Francisco Nieva: "Soy un hombre de teatro de los pies a la cabeza"
El Premio Valle-Inclán llega a su IV edición. En el camino hasta aquí ha dejado tres ganadores: Juan Echanove, Angélica Liddell y Juan Mayorga. Tres nombres que dan la medida de la importancia de este galardón. También la dan su dotación económica, 50.000 euros, la más cuantiosa del panorama escénico nacional. Y no convendría pasar por alto otro detalle: el presidente del jurado es el dramaturgo, director y escenógrafo Francisco Nieva, académico de la RAE y hombre clave de nuestro teatro en las últimas tres décadas. Poco antes de incorporar con su veredicto un nuevo vencedor en la nómina del premio, reflexiona sobre el alto nivel de los nominados de este año y la independencia del Jurado.
Pregunta.- ¿Cree que el Valle-Inclán ha alcanzado su objetivo de ser el premio de referencia en la escena española?
Respuesta.- Sin duda, es el más prestigioso entre los de su especie. Es muy importante que premie los méritos artísticos y naturales de los nominados, independientemente de si son de izquierdas o de derechas, algo que conviene resaltar, porque vivimos en un país muy politizado.
P.- ¿Considera el método Goncourt una garantía de independencia?
R.- Para mí este método es el mejor de los modos de otorgar el premio, es como la democracia. Yo me he llevado siempre sorpresas. En perspectiva tengo un ganador claro pero luego me he llevado algún chasco.
P.- ¿Cómo recuerda las deliberaciones de las ediciones pasadas?
R.- Suele haber bastantes diferencias y cada uno intenta poner en valor sus favoritos. Siempre hay bastante debate.
P.- Ya sé que no me podrá una respuesta muy detallada pero yo le pregunto: ¿tiene alguna preferencia entre los candidatos?
R.- Claro, ahora no me puedo pronunciar, pero sí confieso que normalmente me decanto por los autores, que me son los más cercanos por mi propia condición de autor, aunque hay épocas en las que no destacan. La verdad es que cualquiera de ellos lo merecería, hay un nivel muy alto.
P.- ¿El hecho de que las obras, para poder ser premiadas, hayan tenido que estrenarse en Madrid refuerza la capitalidad teatral de esta ciudad?
R.- Bueno, España tiene varias capitales del teatro. No hay que olvidar Barcelona o Valladolid. Cualquiera que estrene en alguna de las dos gozará de un público entendido y mayoritario. Pero la capitalidad de Madrid es históricamente indiscutible. Aunque hay que tener en cuenta la importancia de la cultura catalana y andaluza que producen constantemente valores teatrales.
P.- ¿Cree en la eficacia de los premios para promocionar a determinados nombres del panorama escénico español?
R.- Desde luego, el Valle-Inclán es muy eficaz en ese sentido. Mayorga, por ejemplo, recibió encargos muy importantes el año pasado, en la misma gala.
P.- ¿Cómo lleva los preparativos del montaje de Tórtolas, crepúsculo y... telón para el Centro Dramático Nacional?
R.- Pues en un par de días o tres comienzo los ensayos. Hasta ahora sólo he hecho ensayos parciales con actores que no conocía. Estoy muy ilusionado y me estoy esforzando lo máximo posible, porque quién sabe si será la última obra que estreno. Me pienso entregar, porque soy un hombre de teatro de los pies a la cabeza. Y moriré sobre las tablas, como Moliere.
P.- ¿Cómo ve la situación del teatro en nuestro país?
R.- Creo que vive una época dorada, como no se había visto nunca. Por ejemplo, yo recuerdo que en la etapa de la Transición nadie iba al teatro. Ahora la gente se refugia en los teatros. El éxito de los musicales es tremendo, pero es que también hay público para las salas alternativas. Es verdad que el teatro se resiente por la crisis. Los presupuestos son más bajos, pero el arte lo supera todo.