José García-Velasco
La Residencia de Estudiantes celebra su centenario con el ciclo 'Maestros por maestros de la poesía contemporánea'
Entusiasta y feliz, José García-Velasco (Valladolid, 1951) es el comisario del Centenario de la Residencia de Estudiantes de Madrid, fundada en el 8 de mayo de 1910 por un Real Decreto y que abrió sus puertas el 1 de octubre de ese año. Las celebraciones se van a prolongar a lo largo de 2011 y se desarrollarán en la propia Institución, con conciertos, exposiciones, recitales y publicaciones, pero también en el Museo del Prado, en el Reina Sofía y en Caixaforum, así como fuera de España. García-Velasco, que dirigió la Residencia entre 1988 y 2004, asegura que su propósito es que los españoles “se sientan orgullosos de su tradición de tolerancia y libertad, y de ese diálogo entre pasado y modernidad que siempre la ha caracterizado. La Residencia es mucho más que Buñuel, Lorca y Dalí. Es poesía y música y ciencia y teatro contemporáneos. Es reflexión y pensamiento, es optimismo y alegría”. Hoy mismo, por ejemplo, el poeta estadounidense Mark Strand da una conferencia sobre Octavio Paz, y mañana ofrece un recital de sus poesías.
Pregunta.- ¿Cómo está viviendo este regreso a la Residencia de Estudiantes (de la que en realidad jamás se fue)?
Respuesta.- Reconozco que una parte de mí vive y supongo que vivirá siempre en la Residencia pero de una manera espiritual, intelectual, aunque también disfruto visitándola y necesito hacerlo. Profesionalmente empecé una nueva aventura en 2004 y en septiembre de 2008 he comenzado otra, con mi reincorporación al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Mi actividad principal a partir de entonces y lo que me quede de vida activa será preferentemente investigadora, aunque ahora esté dedicado, con carácter honorario, al centenario de la Residencia, lo que también me llena de satisfacción y alegría.
P.- De todas las actividades previstas para celebrar el centenario de la Residencia, ¿cuál es su favorita?
R.- Me resulta imposible escoger, pero lo que probablemente más valoro es que la Residencia haya conseguido abrir el programa del centenario a la participación de todos, personas e instituciones de dentro y fuera de España.
P.- Cuenta con la complicidad de muchas instituciones, pero ¿de verdad no van a sufrir ningún recorte presupuestario por la crisis?
R.- Si por límite se entiende económico, por supuesto que lo tenemos y lo teníamos de partida.
La Residencia se plantea una celebración modesta, responsable con la situación que atravesamos y sus proyectos están diseñados desde ese presupuesto, que también tiene en cuenta las contribuciones de todas las entidades colaboradoras. Pero creo que es totalmente compatible con el rigor, la excelencia y que por ello, nuestra labor debe ser un motivo de esperanza, debe contribuir a crear confianza en un futuro común.
P.- Han avanzado parte de la programación, pero, al parecer, existe un proyecto secreto que podría ser espectacular. ¿Por qué no nos da una pista de esa campanada que llevan ustedes estudiando para celebrar el centenario desde hace dos años, y por qué no se atreven a realizarla aún?
R.- No es cuestión de atreverse sino de conseguirlo y ojalá que pudiéramos contarlo algún día, incluso aunque no sea pronto.
P.- La Residencia alberga las colecciones más importantes relacionadas con la edad de Plata y la generación del 27. ¿Cuál es la última incorporación comprada o donada?
R.- Quiero destacar el archivo de Luis Álvarez Piñer, cuyo centenario es también en 2010 y que fue depositado generosamente por sus herederos.
P.- ¿Festejarán de manera especial a Miguel Hernández en octubre?
R.- Por supuesto que el centenario de Miguel Hernández forma parte del trabajo de la Residencia y por tanto de su centenario. El Ayuntamiento de Elche y el Centro de Estudios Hernandianos, a petición de la familia del poeta, ha encargado a la Residencia un álbum fotográfico dentro de la colección que publica la Residencia (y en la que han salido los de Cernuda, Neruda y Juan Ramón Jiménez), con un estudio introductorio de Juan Carlos Rovira. Creo que
es buen ejemplo de la convergencia entre ambos centenarios.