La escritora Lourdes Ortiz. Foto: Jesús Morón

La escritora publica el libro de relatos “Ojos de gato”, un libro con mucho cuento

Novelista, dramaturga, traductora y ensayista, Lourdes Ortiz (Madrid, 1943) tiene también bastante cuento: tras haber publicado libros de relatos como Los motivos de Circe (1988) y Fátima de los naufragios (1998), acaba de lanzar una nueva colección, Ojos de gato (Ediciones Irreverentes), por la que que se pasean caperucitas tristes, solitarias mujeres de mediana edad y jóvenes emigrantes con un futuro más oscuro que su piel. PREGUNTA. Hace unos años publicar relatos en España parecía casi imposible. ¿Qué ha pasado para que ahora sean un éxito? RESPUESTA.  ¿Éxito? No se crea, la situación no ha cambiado tanto. Los editores hoy siguen prefiriendo las novelas y rechazan los libros de cuentos con la excusa de que no interesan a los lectores. En Estados Unidos o Gran Bretaña es una tradición consolidada, pero en España, a pesar de los espejismos, es casi una excepción, aunque aquí se publiquen libros de relatos magníficos y demasiadas novelas espantosas. P. Lo afirma aún escocida por lo que le pasó con este libro: su editorial de siempre, la misma que publicó toda su obra, rechazó el libro por sus previsibles “escasas ventas”. Decidida a “no ir de editor en editor, ni a publicar a cualquier precio”, lo suyo con Ediciones Irreverentes fue casi amor a primera vista... R. Sí, me gustó su valentía, su mimo con el libro, su seriedad y rigor, su profesionalidad y sentido del humor. Irreverentes es una de esas editoriales jóvenes que tanto están haciendo por nuestra cultura ahora que las grandes se preocupan sólo por los balances de resultados y la rentabilidad. P. En Ojos de gato, varios cuentos están protagonizados por mujeres solitarias o incluso perdidas en una sociedad hostil, jóvenes caperucitas... R. Sí, y es curioso, porque no ha sido algo voluntario, pero al preparar el libro me di cuenta de que en él, a través de los relatos y de las peripecias de distintas protagonistas de muy diversas edades y condiciones sociales, se retrata a esa nueva mujer que se enfrenta a un mundo cada vez más confuso y acelerado, cada vez más hostil. También es un libro de soledades, y de sueños sin realizar. P. Como los de los emigrantes subsaharianos que también convierte en ficción en estos relatos. Parece conocerlos de primera mano. R. Desde luego. Yo tengo un pequeño apartamento en El Ejido, en Almería, y muchos de mis vecinos provienen de ahí, y los veo cada vez más apartados de los demás, más solos, más pobres. Me preocupa su no integración, la de los subsaharianos y sobre todo la de los marroquíes, a los que algunos hacen culpables de todos los males cuando han sido quienes les han hecho ricos con su trabajo malpagado en los invernaderos. P. En la presentación del libro aseguró que en tiempos de crisis es cuando se escribe y se crea mejor, y que eso era un motivo de esperanza en estos tiempos tan duros. R. Bueno, es evidente que el siglo de Oro español coincidió con un momento de derrumbe, de crisis económica durísima y jamás ha habido en España ni escritores ni pintores más grandes. Así que sí, creo que estos pueden ser buenos tiempos para la creación, porque hay escritores y editores muy jóvenes, valientes y llenos de talento que quizá puedan volcar en sus obras las frustraciones y dramas contemporáneos. Se han acabado las excusas y las facilidades. P. ¿A qué se refiere con lo de las facilidades? R. A que hace unos años, no demasiados, muchos jóvenes autores se acomodaban al ritmo de escritura que les marcaba su agente o su editor, sin importarles si tenían algo que contar. Se publicaba todo, sin exigencia y a veces sin nivel. Hoy eso es casi imposible, por eso confío en que pronto podamos ver los frutos. P. Si algo no se puede decir de usted es que sea incoherente ni de la espalda al compromiso: se afilió al PCE, entonces clandestino, en 1962 y lo abandonó en el 68, tras la invasión soviética de Praga, formó parte de la ejecutiva de IU en febrero de 1989 y la abandonó meses después. ¿Por qué cree que el movimiento del 15M irrita tanto, cuando antes se criticaba que la juventud permaneciese impasible? R. Porque en el fondo resultaba mucho más cómodo que la gente joven permaneciese atontada. Pero resulta que sí, que se movilizan, y que están además muy preparados. Yo estuve en la manifestación y me emocioné, porque fue respetuosa y pacífica, y ahí estábamos personas de muy distintas etapas haciéndonos oir. Es muy importante que el país no se duerma, y que si está atontado, despierte, pero también que el 15M no se dejé manipular, que siga pensando y discutiendo sobre el futuro y la política desde el respeto y la libertad. P. En la actualidad es catedrática de Teoría e Historia del Arte en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, que también dirigió (1991-1993). ¿Está trabajando ya en una nueva obra de teatro o en una novela histórica quizás, género al que pertenece la mayor parte de su narrativa? R. Estoy enredada en una novela histórica, pero prefiero no adelantarle nada, porque he tenido que interrumpirla en varias ocasiones,y exige mucho trabajo y documentación.