento, que habían perdido el tiempo. Y era cierto.
P.- En 1939 concluye también la Guerra Civil Española con la victoria franquista. ¿Es ésta, como se ha dicho, un ensayo de la II Guerra Mundial?
R.- No tiene nada que ver. La Guerra Civil Española fue una guerra de pobres. Aquí no se ensayaron guerras de tanques, por ejemplo, siempre actuaron aisladamente y los franquistas no llegaron a tener más de un centenar de ellos. Fue una guerra miserable y de muy pocos medios. En 1940, como mucho 200.000 de los hombres que luchaban en Europa habían tenido algo que ver con la Guerra Civil. Y en aquellos momentos las fuerzas en combate sumaban más de 4.000.000 de hombres.
P.- Una de las causas principales que llevaron al auge del nazismo y a la Guerra fue la gran depresión de los años 30. ¿Podría propiciar la crisis actual el surgimiento de soluciones autoritarias?
R.- No, el mundo es tan distinto que cualquier comparación es inimaginable. Las potencias de entonces iban cada una por su lado. EE.UU. aislada, Francia e Inglaterra entonando el "sálvese quién pueda", Alemania, con seis millones de parados entregándole sus destinos a Hitler... Hoy, lo cierto es que los países del mundo desarrollado buscan soluciones colectivas, mantienen numerosas reuniones y persiguen constantemente el acuerdo.