Image: Laboratorios con principios

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El Cultural

Laboratorios con principios

23 octubre, 2009 02:00

Recreación del futuro edificio del CINN

Los nuevos materiales, la reflexión y el debate en torno a la bioética y las distintas rutas de la prehistoria destacan entre la oferta científica de Asturias. Recorremos algunos de los organismos más importantes.

La apuesta por la investigación de excelencia es ya una realidad en Asturias. El CSIC tiene tres centros de referencia repartidos por su geografía: el Centro de Investigación de Nanomateriales y Nanotecnología (CINN), el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) y el Instituto Nacional del Carbón (INCAR).

El CINN, situado en Oviedo, es un centro mixto creado en noviembre de 2007 por iniciativa del CSIC, el Gobierno del Principado de Asturias y la Universidad de Oviedo. Combina investigación interdisciplinar de alta calidad competitiva con actividades de demostración científico-tecnológica. Uno de sus principales objetivos es la creación de nuevas empresas de base tecnológica. En estos momentos, y a la espera de la inauguración de su nuevo edificio, comparte instalaciones con la Fundación ITMA (Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias), organismo que fue creado en 1991 dentro de la red de los centros tecnológicos del Principado. Actualmente, además de formar parte del CINN, es miembro del Club Asturiano de la Innovación y del Club Asturiano de la Calidad. Su finalidad es servir de motor de crecimiento a los sectores de producción, transformación y aplicación de los materiales y materias primas.

Ramón Torrecillas, al frente del CINN y de la Fundación ITMA, explica a El Cultural la importancia del trabajo en común entre los distintos organismos: "Con la colaboración entre la Fundación ITMA, la Universidad de Oviedo, el CINN, las empresas y otros centros tecnológicos hemos creado una red de creciente relevancia científica con un gran potencial de aplicación, que será el puente entre la ciencia y la industria". Un primer ejemplo en este sentido es la puesta a punto de materiales nanoestructurados para sistemas de observación terrestre donde el CINN desarrolla su validez y el ITMA promueve su industrialización.

Pero si los nuevos materiales son un punto de apoyo de la innovación científica asturiana, la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), cuyo Comité Científico está ubicado en Gijón, es un organismo de referencia a la hora de tomar postura sobre los continuos avances de la biomedicina. Fundada hace doce años coincidiendo con la firma en Asturias de la Convención de Bioética de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, la SIBI tiene como finalidad la reflexión y el debate abierto en torno los distintos campos de la bioética que inundan de forma continua la actualidad científica. Marcelo Palacios, presidente del Comité Científico de la SIBI, señala a El Cultural que el organismo es un referente de la bioética con gran influencia internacional: "Varios miles de personas e instituciones de numerosos países han acudido a nuestras iniciativas. En el ámbito asturiano puede destacarse nuestro Programa Pedagógico y los Ciclos de Conferencias, que constituyen un elemento constante de conocimiento".
Finalmente, cabría destacar el Parque de la Prehistoria de Teverga, a 40 kilómetros de Oviedo, en San Salvador de Alesga, que alberga la colección más relevante del arte rupestre de Europa entre 10.000 y 40.000 años de antigöedad. Algunas de las réplicas más importantes son los bisontes de La Covaciella en Cabrales, el panel de los signos de la cueva de Llonín en Peñamellera Alta (Asturias), el techo de los bisontes de Altamira, el camarín de las ciervas de Covalanas (Cantabria) y la gruta de los osos de Ekain (País Vasco).