Ana Martínez es profesora de investigación del Instituto de Química Médica y autora de ¿Qué sabemos del Alzheimer?

Hablamos con la autora de ¿Qué sabemos del Alzheimer? con motivo del Día Mundial de esta enfermedad que se celebra hoy

Javier López Rejas
La lucha contra el Alzheimer no descansa. Los laboratorios de todo el mundo trabajan para comprender las claves de un laberinto cuyo código se resiste a la interpretación científica. Coincidiendo hoy con el Día Mundial del Alzheimer, Ana Martínez (Madrid, 1961), profesora de investigación del Instituto de Química Médica, publica ¿Qué sabemos del Alzheimer?, título con el que la editorial Catarata y el CSIC estrenan una colección sobre temas científicos que intentará responder a las grandes cuestiones científicas que marcan la actualidad.

PREGUNTA: ¿Un conocimiento mayor del cerebro nos daría las claves la enfermedad de Alzheimer?
RESPUESTA: Sin duda. Es mucho lo que nos queda por saber en todas las áreas, pero en lo que se refiere a los procesos de muerte, supervivencia y regeneración neuronal, mucho más todavía. Por ejemplo, los últimos descubrimientos en relación a los procesos de neurogénesis endógena, nos abren numerosas vías para la investigación en el área de la regeneración neuronal y de las enfermedades neurodegenerativas en particular. El descubrimiento de que en el cerebro humano adulto existen diferentes zonas, llamadas nichos neurogénicos, es fascinante y a la vez altamente estimulante para la investigación actual.

P: ¿Cree posible encontrar un tratamiento a corto plazo?
R: Creo que se lleva invirtiendo esfuerzo humano y financiero desde hace unos años para tratar de conseguirlo, tanto desde las administraciones públicas como las privadas, aunque es necesaria una inversión mayor. En cualquier caso, el proceso del desarrollo de un nuevo fármaco es largo, muy costoso y lleno de riesgos. No es fácil hacer una traslación evidente desde los resultados que obtenemos en modelos animales a los que nos gustaría obtener en la clínica humana. Para la enfermedad de Alzheimer no existe un tratamiento eficaz actualmente, no tenemos un modelo a seguir, por lo que estamos escribiendo con nuestro trabajo del día a día la historia de su desarrollo farmacéutico.

P: ¿Por qué se manifiesta el Alzheimer en unas personas y en otras no?
R: Es una pregunta para la que no existe una respuesta clara. Por una parte, en un 5 por ciento de los pacientes de Alzheimer hay un componente genética hereditario que haría más probable la aparición de la enfermedad. El otro 95 por ciento de los pacientes afectados, el Alzheimer aparece de manera espontánea y sólo se conocen algunos de sus factores de riesgo como pueden ser la diabetes, el colesterol elevado, los traumatismos craneales y, sin lugar a duda, la edad. Cumplir años es lo que aumenta nuestra probabilidad de disfrutar más de la vida y también... de padecer Alzheimer.

P: Siempre se habla de ejercicio mental y físico y una alimentación apropiada. ¿Se puede prevenir con una combinación de estos factores?
R: Es imposible hablar de prevención del Alzheimer cuando no se conoce la causa que lo produce. Tan sólo sabemos que el mayor factor de riesgo para padecerlo es la edad. Por lo tanto sólo podremos hablar de esos hábitos saludables tanto en alimentación como en estilo de vida. Por ejemplo, parece demostrarse que el ejercicio físico suave y continuado es muy saludable, mejorando la función neuronal. Esto puede tener su razón fisiológica ya que este tipo de ejercicio mejora la señalización de insulina, disminuida a nivel cerebral en el Alzheimer, y también aumenta la oxigenación celular. Por otra parte, algunos estudios epidemiológicos parecen mostrar que el desarrollo de las capacidades intelectuales pueden aumentar la reserva cognitiva de las personas retardando el deterioro mental en caso de producirse, por ello los crucigramas, pasatiempos, etcétera pueden venir bien. En cuanto a la alimentación, los beneficios de la dieta mediterránea están probados en muchas patologías y también pueden ayudar en el retraso de la aparición del Alzheimer donde niveles altos de colesterol constituyen uno de los factores de riesgo.

P: ¿Existen causas exteriores, fuera de los aspectos puramente biológicos, que provoquen su aparición?
R: No está probado de momento. En algunas ocasiones, se ha postulado que el desencadenante de la enfermedad fueran efectos tóxicos ocasionados por metales tales como el aluminio, pero actualmente se ha desechado esta hipótesis. Recientemente, se han encontrado conexiones entre el virus del herpes simple y la enfermedad de Alzheimer, proponiéndose un origen viral para esta enfermedad. Estos datos están actualmente en estudio para que esta teoría pueda ser finalmente confirmada o rechazada.

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