Candida Höfer. Fotografía: Ralph Müller

La fotógrafa muestra en la galería Fúcares de Madrid sus últimos trabajos

Alumna aventajada de Bern y Hilla Becher, privilegiada discípula de la Escuela de Düsseldorf, Candida Höfer (Alemania, 1944) es una de la fotógrafas más buscadas en el circuito del arte internacional. En la subasta de fotografía que la firma Phillips de Pury & Company realizará el próximo 19 de mayo en Londres, una de sus obras, Rijksmuseum Amsterdam III, de 2004, podría alcanzar los 35.000 euros. En esta exposición de la galería Fúcares, hay fotos suyas desde 15.000 y hasta 50.000 euros. Aunque ella prefiere no hablar del mercado ("Mi galería puede hacerlo mejor"). Höfer ha representado a Alemania en la Bienal de Venecia junto a Martin Kippenberger (2003), ha expuesto en casi todos los museos europeos, desde el ZKM alemán al Bozar de Bruselas, pasando por el Louvre de París o el Irish Museum of Modern Art de Dublín. Y, en España, ha sido uno de los nombres más recurrentes de la cartelera artística de los últimos meses (en 2010 expuso en tres centros de nuestro país). Ahora muestra en Madrid trabajos realizados entre Galicia y Sevilla.



Pregunta.- ¿Qué vemos en esta exposición de Fúcares? ¿Es resumen o colofón de las ya vistas en Galicia y Sevilla?

Respuesta.- Muestro imágenes de Galicia que estuvieron en la exposición del Museo Diocesano de Santiago de Compostela, Espacios propios, así como fotografías que tomé allí durante el montaje. También imágenes de Sevilla realizadas mientras preparaba la exposición Projects: Done para el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.



P.- ¿Qué queda en su trabajo de la joven fotógrafa de la serie Liverpool (1968)?

R.- Las imágenes de Liverpool tienen un enorme valor personal. Me recuerdan una época muy intensa que me gusta recordar.



P.- ¿Y de la Escuela de Düsseldorf?

R.- La Escuela de Düsseldorf fue el lugar adecuado en el momento adecuado. Lo sentí entonces y lo sé ahora.



P.- Al igual que el resto de componentes de la escuela, Axel Hütte, Thomas Ruff, Thomas Strüth o Andreas Grusky, sus fotografías abandonaron el blanco y negro y ampliaron sus tamaños, llegando a formatos inmensos, ¿a qué se debió ese cambio?

R.- Fue la experiencia de trabajar las imágenes y verlas en las distintas exposiciones lo que me llevó a experimentar con el color y el tamaño dependiendo de varios motivos. Con el tiempo me he sentido más cómoda con el color -evitando las connotaciones nostálgicas que supone el blanco y negro- y, dependiendo del motivo, con el tamaño, gracias al cual establezco una relación más directa con el espacio.



P.- ¿Y la ausencia de gente? Desde la serie de Turcos en Alemania la figura humana es algo anecdótico, casi ausente, de sus fotografías, ¿por qué?

R.- Todavía hay personas en algunas de mis fotografías, pero generalmente -y de nuevo entra en juego la experiencia- estoy más cómoda si no hay gente alrededor cuando realizo las fotografías; no quiero a nadie molestando. Además, paradójicamente, los espacios vacíos revelan lo que la gente quiere de ellos y lo que ellos pueden dar a la gente.



P.- Fotógrafa de museos, bibliotecas, archivos, palacios, para usted arquitectura y cultura aparecen irremediablemente unidas, al menos en sus fotografías. ¿Es un binomio indisoluble?

R.- Sí, absolutamente.



P.- Ha sido una de las artistas estrella del Xacobeo 2010 y ha tenido exposición en el MARCO de Vigo y en el CAAC de Sevilla, además de sus muestras habituales en la galería Fúcares y de su presencia habitual en colectivas... España la adora... ¿Se encuentra a gusto trabajando aquí? ¿Cómo resulta la colaboración con nuestros museos?

R.- Me encanta trabajar en España, en cualquiera de sus regiones; un país donde historia y cultura encuentran expresión en magníficos y diferentes espacios. Pero esto también tiene que ver con la gente, sin su ayuda, compromiso y comprensión, mi trabajo aquí no hubiera sido posible. Y lo digo tanto por las personas con las que he coincidido en los sitios donde he estado haciendo fotos así como por los responsables de los espacios donde he tenido el privilegio de exponer.



P.- Este fin de semana hay una feria de fotografía en Madrid, MadridFoto, ¿la conoce? ¿Qué opinión le merecen este tipo de eventos?

R.- Este tipo de actividades son muy importantes. El arte necesita ser mostrado y ser visto. Personalmente, huyo de los grandes eventos, pero cuando hay poca gente y tengo el tiempo suficiente, la curiosidad me puede y me gusta ir y ver.